Soy arquitecto titulado desde el 7 de Julio del año 2000. En el momento en que redacto estas líneas con el fin de que sean provechosas a los profesionales que estén recién salidos del cascarón, miro hacia atrás y me doy cuenta de que mi carrera profesional (que no tiene nada que ver con la carrera de Arquitectura, en lo que se refiere a la docencia que recibí), es un crisol de experiencias que casi podría servir para explicarte las numerosas posibilidades que tiene a su disposición un arquitecto.
Bien es cierto que alguien podría esgrimir que nunca he estado invariablemente puliendo cera y dando cera, pero ¡hay tantas cosas que probar! Por ello, te invito a mi Máquina del Tiempo, que también será tu muestrario de posibilidades de sectores en donde puede trabajar un arquitecto.
Índice de contenidos
Prácticas de verano: reordenación del cauce de un barranco
1997. Mi primer trabajo de prácticas de verano fue la colaboración en un mastodóntico proyecto de reordenación del cauce de un barranco en mi Santa Cruz de Tenerife natal. Un arquitecto sirve para planificar de manera ordenada el caos de la ciudad. No necesariamente tiene que ser el tan manido trazado de calles y casas, sino un accidente geográfico, una zona degradada, un viario que no funciona, la recuperación de zonas verdes…
El urbanismo, tan denostado por el público ajeno que lo asocia a la cultura del pelotazo, si no se transforma en un mero objeto regulador en base a las matemáticas, es el embrión que dará lugar a una arquitectura con calidad de entorno, y a un entorno de calidad.
Primeros levantamientos de planos en Barcelona
1999. Mis primeros levantamientos de planos in situ, con cinta métrica de 20 metros y varios voluntariosos compañeros, fueron en unos edificios situados en el Casco Antiguo de Barcelona que iban a ser pasto de la piqueta con el fin de albergar las nuevas instalaciones del Mercado de Santa Caterina, del fallecido arquitecto Enric Miralles.
Créeme que después de ese trabajo (que aún cobré en pesetas), cualquier levantamiento de planos de los millares que he realizado a posteriori han sido muy fáciles. No existía un solo ángulo recto. Para poder proyectar una nueva realidad, el arquitecto tiene que ser capaz de reproducir fielmente el presente y prestar atención a todos los detalles de lo que le rodea.
Tesis Doctoral sobre ensanches urbanos
2000-2002. Dediqué dos años de mi vida a la preparación de una Tesis Doctoral que jamás estuvo cerca ni de plantearse. Me convertí en un experto en los Ensanches Urbanos del siglo XIX de toda España, pero lo más importante es que descubrí que me gustaba más el hecho de investigar que presentar la investigación de manera pública. Quizás es el gen de periodista que estaba latente y nunca había salido a la luz.
El arquitecto puede ser un comunicador, exaltador de la buena arquitectura, periodista especializado e impulsador de la cultura arquitectónica del país. Hay especialistas que han consagrado su vida a Gaudí, a los modernistas, y a entender un poco más porqué algunos genios estaban tocados por la varita divina. Acercar la arquitectura al público es una misión deliciosa.
Planificación de entornos urbanísticos
2002-2012. Los años en los que ayudé a planificar una cincuentena de entornos urbanísticos en Cataluña, con preponderancia en la provincia de Barcelona. Más que los instrumentos de planificación en sí, que aún me siguen pareciendo bastante incomprensibles a pesar de que me tengo que manejar con ellos, aprendí a mantener reuniones con clientes, ayuntamientos, entregar planos a contrarreloj y, sobre todo, a fomentar el autoaprendizaje, ya que en la Escuela de Arquitectura el urbanismo siempre fue un ejercicio de “Pinta y Colorea”.
El arquitecto urbanista es el profesional que debe luchar más con el estigma del público, yo lo comparo con un gamer que se halla en la pantalla crítica de un videojuego y tiene que estar pendiente de mil distintos personajes, que desconoce si son enemigos o no. Pero cuando observa los primeros movimientos de tierras que le costaron años de jaquecas, sabe que todo está compensado.
Arquitecto autónomo
Hasta 2019. Mis años de profesional independiente, sin duda, los más fructíferos y felices de mi vida. En efecto, más que un arquitecto, me considero una persona que ayuda a otras a resolver sus problemas, siempre que estén a mi alcance. Y si no lo están, por lo menos ponerles en contacto con otra persona que pueda resolvérselos. El profesional autónomo no depende de jefes, sino de sus clientes, y conseguir clientes como arquitecto puede ser tan fascinante como los proyectos en sí.
Un arquitecto debe ser vendedor, comercial, persuadir y en definitiva, ayudar. No tener a nadie por encima que te diga cuándo te equivocas es un alivio, pero a veces también una carga que hay que acostumbrarse a sobrellevar.
Creo sinceramente que los trabajos que puede hacer un arquitecto en variedad están muy por encima de la gran mayoría de ramas profesionales. Hay arquitectos que son músicos de fama nacional y que demuestran su toque en el diseño de portadas de discos, otros que se han convertido en guías turísticos emprendedores, otros que incluso se han dedicado a la política, otros escritores, otros ejecutivos con carácter, pintores, escultores…
Fíjate que no te he hablado nunca de construir casas ni edificios. Con esto creo que te he enumerado alternativas profesionales del arquitecto muy válidas. Otra persona podrá enumerarte otras diferentes. Pero no olvides: Sé arquitecto, pero sobre todo, sé persona. Puedes hacerlo todo.