El pasado 12 de marzo de 2024, el Parlamento Europeo aprobó una nueva versión de la Directiva de Eficiencia Energética en Edificios (EPBD) con 370 votos a favor, 199 en contra y 46 abstenciones. Esta actualización supone un paso más dentro del marco del Acuerdo de París, adoptado en 2015, en el que las Partes se comprometieron a mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de los 2ºC y esforzarse por limitar dicho aumento a 1,5ºC.
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Objetivos de la nueva Directiva de Eficiencia Energética
La meta de la nueva directiva es clave para alcanzar el Pacto Verde Europeo, que incluye la estrategia Oleada de Renovación para Europa. Esta estrategia busca duplicar la tasa de renovación energética anual de los edificios para 2030, resultando en 35 millones de unidades de edificios renovados y la creación de muchos empleos en el sector de la construcción.
Además, la UE se comprometió a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% para 2030, respecto a los niveles de 1990, conocido como Objetivo 55.
La Directiva 2010/31/UE sobre eficiencia energética en edificios ha experimentado varias modificaciones en los últimos años. La revisión de esta directiva es esencial para alcanzar los objetivos de la Oleada de Renovación para Europa, contribuyendo al cumplimiento de la iniciativa «Nueva Bauhaus Europea de 2021 y la misión europea sobre Ciudades inteligentes y climáticamente neutras«.
Principales cambios en la Directiva de Eficiencia Energética
1. Eficiencia energética en nuevas construcciones y renovaciones
Los edificios consumen el 40% de la energía final en la UE y son responsables del 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Se estima que el 75% de los edificios en la UE son ineficientes. Por ello, es crucial reducir el consumo energético y aumentar el aprovechamiento de energías renovables, especialmente la solar, para disminuir estas emisiones y combatir la pobreza energética.
Al menos el 15% de los edificios con peor eficiencia energética deberán ser renovados para cumplir con los estándares mínimos de rendimiento energético.
2. Edificios como depósitos de materiales y reducción del carbono embebido
La nueva directiva subraya la necesidad de reducir el carbono embebido, emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al ciclo de vida completo de los edificios, no solo las emisiones operativas. Esto implica considerar el impacto ambiental desde la construcción hasta la demolición, promoviendo el uso eficiente y circular de los materiales.
3. Cálculo obligatorio del Potencial de Calentamiento Global (PCG) de los edificios
El cálculo del Potencial de Calentamiento Global (PCG) a lo largo del ciclo de vida del edificio es crucial. Este parámetro evalúa la contribución de un edificio a las emisiones que causan el cambio climático, incluyendo emisiones embebidas y operativas.
4. Estrategias de eficiencia energética
Esta nueva directiva de eficiencia energética en edificios propone considerar factores como las condiciones climáticas, particulares locales, ambiente interior y la relación coste-eficacia, sin comprometer requisitos básicos como accesibilidad, seguridad contra incendios y terremotos, y el uso previsto del edificio.
5. El fin de los combustibles fósiles
La eliminación gradual de combustibles fósiles en la calefacción y refrigeración de edificios es fundamental. Las calderas alimentadas por estos combustibles serán eliminadas gradualmente y no se concederán incentivos para su instalación a partir de 2025, aunque se apoyará la instalación de sistemas híbridos que combinen energías renovables.
6. Edificios de 0 emisiones
Para 2030, todos los nuevos edificios deberán ser de cero emisiones: con demanda de energía muy baja, sin emisiones de carbono de combustibles fósiles y con muy bajas emisiones de gases de efecto invernadero operativas. Los edificios existentes deberán cumplir estos requisitos para 2050. Las necesidades energéticas deberán cubrirse mediante energía renovable generada in situ o en las proximidades.
7. Renovación de edificios no residenciales y residenciales
Los edificios no residenciales con peor eficiencia deben ser renovados prioritariamente, al igual que los residenciales. Los estados miembros establecerán una trayectoria nacional que permita alcanzar un parque inmobiliario de cero emisiones para 2050.
8. Edificios preparador para energía solar
Todos los nuevos edificios deberán estar preparados para energía solar, optimizando su diseño para aprovechar la irradiación solar sin intervenciones estructurales costosas. Además, se fomentará la instalación de energía solar combinada con otras estrategias como la renovación de la envolvente térmica del edificio y la actualización de instalaciones técnicas.
9. Pasaporte de renovación
El pasaporte de renovación ofrece una hoja de ruta clara para renovaciones profundas por etapas, facilitando la planificación y ejecución de mejoras sin impedir etapas posteriores. Existe una sinergia evidente entre el pasaporte de renovación y el certificado de eficiencia energética, lo cual optimiza el proceso de documentación y planificación.
¿Cómo impacta en propietarios y profesionales?
Oportunidades para profesionales
Esta directiva de eficiencia energética abre muchas oportunidades para los profesionales del sector, desde consultoría hasta la gestión de proyectos de renovación. La creciente demanda de edificios energéticamente eficientes requiere experiencia especializada.
Beneficios para los propietarios
Invertir en eficiencia energética no solo ayuda a cumplir con la normativa de ahorro energético sino que también puede traducirse en ahorros significativos y aumentar el valor del inmueble. Aprovechar las potenciales subvenciones y ayudas disponibles es crucial.
Cómo adaptarse a los nuevos requisitos
- Evaluar el estado actual del inmueble
Realiza una auditoría energética completa para identificar áreas de mejora. En Certicalia ofrecemos servicios de auditoría energética que pueden ser el primer paso para adaptarse a estas nuevas exigencias.
- Planificar e implementar mejoras
Planifica las mejoras necesarias como la instalación de nuevos sistemas de calefacción, mejor aislamiento, y cambio de ventanas. Prioriza aquellas mejoras que ofrezcan el mayor retorno de inversión. La implementación debe estar a cargo de profesionales familiarizados con las nuevas tecnologías y normativas de ahorro energético.
- Monitorear y ajustar
La instalación de medidores inteligentes no solo es una obligación según la nueva directiva, sino que es una herramienta eficaz para monitorear el consumo energético y ajustar las prácticas según sea necesario. Esto permitirá identificar cualquier problema rápidamente y asegurarse de que el inmueble mantiene su eficiencia energética.
La nueva Directiva de Eficiencia Energética de Edificios representa un cambio significativo en el panorama de la construcción y gestión de inmuebles en la Unión Europea. Tanto los propietarios como los profesionales del sector deberán adaptarse a estas nuevas normativas para cumplir con los estándares más rigurosos de eficiencia energética. Pero más allá de cumplir con la legislación, estas mejoras pueden ofrecer beneficios económicos y ambientales sustanciales.