Los avances tecnológicos han revolucionado muchas áreas de nuestra vida cotidiana e industrias específicas, entre ellas la geografía y el sector de la construcción. En este particular, los planos georreferenciados se han convertido en potentes herramientas utilizadas para la planificación territorial, el análisis ambiental, el diseño urbano, entre otros. Estos planos proporcionan información detallada de un terreno o espacio geográfico al agregar coordenadas a cada punto, de manera que es identificable y localizable en un sistema de coordenadas global.
Sin embargo, para su elaboración, requieren de tecnología y software especializado. Si bien exige un cierto nivel de conocimiento técnico, hay varios programas disponibles que facilitan la tarea. Algunos son ampliamente reconocidos por su precisión, funcionalidad e interfaz intuitiva, y se adaptan a diversas necesidades, desde proyectos pequeños hasta amplias investigaciones geográficas. En este artículo, exploraremos en profundidad el concepto de los planos georreferenciados y presentaremos algunos de los mejores programas para calcularlos.
Índice de contenidos
¿Qué son los planos georreferenciados?
La georreferenciación, o los planos georreferenciados son un documento que se pide normalmente en las siguientes ocasiones:
- Compraventa de inmuebles
- Actualización de datos catastrales de inmuebles
- Reescrituración de bienes inmuebles
- Legalización de inmuebles
Los planos georreferenciados son simplemente un mecanismo de representación gráfica para situar un elemento físico existente en un mapa de coordenadas común a todo el planeta Tierra, lo que se conoce como las coordenadas UTM. Por tanto, cuando se sitúa en ese mapa ese objeto físico, no podrá haber divergencia de criterios porque la base en la cual se sitúa ese inmueble siempre será la misma.
¿Cómo se hallan esas coordenadas?
Hay muchas aplicaciones para hacerlo. Una de las más conocidas por el gran público, y que seguramente hasta un niño habrá utilizado alguna vez, es GoogleMaps. En tablets y teléfonos móviles puedes obtener las coordenadas geográficas de cualquier punto en el que te halles, siempre que compruebes fehacientemente que la realidad física actual no difiere de la mostrada por la cartografía de la aplicación. Por tanto, antes de utilizar este sistema, fíjate bien en la fecha de actualización de la información que aparece en el menú de opciones.
No olvides instalar un conversor de coordenadas geográficas a UTM. Y, aunque sea más aparatoso, recomiendo las tablets para este tipo de trabajos porque la imagen con la que estarás trabajando es mucho mayor y susceptible a ser “pinchada” con más precisión, ya sea con tu dedo o con un lápiz óptico.
Algunos me podréis decir: Entonces, ¿por qué tengo que ir al terreno o a la casita a medir si ya tengo el programa en el despacho?
Bueno, esto es lo mismo que hacer proyectos a distancia utilizando fotografías o cartografía de hace años. Desconoces si ha habido algún cambio físico en el terreno o en el edificio y estás dando por sentado que el objeto es el que es, sin haberlo comprobado in situ. Esto es una mala praxis de manual, y además, te resta la mejor parte del trabajo, que es la de hacer de explorador creativo para presentarle a tu cliente el plano más preciso posible.
Hecho este trabajo, tienes que comparar también las coordenadas del GoogleMaps, convertidas a UTM por la aplicación que habrás instalado, con las reales. Es decir, que tienes que situar exactamente en cada punto a medir tu dispositivo electrónico y hallar la pareja de coordenadas reales. Si la cartografía que hayas utilizado ha sido precisa (te he puesto el ejemplo de GoogleMaps, pero puede ser cualquier otra porque hay muchísimos programas informáticos como ArgGis o bases cartográficas ya pasadas a AutoCad o Microstation), no habrá apenas diferencias apreciables entre la coordenada en plano y la real.
Otros sistemas de medición complementarios
En los planos georreferenciados, sin embargo, los objetos pueden variar en posición por movimientos de terreno o por cualquier otra vicisitud, así que siempre tienes que ajustar al máximo la precisión teniendo a mano todos los elementos posibles de medición. Por ejemplo, si estás en un terreno inclinado, aunque puedas hallarte en la posición correcta de unas coordenadas, quizás otras sean inaccesibles y tengas que utilizar algún sistema combinado de medición de un punto con el distanciómetro láser y cálculo de ángulos por teodolitos, pero no es lo habitual. Antes de cada encargo, tienes que conocer exactamente cómo es el terreno para poder prever cualquier contingencia y material necesario.
Para medir coordenadas UTM sobre el terreno, sin utilizar tablets o móviles, también puedes utilizar un navegador GPS como complemento. No solamente son el equipo de los topógrafos, sino de agrimensores, excursionistas y cualquier persona que necesite ubicarse exactamente en un terreno.
¿Cómo se realiza un plano georreferenciado?
Para explicar cómo se realizan los planos georreferenciados, conviene esta vez empezar por el final del proceso. Al igual que hacen los grandes escritores cuando imaginan por primera vez una novela o un relato corto, que empiezan por el desenlace y a partir de él van desgranando hacia atrás la trama completa.
En España, la base cartográfica en coordenadas UTM siempre será la de la Sede Electrónica del Catastro (www.sedecatastro.gob.es ), por tanto, nuestro plano georreferenciado, como última parte del trabajo, tendrá que verse reflejado en dicha base cartográfica.
Proceso de elaboración de un plano georreferenciado
En primer lugar, en la visita de toma de datos, hemos tenido que obtener un plano o un croquis completo de todos los puntos importantes que conforman el polígono de la entidad física que estamos georreferenciando.
Es decir, después de nuestras mediciones, disponemos de un cuadro de coordenadas que parecerá la pantalla verde de la película Mátrix, pero que habrá que traducir a la Sede Electrónica del Catastro. Para ello existe un formato de archivo, que es el que se utiliza también cuando se presentan los documentos a las notarías, llamado .gml, en el cual el técnico que ha realizado la toma de coordenadas, vuelca directamente a ese formato el resultado para que la base cartográfica del Catastro quede actualizada.
Por supuesto que a este archivo tienen que acompañar los planos correspondientes de toda la vida y algún certificado de superficies o de obra antigua, si cabe, pero la automatización del proceso es ya un deber y los profesionales tienen que estar familiarizados con los menús de la Sede Electrónica del Catastro y la conversión de sus datos al formato .gml .
Ejemplo de georreferenciación
Vamos a situarnos sobre el terreno en el cual está situado el objeto físico, que es donde vamos a obtener todas nuestras coordenadas.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que si nos encargan, por ejemplo, la georreferenciación de una simple caseta con cuatro vértices en proyección en planta, no se trata solamente de hallar esas cuatro coordenadas e irnos a casita tan campantes. Debemos también situar los puntos principales de la parcela en los que haya un quiebro, y, de paso, cualquier elemento de los alrededores que sirva para precisar aún más el dibujo.
No es descartable utilizar algún vértice de parcelas colindantes o el mismo viario, o incluso algún elemento que acompañe a la edificación, como un cobertizo o depósito de agua. Cuantos más puntos obtengamos, más precisos seremos en la situación del objeto principal.
Sí, ese trabajo quizás no se note en el resultado, pero el resultado final con la mayor exactitud no sería posible sin ese trabajo. Algunos puntos importantes podrían no ser accesibles de forma natural, ni siquiera por un topógrafo, por tanto, está en la capacidad y creatividad de buscar soluciones del técnico el hallar puntos de similar “confianza”.
En definitiva, quédate con que un trabajo de georreferenciación supone elaborar un conjunto de coordenadas in situ, ayudado por todos los instrumentos de medición indicados anteriormente, y cotejarlas con la versión topográfica existente, que puede haber variado o no.
En todo caso, tu plano georreferenciado, por supuesto, es la versión correcta. Por ello, volviendo al principio de este artículo, debes actualizar las bases catastrales con tu versión. No olvides que la precisión es la mejor tarjeta de visita en estos trabajos, así que cuantas más coordenadas auxiliares de referencia, distancias parciales, ángulos, triangulaciones trigonométricas y más trabajo de campo realices, el resultado será mucho mejor.