¿Cuándo solicitar una auditoría energética hospital?
Si eres propietario o gestor de un hospital estarás muy al tanto de las facturas que pasan por tu despacho cada mes, y seguramente quieras hacer una auditoría energética para aprovechar mejor los recursos y ahorrar dinero. La auditoría descubrirá los aciertos y los vicios, y propondrá mejoras que pueden ir desde ejecutar una obra de reforma a cambiar algunas instalaciones o alterar los hábitos de uso del personal. O todo a la vez.
Querrás hacer una auditoría si:
– Quieres conocer en profundidad las instalaciones. ¿Son eficientes? ¿Sufren de escaso mantenimiento? ¿Están envejecidas? ¿Desconoces los hábitos de uso del personal y quieres ver qué se está haciendo mal?
– Quieres reducir costes de producción. Facturas menores alivian las cuentas. Eso nunca puede ser negativo para el hospital.
– Quieres tener un informe de medidas técnicas de mejora del consumo energético, con vistas a una posible reforma. Mejorar la eficiencia energética en los hospitales pasa por saber qué medidas son útiles y cuáles menos.
– Quieres mejorar la competitividad empresarial. Si la diferencia entre ingresos y costes de tu hospital o clínica es mayor, tendrás más flexibilidad para hacer políticas de gestión que marquen la diferencia con tus competidores. Por ejemplo, invertir en nuevas instalaciones, u ofrecer nuevos y mejorados servicios.
– Quieres cumplir los requisitos legales de eficiencia energética, tanto por compromiso medioambiental como para evitar sanciones, o incluso con efecto publicitario. Presentarse como una institución respetuosa con el medio ambiente puede tener efectos positivos de cara al público.
Esas causas podrían motivar la decisión voluntaria de solicitar una auditoría energética, algo que por tu gestión decidas que es necesario. Pero, por ley, estás obligado a pasar la auditoría energética en el caso de que tu hospital tenga la consideración de «gran empresa» dos años consecutivos. Esto es:
– Si tu hospital ocupa a más de 250 trabajadores.
– Si tu hospital supera los 50 millones de euros de volumen de negocio, y al mismo tiempo su balance general es mayor de 43 millones de euros.
– Si tu hospital forma parte de un grupo de sociedades y se cumple lo anterior, considerando todas las sociedades juntas.
El tiempo que tarde el técnico en hacer la auditoría energética dependerá de la magnitud y la complejidad del hospital, aunque puedes estimar un mes como un plazo razonable.
No hay un momento especialmente indicado para hacer una auditoría energética. Sin embargo, es posible que en tu comunidad autónoma haya alguna subvención para auditorías energéticas, que tendrá un plazo de solicitud establecido y finito. Así que conviene que prestes atención a las convocatorias.
La ley se está mostrando bastante estricta con las auditorías energéticas. Para los hospitales obligados por ser grandes empresas, se dispuso que a partir del 13 de febrero del 2016 se disponía de 9 meses para hacerlo. Se exceptúan aquellos que ya lo hubieran hecho en un plazo máximo de 4 años antes de esa fecha.
A partir de la primera auditoría energética, tendrás la obligación de pasar por este trámite cada cuatro años.
¿Qué es la auditoría energética hospital?
La auditoría energética es una investigación integral de los flujos de energía de un edificio, proceso o sistema. Los estudios de la auditoría energética observan todos los aspectos, sean técnicos o económicos, que puedan afectar directa o indirectamente al consumo de energía de un edificio. Estas energías pueden ser tanto la electricidad como cualquier uso de combustible en el edificio.
La auditoría energética tiene como objetivo establecer o indicar un conjunto de reformas o mejoras que lleven a un empleo de la energía más racional. Normalmente, se lleva a cabo para encontrar las posibles oportunidades de reducción de energía de entrada, sin que se afecte a la de salida. Es decir: consumir menos y aprovechar mejor.
Esto último es importante, porque en edificios en los que se vive, se atiende al público o se trabaja, «aprovechar mejor» debe implicar que las medidas adoptadas no rebajen la calidad de los servicios prestados, ni la habitabilidad de los espacios ni la productividad.
El hospital es un edificio en el que el gasto energético puede ser muy alto. Mucha iluminación; mucha electricidad para mantener en funcionamiento multitud de aparatos médicos, de enfermería o de administración; mucho gasto en climatización para mantener a los pacientes en un ambiente confortable y sano; el gasto de los calentadores de agua sanitaria caliente y los aparatos que mantienen en funcionamiento el edificio: calderas, cocinas, ascensores, purificadores de aire y otros. Las facturas de los suministros de gas y electricidad en el hospital pueden ser desorbitantes.
Lo son, y en general con buenos motivos. No en vano, se trata de mantener en funcionamiento una instalación dedicada a la cura de enfermedades y accidentes, y eso requiere muchos esfuerzos. Sin embargo, es posible que el edificio no sea todo lo eficiente, respecto de la energía, como debería ser.
Por ejemplo, las instalaciones consumirán más de lo deseado si son de mala calidad o están envejecidas. Unas paredes, tabiques, techos y fachadas con aislamiento térmico deficiente o escaso perderán con facilidad el frío del aire acondicionado en verano, y el calor de la calefacción en invierno, lo que supone un gasto continuo de energía para mantener las condiciones de habitabilidad del hospital. Una mala gestión del uso de los espacios puede llevar a que áreas enteras que estén vacías, o que solo se usen unas horas al día, permanezcan con las luces encendidas continuamente. Son solo un par de ejemplos de tantos posibles.
En definitiva, gasto y más gasto. Mejorar la eficiencia energética de los hospitales es imprescindible, tanto por economía como por sostenibilidad. Mayor gasto energético supone mayor consumo de combustibles, cada vez más escasos. Y ese consumo aumenta las emisiones de CO2, gas de efecto invernadero principal responsable del cambio climático.
Por lo tanto, la auditoría energética del hospital es una actuación necesaria e irremediable.
¿Cómo conseguir una auditoría energética hospital?
La auditoría energética es una investigación compleja que requiere de amplios conocimientos teóricos y prácticos. Para la toma de datos de campo el auditor maneja equipos que, en general, solo los expertos saben utilizar. Debe ser un experto en energía e instalaciones. Ese conocimiento técnico debe estar acreditado por una titulación.
Si tu hospital dispone de un departamento de control interno, la auditoría energética puede ser realizada por uno de sus miembros (si está capacitado para hacerlo), pero no puede tener relación directa con las actividades auditadas.
En caso contrario, lo usual es acudir a profesionales especializados externos a la compañía.
A la hora de poner en marcha la auditoría, habrá que determinar su profundidad. Las auditorías energéticas pueden ser de nivel 1 (preliminar, poco exhaustiva, poco detallada), de nivel 2 (detallada, profunda, completa, utilizando toda la información posible), y de nivel 3 (auditoría especial, que es como el nivel 2 pero con aún más detalle y precisión).
El nivel de profundidad del examen determinará el alcance de los resultados y de las medidas sugeridas. Pero sea como sea ese nivel, todas las auditorías pasan por los mismos pasos:
– Recopilación de información. Se recogerá toda la información posible sobre las características constructivas del edificio y sus sistemas energéticos, sus instalaciones, el régimen de ocupación, uso, el tipo de trabajo desarrollado y las condiciones ambientales y climatológicas de la zona, entre otros datos. Se usará toda la información documental disponible, y también entrevistas con los responsables del hospital.
– Planificación de la auditoría. Con los datos generales en la mano, el auditor hará trabajo de despacho para estudiar la estrategia a seguir en la auditoría energética.
– Visita al hospital e inspección visual. Se comprueba su estado y se identifican deficiencias. También se pueden hacer encuestas con el personal para analizar las pautas de consumo energético.
– Medición y registro de factores relacionados con el comportamiento energético. El auditor utilizará diversos aparatos de medición para tomar datos y medidas in situ.
– Estudio energético. Con los datos recogidos en los puntos anteriores el auditor saca conclusiones:
- Distribución del consumo eléctrico según periodos tarifarios.
- Representación gráfica del consumo eléctrico y de otros servicios energéticos.
- Funcionamiento de los equipos fuera de los horarios de trabajo.
- Facturación energética. ¿La tarifa contratada es la idónea?
– Propuestas de mejora. El auditor propondrá mejoras técnicas para el edificio, sus instalaciones u otros factores de interés.
– Estudio de viabilidad económica. Se analizan las mejoras propuestas para ver si son viables (costes de implantación, ahorro conseguido, tiempo de retorno de la inversión…).
– Resultados y conclusiones. Será un resumen de la auditoría energética.
Deberás comunicar que el hospital ha sido objeto de una auditoría energética al órgano competente en materia de eficiencia energética en tu comunidad autónoma. Tienes un máximo de 3 meses para hacerlo.
El precio de esta investigación dependerá de la magnitud y la complejidad del caso en cuestión. Puede estar entre los 5 000 y los 20 000 euros, incluyendo los honorarios del auditor.
Normativa y requisitos de la auditoría energética hospital
– Real Decreto 56/2016, de 12 de febrero, de eficiencia energética en auditorías energéticas. Más claro agua. ¿Necesitas una auditoría energética? Esta es la ley que debes repasar. Aquí encontrarás tus obligaciones, cómo se hace la auditoría, quién es el auditor energético y demás apuntes sobre la eficiencia energética en hospitales y otros establecimientos. Y también las normas sobre inspección energética, y el régimen sancionador en caso de no cumplir con las obligaciones respecto a la auditoría energética. ¡No pierdas detalle!
– Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo, por el que se aprueba el Código Técnico de la Edificación. El Código Técnico de Edificación establece las normas que debemos seguir a la hora de edificar, y parte importante de su desarrollo se centra en la eficiencia energética. Una cuestión que está relacionada con la auditoría energética. Una buena calificación de eficiencia energética seguro que va a asegurarte buenos resultados en la auditoría de tu hospital. El art. 15 especifica exigencias para el ahorro de energía en la edificación.
– Real Decreto 1027/2007, de 20 de julio, del Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios. La climatización y la producción de agua caliente sanitaria son responsables de buena parte del consumo energético de los hospitales. Son aspectos de gran importancia en la auditoría energética. Esta ley establece las exigencias respecto a eficiencia y seguridad que las instalaciones térmicas deben cumplir para garantizar el bienestar y la higiene de los usuarios del hospital, un aspecto delicado dada la situación de los pacientes. ¿Cómo reducir el consumo sin perder confort y salud en el hospital? La auditoría te lo dirá.
El Real Decreto 56/2016 de eficiencia energética es meridianamente claro (art. 3) sobre qué directrices debe seguir el ejercicio de la auditoría energética. Esto es así para poder unificar criterios y garantizar su objetivo.
– Los datos operativos en los que se base la auditoría deben estar actualizados, ser medibles y verificables. Los datos de electricidad, en la medida de lo posible, deben ser de perfiles de carga.
– La auditoría energética abarcará un examen minucioso del perfil de consumo de energía del edificio o grupo de edificios del hospital, de sus instalaciones o de sus operaciones.
– Lo importante es tener en cuenta el ahorro a largo plazo, así como las tasas de descuento y los valores residuales de las inversiones a largo plazo. Por eso, en el análisis del coste de ciclo de vida, la auditoría energética debe fundamentarse en criterios de rentabilidad.
– Para dibujar una imagen fiable del rendimiento energético global, la auditoría energética debe ser proporcionada y suficientemente representativa. De este modo se podrán determinar de manera más fiable las oportunidades de mejora más significativas.
Cuanto cuesta auditoría energética hospital
Una auditoría energética hospitalaria es un examen detallado de cómo la energía se gestiona en un hospital y busca formas de mejorar la eficiencia energética. El coste de realizar una auditoría energética en un hospital puede variar dependiendo de diversos factores, como el tamaño del hospital y la complejidad de sus instalaciones.
De manera general, el precio de una auditoría energética en un hospital pequeño o mediano puede oscilar entre 4.000 y 6.500 euros. Por otro lado, para hospitales más grandes o aquellos con instalaciones más complejas, el coste puede incrementarse, situándose en un rango de 5.500 a 8.000 euros. Es importante considerar que cada hospital es único y, por ello, el presupuesto para la auditoría energética debe ser personalizado dependiendo de las especificaciones del inmueble y sus necesidades energéticas.
Las auditorías energéticas pueden ayudar significativamente a los hospitales a reducir el consumo de energía y, con ello, disminuir los costes operativos. Además, estos análisis son fundamentales para detectar oportunidades de ahorro y optimizar el rendimiento energético del hospital, lo que a su vez puede contribuir a una reducción en la huella de carbono y apoyar las iniciativas de sostenibilidad ambiental.
