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Juan Vicente respondió: Profesional de Certicalia
Un gimnasio es una actividad generadora de ruido y, también, vibraciones.
Los ruidos provienen, tanto de las voces humanas, como de la música que se utiliza para impartir las clases que, en general, es muy alta.
Por lo tanto, hace falta que el local esté insonorizado, de manera que la transmisión del ruido, tanto hacia las viviendas superiores, como hacia los locales contiguos y hacia el exterior, no se superior al máximo permitido por la normativa vigente.
Si el local ya tiene una licencia de actividad vigente, es decir, que el dueño anterior no la ha dado de baja, y lo que se hace es un cambio de titularidad, debe entenderse que el aislamiento acústico ya se comprobó en el momento de la concesión de la licencia, por lo que no haría falta un proyecto nuevo. No obstante, si la licencia es antigua y corresponde a una normativa anterior, el ayuntamiento puede exigir la adaptación del local a la nueva normativa que, normalmente, será más exigente.
En resumen, si la licencia está caducada, hay que pedir una nueva licencia y, en consecuencia, justificar el aislamiento acústico del gimnasio en base a la normativa actual. Si la licencia no está caducada conviene, como mínimo, hacer una medición acústica que indique el grado de aislamiento acústico y su cumplimiento normativo.
Saludos.
Juan