Leticia Fernández Pérez

Realización de certificaciones energéticas personalizadas. Visitas y toma de datos presenciales. Desconfíe de los técnicos que dicen hacerla sin visitar su vivienda. Plazo máximo de 7 días para la realización y entrega de la calificación energética a contar desde la visita y toma de datos del inmueble. Total profesionalidad y confianza. *Pasos necesarios por el propietario de un inmueble que quiera vender o alquilar su vivienda: 1º. Identificar a un técnico competente. Especialista en esta materia. 2º Visita por el técnico competente del inmueble a examinar. En esta visita el técnico recoge todos los datos de las instalaciones de calefacción, refrigeración, agua caliente, iluminación… y también de los materiales constructivos, detalles, sistemas de cerramiento exterior, etc. Además, el profesional medirá todas las estancias de la vivienda o local para el posterior levantamiento del plano del inmueble. 3º Trabajo de estudio. El técnico realiza la modelización del edificio con el software y el procedimiento aprobado por el Ministerio de Industria. En primer lugar, se introducen todos los datos antes mencionados en el programa y se obtiene la calificación y la etiqueta energética. Seguidamente, se redactan unas propuestas de mejora, por las cuales, si el propietario del inmueble decide realizarlas, se le indicará el cambio en la escala de calificación y el ahorro energético que supondría (las propuestas de mejora no obligan a realizar ninguna reforma). Con todo esto se redacta el certificado energético. 4º Autorizar al técnico competente para la realización del Registro en el organismo competente del certificado para que la Administración lleve a cabo la revisión del mismo. (Hoja de encargo). La Administración comprueba que la evaluación se ha ejecutado de forma correcta y la calificación de la vivienda es la adecuada. 5º Incluir el certificado en los anuncios de venta o alquiler. Entrega del certificado al cliente y aclaración de las posibles dudas, resultados y propuestas de mejora para ahorrar en el consumo energético. El Real Decreto establece que la etiqueta energética debe incluirse en toda oferta, promoción y publicidad dirigida a la venta o alquiler. La acreditación ‘A’ es la más alta, y va descendiendo sucesivamente hasta la calificación ‘G’, cuantificando estas letras unos indicadores de emisiones de CO2 por cada metro cuadrado de edificio o la parte de éste certificada, relacionados con las demandas o necesidades energéticas, y los rendimientos de los equipos e instalaciones.