Legalización de instalación de aire comprimido
en Andalucia

La legalización de instalaciones de aire comprimido en la Comunidad Autónoma de Andalucía es un procedimiento regulado que tiene como objetivo garantizar la seguridad, eficiencia y cumplimiento de las instalaciones con la normativa vigente. Este proceso es esencial para instalaciones en entornos industriales, talleres, hospitales o cualquier lugar que requiera de sistemas de aire comprimido para su operación.



El proceso para legalizar una instalación de aire comprimido comienza con el diseño de la instalación, el cual debe cumplir con la normativa estatal, así como con las regulaciones específicas de Andalucía. Este diseño debe ser llevado a cabo por personal técnico cualificado, que garantice que el sistema es capaz de operar de manera segura y eficiente, manteniendo la integridad de las infraestructuras y la salud de las personas.



Una vez que el diseño está completado, se procede a la instalación del sistema. Posteriormente, se deben realizar ensayos y pruebas que demuestren que la instalación ha sido ejecutada según el proyecto y funciona de acuerdo a lo esperado. Es imprescindible también la elaboración de un libro de la instalación, que recogerá todos los datos, características, equipos utilizados, pruebas realizadas y las revisiones periódicas que se deben efectuar.



Tras la instalación y las pruebas pertinentes, se debe solicitar la inspección de la instalación a través de una entidad de inspección y control autorizada por la Junta de Andalucía. Dicha entidad revisará que la instalación cumpla con la normativa y emitirá un informe de inspección. En caso de que la instalación sea conforme, se procederá a su legalización.



Finalmente, se registra la instalación en el correspondiente organismo de la Junta de Andalucía, aportando toda la documentación necesaria, que incluye el proyecto técnico, el informe favorable de la inspección, el libro de la instalación y el certificado de instalación. Una vez registrado y legalizado, la instalación de aire comprimido puede ser puesta en servicio, garantizando así su operatividad bajo un marco de seguridad y legalidad normativa. La no legalización y registro conlleva riesgos legales y de seguridad para los operadores y terceros, además de posibles sanciones administrativas.