¿Qué es el certificado acústico?
Consiste en un documento que certifica que el aislamiento acústico de una instalación o local cerrado o al aire libre tiene el aislamiento de sonido necesario para operar sin traspasar los límites de contaminación acústica permitida en un municipio.
Se considera ruido a un sonido que molesta o incomoda a su receptor y le puede generar malestar físico y psicológico; sus consecuencias pueden afectar también a la sociedad. El ruido excesivo puede convertirse en causa de sordera.
Para evitar esos problemas, la comunidad autónoma o el municipio pueden solicitar el certificado de aislamiento acústico como requisito previo al inicio de actividades de un local. Las regulaciones al respecto son específicas en cada territorio y por eso difieren unas de otras. El certificado se vincula con el tipo de actividad que va a desarrollarse y su precio depende de características específicas como el tamaño del local.
Algunos temas se repiten en las normativas sonoras de comunidades autónomas y municipios. Por ejemplo, las regulaciones suelen solicitar un estudio previo de los focos de emisión de ruido, como maquinarias ruidosas o espacios de reuniones, que determine los niveles previsibles de sonidos y de su transferencia al entorno (antes de insonorizar), así como los planes previstos para la insonorización.
Personal especializado en contaminación acústica utiliza equipo especializado como máquinas de medición de sonido y sonorómetros. Su estudio considera el uso y horario de funcionamiento del local. Algunas regulaciones distinguen las áreas del local y permiten, por ejemplo, mayor nivel de ruido en el salón comedor que en la cocina de un restaurante.
También puede dictar la potencia de los equipos emisores de sonido –televisores, hilo musical, altavoces– en el local.
Algunas localidades requieren también el certificado final de obra de aislamiento acústico para verificar que paredes, suelos, techos, puertas y ventanas tengan las condiciones necesarias para bloquear la transmisión del ruido.
Esa certificación puede ser necesaria, dependiendo de la jurisdicción, para obtener la licencia de actividad, la licencia de apertura, la cédula de actividad, la licencia de primera ocupación así como la de segunda ocupación. Con este trámite se busca evitar los peligros derivados de la exposición al ruido y solo debe comenzarse el estudio cuando la obra esté realmente culminada con los materiales secos y curados.
Los despachos de vivienda, comercio, industria, ambiente de comunidades y municipios pueden requerir los certificados acústicos; mientras que empresas y profesionales especializados son los encargados de realizar las mediciones. Generalmente se trata de ingenieros con formación en acústica y contaminación sonora.
El servicio incluye mediciones, uso de equipos y honorarios profesionales. Su precio depende del tamaño y uso final del local, pero puedes considerar que parten de una base de 200 euros.
No todas las edificaciones necesitan el certificado. Pero cuando lo requieren, las autoridades pueden pedir que se trabaje con personal cualificado, laboratorios reconocidos y empresas acreditadas que realicen sus evaluaciones ajustados a normas ISO.
Algunos ayuntamientos solo solicitan una comunicación previa de actividad y no requieren una licencia. Recomendamos trabajar con empresas y personal experto en el tema para contar con la mejor asesoría.
¿Cuándo solicitar un certificado acústico?
El certificado de aislamiento acústico garantiza que se cumpla la normativa local respecto a producción y transmisión de sonidos al entorno. La legislación al respecto la dicta cada comunidad autónoma o municipio y de esas reglas depende si debes solicitar o no el certificado y cuándo debes hacerlo.
En algunos territorios se requieren para gestionar licencias de actividad, apertura u ocupación para locales potencialmente ruidosos como restaurantes, discotecas, bares, terrazas, locales comerciales, talleres mecánicos, industrias y otros. En general debes ocuparte de este tema antes de poner en servicio la actividad.
Depende precisamente del requerimiento de tu zona y del alcance del trabajo que exijan las autoridades, por ello no se habla de un lapso específico. También podemos recomendar la certificación acústica como medida preventiva para garantizar que se cumple la normativa relativa a ruidos y evitar quejas de vecinos.
Un trabajo extenso, que también puede presentarse como comunicación previa de actividad, incluiría una memoria de la actividad en la instalación, planos, fotografías y otras certificaciones técnicas relacionadas. Todo ello realizado por empresas y profesionales formados en el tema de contaminación acústica.
Además puede detallar las obras realizadas para el aislamiento acústico, los estudios de funcionamiento y el proceso total de certificación. Su ejecución se extenderá durante el tiempo que se realicen las mediciones, se redacte el informe y se tomen los correctivos pertinentes.
Como su nombre lo indica, el proceso ocurre entre el final de la obra y su puesta en servicio u operación. Las edificaciones deben aislar el ruido que se transmite al exterior en beneficio de sus habitantes, según los parámetros españoles de la edificación.
En el proceso de revisión se pueden recomendar medidas de rectificación o reacondicionamiento cuya ejecución debe considerarse en el lapso total de la certificación.
Las comunidades y ayuntamientos tienen la responsabilidad de alimentar los mapas de ruido que muestran la exposición al sonido de una población. El Sistema de Información sobre contaminación Acústica recoge ese trabajo y puedes verlo para tener una idea de cómo es tu entorno en materia de ruido.
Los temas relacionados con la Contaminación Acústica tienen el objetivo de proteger a los ciudadanos, y el certificado de aislamiento acústico busca demostrar que nuestro local cumple con la legislación al respecto.
No se trata del mismo procedimiento, pero ambos se orientan a limitar la emisión de sonidos capaces de perturbar. El primero es anterior al inicio de la actividad y la auditoría es un requisito solicitado por algunas comunidades autónomas y municipios para verificar el nivel de ruido de un local o instalación que ya se encuentra en funcionamiento. Otra característica de la auditoría es que requiere actualización periódica.
Finalmente es importante recordar que existe una legislación de la Unión Europea, nacional, de comunidades y municipios destinada a reducir la contaminación sonora en el ambiente para el beneficio de los ciudadanos. Un ruido de alto volumen y constante puede poner en riesgo la salud mental y física, así como causar conflictos sociales.
¿Cómo conseguir un certificado acústico?
El tema acústico no debe dejarse para el final del proyecto de construcción, remodelación, ampliación o reacondicionamiento de un local o instalación porque puede precisar la incorporación de materiales distintos a los planificados inicialmente o la modificación de espacios.
Propiamente, la tramitación de un certificado de aislamiento acústico arranca por la contratación de un profesional cualificado en materia de contaminación acústica. Por regla general se trata de un ingeniero, y su trabajo consiste en redactar un informe después de hacer mediciones con equipo especializado.
El profesional del tema acústico realiza mediciones en el local para determinar la cantidad de aislamiento real dispuesto en paredes, pisos, techos, ventanas y puertas del local o instalación a certificar. A continuación determina la cantidad de ruido que de trasmite desde el interior hacia el exterior del recinto. Todo esto con aparatos de medición de sonido.
Finalmente, el profesional redactará un documento o certificación que podrás presentar a las autoridades bien sea como requisito para trámites de licencia o actividad o para cumplir con una solicitud específica. El informe contendrá mediciones y conclusiones y además puede ofrecerte recomendaciones para mejorar el aislamiento del local.
Pese a que no todos los municipios españoles requieren tramitar la certificación, es cierto que todas las edificaciones se encuentran sujetas a regulaciones sonoras para limitar la producción de ruido y contaminación acústica. Desde las viviendas hasta las grandes industrias, pasando por locales comerciales, públicos y de esparcimiento. La trasgresión de las regulaciones puede acarrear multas o penas de cárcel a los infractores.
Recomendamos encargar la certificación a un profesional o una empresa cualificados, que tenga equipos de medición de ruido normalizados y cuyo trabajo se adapte a normas internacionales. Recuerda además que se trata de un proceso previo al inicio de actividades en el local.
Solo la ordenanza municipal del sitio donde proyectas establecer tu actividad te podrá responder si necesitas la autorización acústica porque el problema del ruido se considera un asunto local. El ayuntamiento, y en algunos casos la comunidad autónoma, establecen si el certificado acústico o certificado final de obra de aislamiento acústico son necesarios para obtener, por ejemplo, la licencia de apertura o de actividad.
Además, se puede prever que algunos locales produzcan más ruido que otros. Los potencialmente ruidosos suelen estar más vigilados respecto a la búsqueda de la protección de los ciudadanos. Por ejemplo, actividades nocturnas como bares, restaurantes, cines, bingos, discotecas, auditorios son más susceptibles de necesitar este tipo de certificados.
Pero actividades diurnas pueden ser grandes emisoras de sonidos. Entre ellas, peluquerías, gimnasios, escuelas de danza o música y locales de ensayo. Esos locales podrían recibir también el examen. Se suma el caso de las industrias que deben considerar el nivel de ruido producido por su maquinaria y su actividad en general.
El precio de esta certificación, que incluye mediciones y honorarios profesionales, tiene un precio de unos 200 euros y su total específico depende del uso y el tamaño del local a examinar.
Normativa y requisitos del certificado acústico
El requerimiento del certificado aislamiento acústico depende principalmente de los municipios y del tipo de uso al cual se destine un local o instalación. Pero en general la regulación contra el ruido está contemplada en normativa de la Unión Europea, nacional –incluyendo el Código Penal–, autonómica y municipal.
En principio es importante consultar las ordenanzas municipales en materia de ruido para saber los requerimientos específicos de la zona y contar con asesoría especializada en la materia para cumplirla.
El territorio español está dividido en 8.122 municipios y la normativa para la prevención del ruido difiere entre ellos, así que el panorama es amplio y diverso. Pero siempre la intención es la protección del ciudadano frente a los riesgos de la exposición al ruido.
Por ejemplo, el ayuntamiento de Madrid dictó la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica que establece períodos sonoros para día, tarde y noche junto a los valores mínimos de aislamiento que deben tener los locales.
El texto no exige una certificación previa, pero permite establecer limitaciones de funcionamiento y horarios a los inmuebles y exige a las edificaciones nuevas cumplir las indicaciones del Código Técnico de la Edificación.
Por su parte, el ayuntamiento de Barcelona contempla multas contra el ruido incluyendo cantos y gritos, ruidos domiciliarios, de animales y al aire libre. Los de Vigo y Sevilla incluyen certificaciones acústicas entre los requisitos para otorgar licencias de actividad.
Puedes considerar el Documento Básico HR Protección frente al ruido del Ministerio de Fomento un marco para la acústica, en especial para edificaciones nuevas. Ese texto indica en el que un recinto se considera ruidoso cuando presenta una presión sonora media a partir de 80 decibelios (dB), y que se considera local de actividad aquellos entre 70 y 80 dB.
El Documento Básico forma parte del Código Técnico de la Edificación (CTE) y regula condiciones de aislamiento, sus controles y verificaciones.
La base legal española parte de la Ley 38/1972 de Protección del Ambiente Atmosférico que dictamina los usos de los territorios por nivel de ruido. El Real Decreto 1513/2005 profundiza en gestión y evaluación de ruido. Entre sus recomendaciones se encuentra la elaboración de mapas de ruido y que las autoridades dicten planes de acción para disminuir la exposición de la población.
El Código Penal de España considera al ruido un delito contra el medioambiente (Capítulo III, artículos 325 al 331). Este texto ya establece multas y penas de cárcel para infracciones contra límites de sonidos.
La Unión Europea tiene una Directiva sobre el Ruido Medioambiental y la Comisión Europea requiere información de sus miembros sobre cómo mejora las condiciones de vida de sus ciudadanos, incluyendo la disminución de la contaminación sonora.
La UE establece un máximo admisible de ruido de 65 dB en el día y 55 dB en la noche.
La Comisión Europea recomienda en una directiva de 2015 criterios comunes para evaluación del ruido, para contribuir a que los Estados prevengan y reduzcan el ruido ambiental.
Cuanto cuesta certificado acústico
El Certificado acústico es un documento imprescindible en ciertos contextos para corroborar que un espacio cumple con la normativa vigente sobre niveles de ruido. La necesidad de este certificado puede surgir tanto en fase de proyecto como en la de ejecución de obras, así como para la obtención de licencias de actividad o a raíz de denuncias por contaminación acústica.
El coste de obtener un certificado acústico varía según diversos factores, como el tamaño del espacio a certificar, la complejidad del estudio y las tarifas de los técnicos, que suelen ser arquitectos, aparejadores o ingenieros. En promedio, los precios se sitúan en un rango que oscila entre los 200 y 600 euros.
En general, el procedimiento para la certificación incluye la visita técnica al lugar, la realización de mediciones sonoras, la elaboración del informe y la emisión del certificado. Este proceso es esencial para garantizar que los niveles de sonido son adecuados para la actividad que se desarrolla en el interior de un inmueble o que se genera hacia el exterior, asegurando así el bienestar de las personas y el cumplimiento de la ley.
Es importante recalcar que el precio final siempre dependerá de las características específicas de cada caso y que es recomendable consultar a un profesional que pueda proporcionar una cotización detallada basada en las necesidades particulares de cada cliente.
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