Ya hemos hablado de cómo solucionar el ruido de las tuberías y de cuándo es necesario renovar las tuberías de plomo.

Las canalizaciones de cobre tienen una alta durabilidad, pero no son invulnerables. Sigue leyendo para averiguar cómo reparar una tubería de cobre que lleva agua, y cuáles son las ventajas sobre otros tipos de tubería.

Características de las canalizaciones de cobre

El cobre es un material de uso frecuente en las canalizaciones de agua, tanto fría como caliente, tanto para consumo (sea en red o en pozos particulares) como para agua de procesos (recirculación, calefacción, etc.).

Su especial resistencia a la corrosión, debido al alto potencial reductor, permite a las instalaciones hechas de este material una durabilidad de años e incluso décadas, sin que se vean afectadas las propiedades de salubridad en el suministro de agua potable.

El cobre además tiene un alto punto de fusión (uno de los más altos en un metal), lo que hace que el cobre tenga aplicaciones en instalaciones de agua u otros fluidos a muy alta temperatura, sin que se deteriore.

Las canalizaciones de cobre tipo tubo (tuberías) están normalizadas. De esta forma en mercado no se puede encontrar cualquier diámetro, sino que todos los fabricantes realizan sus tuberías de acuerdo a un estándar internacional de medidas, ya sea en métrica decimal o inglesa (pulgadas).

La maleabilidad del cobre permite que los fabricantes puedan realizar multitud de piezas para soldar a las tuberías y realizar con ellas multitud de tipologías de instalación. Además, el cobre suelda bien con otros materiales de base cobre, como pueden ser el bronce o el latón.

El principal inconveniente de las tuberías de cobre es que la unión de elementos debe hacerse siempre con soldadura con soplete y con aleación de estaño-plomo-plata como material de aporte.

Esto obliga a que se genere llama, que las piezas alcancen temperaturas muy altas (superiores a 400ºC) y pueda provocar quemaduras durante los trabajos. En todo caso, la soldadura representa un medio eficaz de unión.

¿Cómo soldar un poro en una tubería?

Puede ser que tengamos la experiencia de que una tubería de cobre presente un poro por el que sale agua. Lo primero que tendríamos que analizar es si la palabra poro es la adecuada.

Hablamos de poro a todo aquel agujero con diámetro inferior a 1 mm (e incluso a 0,5 mm). Se trata de un agujero con pérdidas muy leves (goteo o chorro a presión inferior a 0,5 ml/seg). En este caso, habría que distinguir varias situaciones:

  1. Poro en una tubería accesible (no soterrada o embutida en pared).
  2. Poro en una tubería de difícil acceso.
  3. Poro en una unión soldada.
  4. Poro fuera de unión soldada (en el cuerpo de la tubería).
  5. Agujero (es decir, algo que no sea un poro).

Si las tuberías son accesibles, el proceso sería vaciar la tubería de agua o al menos no tener a presión las tuberías, con ánimo de mojar lo menos posible en la operación y además facilitar al soldadura.

Posteriormente, si está en unión soldada, desoldar la tubería y volverla a soldar. El poro debería haber desaparecido. Si el poro está fuera de la unión soldada el tratamiento es similar al caso 5. 

Si la tubería no es accesible, hay que hacerla accesible. En ese caso habrá que romper paredes, suelos, etc. hasta permitir el acceso. Entonces, si estamos en el caso 3 desoldamos y soldamos y si no, el tratamiento es similar al caso 5, que se descibe a continuación.

Reparar una tubería de cobre perforada

En el caso 5 (agujero), existen tres posibilidades para la soldadura.

  • Tapaporos para tubería de cobre: soldar una tubería de cobre sin soplete

Aunque hablamos de soldar sin soplete, en realidad nos referimos a no soldar. Existen en el mercado piezas de apriete tipo abrazadera que permiten la estanqueidad permanente de la tubería.

No obstante tienen el inconveniente de ser más caras y de verse afectadas en el tiempo sobre todo en tuberías con alta temperatura. Además, su tamaño es función del tamaño del agujero y puede ser que no haya espacio para su uso. 

  • Reparar la tubería perforada con una pieza de cobre

La segunda posibilidad es soldar con una pieza de cobre, o un tubo o similar. Esta opción es poco profesional y aparte de requerir bastante pericia por el soldador se trataría de una solución poco estable, ya que una sobrepresión podría dañar el conjunto y volver a salir la fuga. 

  • Reparar la fuga de agua creando una nueva tubería de cobre

La tercera es la más profesional, pero al mismo tiempo la más laboriosa y complicada. La tubería debe sanearse, es decir, cortarse y repararse. Si el corte es muy grande, incluso habría que poner algún suplemento de tubería.

En este caso, sobre el corte, se pondría lo que se denomina un manguito de reparación. Este manguito crea una tubería nueva sobre el corte y una vez soldado por sus extremos el conjunto queda firme como una tubería corriente, de manera que una sobrepresión no lo dañaría.

Dicho esto, en nuestra opinión siempre recomendamos realizar las reparaciones de esta última forma, sin considerar diferencias entre poro, agujero, grieta, etc.

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Radium Vergina
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