En todo de proyecto de vivienda, ya sea básico o de ejecución, es crucial la labor del arquitecto de documentarlo por escrito y de forma audiovisual. ¿Qué diferencia existe entre el proyecto básico y de ejecución de vivienda? Descubre en qué consiste el «Proyecto básico», el «Anteproyecto» y el «Proyecto ejecutivo»

En cualquier encargo que implique elaborar el proceso entero que va desde la idea de un edificio, hasta de colocar el último pomo de acero galvanizado en la puerta 3.19, tiene que ser documentado y grafiado convenientemente. En mi época universitaria tuve un profesor que solía enfadarse bastante con los alumnos, tal era su nivel de exigencia y que además solía traerse los problemas del despacho al aula, pero también solía acertar con sus frases lapidarias. Una de ellas era: “Si los edificios se pudiesen contar o explicar, no harían falta los planos”.

De la misma manera que el Mester de Juglaría no era suficiente con el paso de los siglos para transmitir el saber de una generación a otra, y a pesar de los esfuerzos de los poderes imperantes, al final la gente aprendió a leer y se democratizó el acceso al conocimiento por el invento de la imprenta por Gutenberg en el siglo XVIII, la entrada de los ordenadores en el siglo XX y la explosión de Internet a principios del siglo XXI.

Por tanto, la información por escrito, combinada con la audiovisual es fundamental para que una idea se materialice. Y en un proyecto de vivienda se necesita un arquitecto para redactarlo, y una serie de agentes para ejecutarlos, que pueden estar supervisados por el propio arquitecto si se encarga de la dirección de obra.

Alejándonos un poco de lo que dice el Decreto 2512/1977 del 17 de junio, en el que mediante unas definiciones algo enrevesadas se define “Proyecto básico”, “Anteproyecto” y “Proyecto ejecutivo”, vamos a situar dichas definiciones en un plano entendible para los clientes, que al fin de cuentas son los que solicitan los servicios.

Proyecto básico vivienda

Tras la primera (o las primeras visitas) de obra llevadas a cabo por el arquitecto redactor, en las que reunirá todos los datos necesarios para establecer los puntos de partida del trabajo, se redacta la materialización de la idea definitiva, ya poco susceptible por parte de cambios por parte del cliente. Cualquier cambio conceptual, volumétrico o constructivo debe siempre incluirse en esta primera fase, que además nace de la necesaria croquización.

La toma de datos, las mediciones, el estudio geotécnico, las catas, el plano topográfico, etc., son los documentos que se deben elaborar o conseguir y contrastar en estas primeras visitas, así como el resumen de las normativas vigentes, tanto urbanísticas como ordenanzas municipales de la edificación y variantes del Código Técnico de la Edificación fundamentales en la concepción del Proyecto Básico.

Por tanto, el proyecto básico es un conjunto de planos de carácter principalmente geométrico que indican la nueva realidad imaginada, sin entrar en temas técnicos.

El anteproyecto

Es la viabilidad técnica del proyecto básico, y normalmente llevará implícitos cambios ligeros formales o de superficies. Se trata de “tecnificar” la propuesta. Realizar cálculos de estructura, propuestas constructivas, estudios de eficiencia energética…una vez este proceso ha acabado, el edificio se habrá cargado de información y la documentación podrá servir para la concesión de licencias (salvo que expresamente las instituciones permitan que el proyecto básico asuma esas funciones, casuística bastante probable hoy en día cuando se han añadido opciones como los “enterados” acelerados con el fin de empezar a ejecutar obras con premura. Por supuesto, esta circunstancia se da en determinados proyectos específicos de mejora o de reforma de un elemento arquitectónico existente.

Proyecto de ejecución vivienda

Es el documento que contiene toda la información necesaria para que el director de obra pueda plasmarla a la realidad. Planos a pleno detalle, especificaciones técnicas, estudio de seguridad y salud, pliego de condiciones, presupuesto y mediciones, secciones y detalles constructivos, planos de estructura, instalaciones y cimentación… Ningún aspecto puede quedar sin resolver en este documento. Las correcciones directamente en obra son una muestra de que el proyecto ejecutivo no fue redactado con corrección.

En un edificio de una vivienda unifamiliar el documento total podrá contenerse en una caja de archivo de seis centímetros de grosor, en edificios más complejos la extensión de los documentos será tal que podrían ocupar varias cajas de archivo o una pared entera, por tanto, que la información también llegue en formato informático al director de obra es esencial, para que éste la gestione de la mejor manera posible, sin la necesidad de realizar impresiones en papel a numerosos agentes que lo único que consiguen es empobrecer el medio ambiente. Finalmente, también en la documentación del proyecto se adjuntan los archivos As Built, que son los que indican la definición exacta y técnica del proyecto ejecutivo que ya ha sido construido, por si hay alguna modificación en obra.

Alejandro Darias Mateos
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