El alquiler de viviendas vacacionales, especialmente a través de plataformas como Airbnb o Homaway, está en pleno boom. De hecho, más de 8 de cada 10 de las personas que han ofertado un piso para turistas a través de páginas de alquiler vacacional creen que esta modalidad compensa más que la convencional, particularmente en lo que se refiere a ingresos. Así, no es raro que cualquiera sopese alquilar su vivienda o una habitación en vacaciones. Pero ojo antes de dar el paso, porque las papeletas para incumplir la normativa no son pocas. Te contamos por qué.
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Quiero alquilar mi casa en verano o en Navidad
¿Te vas de viaje en Navidad o durante las vacaciones de verano y quieres sacar un extra con el alquiler de tu vivienda? Entonces te interesará saber cómo alquilar tu casa en vacaciones. Para ello, lo primero será consultar, presencialmente o a través de la red la normativa de tu comunidad autónoma y de tu cuidad.
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Esto es así porque, desde la modificación de la Ley de Arrendamientos Urbanos en 2013, el alquiler de piso de vacaciones se excluyó de la normativa nacional. Por ello, las Comunidades Autónomas establecen los requisitos a través de sus propias normativas.
Esto abre la puerta a enormes diferencias en función de donde se ubique el piso que se pretende alquilar. Más allá de que en unas comunidades o en otras la vivienda tenga que tener determinadas características para acceder al alquiler vacacional, las disparidades llegan tan lejos que en algunos lugares ni siquiera podrás plantearte la opción legalmente, como sucede en Baleares.
La situación se repite si lo que barajas es alquilar a turistas una habitación de tu vivienda mientras sigues residiendo en ella. Mientras que normativas como la andaluza prevén esta opción, otras ni la contemplan como posibilidad, por ejemplo la Comunidad Valenciana.
Reglas generales para alquilar piso en vacaciones
Pese a todo, entre las cuestiones que por lo general no faltarán, vivas donde vivas, para poder alquilar tu casa por vacaciones figurarán las siguientes:
- Contar con cédula de habilitabilidad o licencia de ocupación.
- Inscribir la vivienda en el registro de establecimientos turísticos de la Comunidad Autónoma y firmar una declaración responsable.
- Emplear el código de inscripción que te otorguen en cualquier publicidad de la vivienda.
Además, el piso deberá reunir ciertas condiciones que variarán enormemente entre los distintos territorios.
Leyes sobre alquiler de vivienda a turistas, en plena transformación
La multiplicidad de normas no es la única dificultad que enfrentarán los propietarios que quieran alquilar una habitación o su casa en vacaciones. Otro escollo lo plantea que muchas de las normativas regionales estén en pleno proceso de cambio, lo que genera incertidumbre.
Mientras que Baleares aprobó durante el verano de 2017 su nueva normativa, contra la que las asociaciones sectoriales plantean batalla; Canarias y Madrid están en fase de transformación de sus legislaciones sobre alquiler vacacional, después de la Justicia las tumbara por las restricciones que incluían. La incertidumbre se extiende además a Castilla y León y Galicia, cuyas normas han sido recurridas por la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC).
Así, a falta de una regulación nacional que zanje las diferencias que existen sobre el alquiler de pisos particulares a turistas, antes de poner tu vivienda en alquiler a través de Airbnb o cualquier plataforma, asegúrate de cuál es la normativa de tu ciudad y comunidad, y no olvides que tendrás que tributar por los beneficios que obtengas por esta práctica.
En caso de necesitar una licencia turística, unos planos, una cédula de habitabilidad u otros trámites técnicos o legales puedes ponerte en contacto con un profesional de tu zona que además te sacará de dudas con la normativa de tu comunidad.