Cuando tengamos intención de alquilar una vivienda de nuestra propiedad, nos preguntaremos (entre otras cosas) si necesitaremos disponer de la cédula de habitabilidad para realizar dicha operación. Para contestar a esa pregunta, explicaremos qué es la cédula de habitabilidad y en qué consiste este trámite.
¿Qué es la cédula de habitabilidad?
La cédula de habitabilidad se encuentra definida en la Ley 18/2007 de 28 de diciembre, del derecho a la vivienda: Art. 26.1. La cédula de habitabilidad y, en el caso de las viviendas de protección oficial, la calificación definitiva, son los documentos específicos que acreditan que una vivienda cumple las condiciones de calidad establecidas por el articulo 22 y que, en consecuencia, es apto para ser ser detinado a residencia.
Para ocupar una vivienda, es preciso haber obtenido previamente dicha acreditación. Y en el articulo 26.2 nos indican en qué casos se requiere: en cualquier transmisión, por venta, alquiler o cesión de uso, incluidas las derivadas de segundas y sucesivas transmisiones, es preciso acreditar que la vivienda cumple las condiciones de calidad, mediante la entrega o disposición de la cédula de habitabilidad vigente, de cuya presentación puede exonerarse en los supuesto y con las condiciones que establece el articulo 132.a.
Por lo tanto, la ley nos obliga a disponer de Cédula de habitabilidad vigente si queremos alquilar nuestro inmueble.
Información contenida en la Cedula de habitabilidad
La cédula de habitabilidad se denomina de primera ocupación cuando se refiere a viviendas de nueva construcción y de segunda ocupación si se refiere a viviendas usadas.
Los datos que constan en la Cédula de habitabilidad son:
- Dirección y ubicación de la vivienda.
- La superficie útil de la vivienda y de las habitaciones
- Las estancias y los espacios que componen la vivienda
- El lindar máximo de ocupación
- La identificación y titulación del técnico/a que certifica la habitabilidad.
Para obtener la cédula deben cumplirse unas condiciones mínimas de habitabilidad que son comprobadas por el técnico que realiza la visita a la vivienda. Una vez otorgada la cédula de habitabilidad, dispone de una fecha caducidad que en la actualidad son 15 años a partir de la fecha de expedición (puede variar dependiendo de la comunidad autónoma).
Si nuestra cédula de habitabilidad está caducada, deberemos proceder a su renovación mediante la contratación de un técnico competente que nos pueda certificar la habitabilidad de nuestra vivienda.