Si estás pensando en deshacerte de esa finca que has heredado, o que en su momento compraste como inversión pero no utilizas para nada, o que simplemente no necesitas, obteniendo el mayor beneficio de ella, hoy te vamos a dar una serie de consejos para que la venta se produzca con la máxima rapidez posible.
Pasos para vender una finca
Lo primero de todo será fijar un precio de venta, el cual no debe de ser ni excesivo, ni quedarse por debajo del valor de mercado. Para esto, si no conocemos con seguridad la horquilla de precios en la cual se mueve nuestra propiedad, es altamente recomendable solicitar una tasación o valoración de la misma a un profesional competente, el cual nos sabrá aconsejar o encaminar sobre qué cifra pedir.
Anunciar la venta de la finca
Una vez hayamos decidido el valor de mercado de nuestra finca, el siguiente paso será anunciarla. Las vías más efectivas para su venta será el anuncio de la misma en una inmobiliaria física o por internet, siendo esta última la que más difusión le dará, ya que alcanzará a un mayor número de personas, y en consecuencia, de compradores.
Impuestos y gastos
Una vez hayamos encontrado comprador, debemos tener en cuenta que cuando se vende una finca rústica hay que tener en cuenta una serie de impuestos y gastos adicionales como notaría, registro, Hacienda y/o gravámenes atrasados (de los cuales normalmente se hace cargo el comprador).
Será necesario realizar un contrato de compraventa de la finca rústica que podrá ser realizado por la misma inmobiliaria o por un abogado.
El impuesto de Plusvalía
El famoso Impuesto de Plusvalía (El Impuesto sobre el incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (IIVTNU), no será de aplicación en caso de los inmuebles de naturaleza rústica.