Auditoría acústica en Asturias

La obtención de una auditoría acústica en la provincia de Asturias implica seguir una serie de pasos que permiten evaluar los niveles de ruido y asegurar el cumplimiento de la normativa vigente en materia de contaminación acústica. Este procedimiento es esencial para diversos tipos de actividades y establecimientos que puedan generar emisiones sonoras que afecten tanto al medio ambiente como a la salud de las personas.

Para comenzar el proceso, es necesario contactar con un profesional o empresa especializada en acústica que esté acreditada para realizar mediciones de sonido y emitir informes de auditoría acústica en Asturias. Dicha entidad deberá contar con la certificación y el equipo técnico adecuado para llevar a cabo las mediciones requeridas.

El siguiente paso es programar una inspección en la que se realizarán mediciones in situ para determinar los niveles de presión sonora emitidos por la actividad o fuente de ruido a auditar. Esta inspección tiene que llevarse a cabo siguiendo las especificaciones del marco legal aplicable, que en España está compuesto por la Ley del Ruido, la legislación autonómica asturiana y las ordenanzas municipales, cada una con sus propios límites y requisitos.

Tras las mediciones, la empresa especializada elaborará un informe que incluirá los resultados obtenidos y una valoración de los mismos en relación a los límites permitidos. Si se identifican excesos en los niveles de ruido, el informe también podrá incluir recomendaciones para la implementación de medidas correctoras.

Es fundamental asegurarse de que la evaluación acústica tenga validez legal, por lo que todos los procedimientos deben cumplir con la normativa técnica y los técnicos encargados de realizar las mediciones han de estar debidamente cualificados.

Finalmente, el informe de la auditoría acústica tendrá que ser presentado ante la administración correspondiente, que puede ser el ayuntamiento local o la consejería competente del Principado de Asturias, como parte de la documentación requerida para obtener licencias de actividad, para resolver denuncias por ruido, o como un requisito dentro de procesos de certificación medioambiental.