El encargo de este trabajo vino por parte de un grupo de ganaderos que tenían arrendado un monte para el pasto de su ganado. Dicho monte era de una comunidad de propietarios que lo habían heredado y no sabían dónde estaban sus límites reales. En este caso, el trabajo que realizamos fue la interpretación de unos planos bastante antiguos y rudimentarios, así como el estudio y búsqueda de toda la documentación relativa a la propiedad y, posteriormente, el amojonamiento de la propiedad basándonos en todo lo anterior.
Índice de contenidos
Paso 1: Los límites de la propiedad son desconocidos
En dicha reunión, los clientes nos manifiestan que:
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- No tienen claro dónde se encuentran los linderos del monte.
- Los vecinos les dicen, aunque con poca o relativa seguridad, que están en un sitio. Los propietarios de la finca colindante, que están en otro.
- Creen que los dueños del monte colindante les quieren arrebatar un trozo aprovechando su desconocimiento.
Los clientes nos muestran en la reunión toda la documentación que poseen, que es poca y está muy deteriorada. Lo que se conserva en mejor estado es un plano que mostraría que sus vecinos se están aprovechando de nada más y nada menos que 62 hectáreas de su terreno.
Paso 2: ¿Dónde encontrar la información sobre los linderos?
Nos ponemos a investigar la propiedad, yendo en primer lugar al Registro de la Propiedad con las correspondientes autorizaciones y toda la información de la que disponemos.
Fue un proceso bastante laborioso, ya que la información no estaba actualizada y la titularidad del monte constaba a nombre de personas ya fallecidas, dos o tres generaciones por detrás de los actuales dueños.
Se extrajo la información relativa a la titularidad y se contrastó con los vecinos propietarios. Uniendo sus declaraciones con la información del Registro de la Propiedad nos hacemos una idea de dónde pueden estar los límites del terreno.
Se trataba, según las escrituras y la nota simple, de un terreno con una superficie de 201 hectáreas, de las cuales, según nuestros cálculos, estaban siendo aprovechadas la mitad debido al desconocimiento de los dueños.
Paso 3: Situar la linde sobre el terreno con un amojonamiento provisional
El trabajo de campo consistió en situar en el terreno los linderos descritos en las escrituras, que databan de 1835. Las descripciones del terreno eran bastante difíciles de interpretar, pero poco a poco se fue logrando a base de tiempo y con la ayuda de los propietarios y los arrendatarios.
Este arduo trabajo nos llevó 10 jornadas de trabajo completas, y dio como resultado un amojonamiento provisional del monte.
Posteriormente, ayudados por un GPS, procedimos a la toma de puntos por todo el perímetro del monte. Ya podíamos dibujar un mapa en el que la realidad estuviese reflejada de forma clara.
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Paso 4: Toma de puntos con GPS y dibujo del plano del monte
Con la toma de los puntos que nos dio el GPS, procedimos a la realización de un plano que se ajustase a nuestros descubrimientos.
Se generó un mapa que contenía una superficie de 201 hectáreas, tal como reflejaban las escrituras y los datos obrantes en el Registro de la Propiedad.
Paso 5: Actualizar el límite del terreno en el Registro de la Propiedad
Una vez elaborado el plano y marcados los límites físicos en el terreno, se procedió a la actualización de los datos tanto en el Registro de la Propiedad como en el Catastro.
Para esto, además de nuestro trabajo, fue necesario que los propietarios actuales fueran a un notario a actualizar la escritura y formalizasen los impuestos oportunos.
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Los trabajos de cierre del monte
Este trabajo fue bastante arduo ya que partíamos de muy poca información y bastante deteriorada, pero nos hizo ver que siendo honestos y constantes con nuestro trabajo los frutos siempre se recogen.
Tanto los propietarios como los arrendatarios nos fueron de mucha ayuda colaborando en todo lo que nos hizo falta, así como acompañándonos en las jornadas interminables de trabajo.
Actualmente, se encuentran realizando los trabajos de cierre del monte, para que las futuras generaciones no se vean abocadas al mismo problema que ellos.
Es importante saber dónde están los límites de todos los terrenos de nuestra propiedad, y para ello es necesario contratar a un profesional. Aunque pueda sonar “de cajón”, no lo es tanto en muchas ocasiones.