Aunque alquilar habitaciones por días no es algo nuevo, sí es un fenómeno que ha crecido de manera exponencial con la irrupción de plataformas online como Airbnb o Homeaway.
¿Es legal alquilar habitaciones de tu casa?
La pregunta no tiene una respuesta única. La legislación de alquiler de habitaciones para uso turístico ha pasado a ser competencia de las Comunidades Autónomas. A estas se suman las propias ciudades, lo que ha dado lugar a una maraña normativa con visiones confrontadas sobre la materia.
Las plataformas colaborativas para el alquiler son una de las vías más empleadas por propietarios e inquilinos para arrendar una vivienda o una habitación a turistas. En 2016, casi cinco millones y medio de viajeros acudieron a Airbnb en España.
¿Es legal Airbnb en España?
El dato refleja la expansión de esta modalidad de alquiler extrahotelero. En 2016 registró un crecimiento del 82% respecto al año anterior. Esto ha desatado las alarmas en el sector. Una práctica legal, ilegal o alegal según el territorio en el que se ubique la vivienda y según el análisis que se efectúe.
Quienes quieran alquilar su casa a turistas o aquellos que decidan arrendar o subarrendar una de las habitaciones se toparán con la normativa autonómica. Esta puede autorizar esta práctica, limitarla o no contemplarla.
En ese último extremo se sitúa Cataluña. Su normativa “no prevé la posibilidad del alquiler turístico de una habitación de un piso compartido”. Apunta que el propietario no puede estar viviendo en el inmueble que se oferte a turistas. A esta situación se suma, para determinar por ejemplo si airbnb es legal en Barcelona, la regulación de la administración local, que mantiene congelada la concesión de licencias.
En la práctica, la decisión del Ayuntamiento de Barcelona impide a los nuevos anfitriones alquilar su casa o una habitación a turistas de forma legal, puesto que la licencia es uno de los requisitos para hacerlo. En el caso de la ciudad condal, a esta exigencia se suma la inscripción de la vivienda en el registro habilitado a tal efecto, algo que se extiende a prácticamente todas las comunidades, así como el cumplimiento de ciertos requisitos, como contar con la cédula de habitabilidad.
Legislacion Airbnb en Madrid
Mientras se avanzan cambios en Cataluña, donde la Generalitat planea aprobar una nueva normativa que regularice el alquiler de habitación en viviendas particulares durante un máximo de cuatro meses al año y con la sujeción a una tasa turística por persona y noche, comunidades como Andalucía han aprobado el alquiler de habitaciones a turistas, regulado en el Decreto 28/2016, mientras que en otras como Madrid se prevén modificaciones legales.
Así, el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad de Madrid, donde el periodo mínimo de alquiler es de cinco días, lo que limita el arrendamiento para estancias cortas, han manifestado su intención de regular el alquiler de viviendas o de habitaciones por particulares. En el caso de la capital, el ayuntamiento pretende negociar con las plataformas y sopesa la aplicación de una tasa turística y de la limitación de los días al año en los que se permite esta actividad.
Por su parte, el Gobierno regional es también partidario de promulgar una nueva normativa que regule esta práctica sin que esto suponga su prohibición. Sin llegar a ese extremo, hay lugares donde alquilar legalmente a turistas se hace muy cuesta arriba, como en Canarias, donde se limita esta práctica a suelos no turísticos, o Baleares, archipiélago en el que está autorizado el arriendo de casas, pero no de pisos.
A la normativa que establezca cada región e incluso cada ciudad, habrá que sumar, para saber si el alquiler o subarriendo se realiza de acuerdo a la normativa, las reglas de la comunidad de propietarios. Estas pueden limitar esta actividad, así como el contrato de alquiler, en el caso de subarriendo, en el que también se puede prohibir esta práctica.
Contrato de alquiler de habitación según el Código Civil
Frente a la multiplicidad de normas que operan sobre el alquiler por días a turistas, el Código Civil ofrece respuestas para el alquiler de habitaciones. Esta práctica no es nueva en España, pero se ha popularizado hasta niveles inéditos.
Es abundante la jurisprudencia que apunta a que este tipo de contratos están sometidos a las disposiciones del Código Civil. El cual regula el arrendamiento y el contrato de subarriendo de habitación. Según recoge el artículo 1.550, “cuando en el contrato de arrendamiento no se prohíba expresamente, podrá el arrendatario subarrendar en todo o en parte la cosa arrendada”.
El Código Civil también recoge el uso de habitaciones en el capítulo dedicado al usufructo. Este sería de aplicación al alquiler de habitaciones en vivienda habitual. Ante la cuestión de si es legal alquilar habitaciones sin contrato, la misma norma es flexible. Admite el contrato verbal, que puede plasmarse por escrito siguiendo cualquier modelo de contrato de alquiler de habitación.
Sobre este asunto, la plataforma Airbnb apunta que los anfitriones están en su derecho de solicitar a los huéspedes que firmen un contrato. Tienen que advertir de ello en las condiciones de la reserva.
Otro aspecto es en la obligación de pagar impuestos por los beneficios obtenidos por el alquiler a turistas. Puede estar sometido a IVA y tener que tributarse en la declaración de la renta. A estos impuestos se puede sumar una tasa turística según la ubicación de la vivienda.
Con tantas normativas en curso o pendientes de aprobación, lo más recomendable es consultar a los servicios de turismo de la ciudad. También es recomendable consultar con la autoridad competente a nivel autonómico. De esta forma se está 100% seguro de que no se vulnera la normativa, lo que podría derivar en sanciones.