Las fachadas vegetales son paramentos exteriores de edificios formados entre otros componentes por elementos verdes –plantas, césped, flores, hortalizas, algas, etc-.
Existen distintos sistemas constructivos que sirven como revestimiento de fachadas vegetales, los cuales se pueden jerarquizar principalmente en tres categorías:
- El elemento vegetal es el único material para construir la fachada, suelen ser construcciones efímeras puesto que la vida de éstas fachadas verdes depende de la vida del vegetal empleado. Un ejemplo de este tipo de fachadas ecológicas es el de las viviendas construidas con módulos de paja.
- Otra tipología de fachadas verdes consiste en construir el cerramiento con soluciones constructivas convencionales utilizando como último elemento –el que se encuentra en contacto con el exterior- algún componente vegetal. Existen muchas fachadas donde se emplee este sistema, como por ejemplo el jardín vertical que podemos ver en el Paseo del Prado en la ciudad de Madrid -en la plaza previa al Caixa Forum- donde se pueden observar 250 especies diferentes de plantas que se adhieren a un tapiz convenientemente irrigado.Otro ejemplo quizá mucho más habitual en muchas viviendas es la plantación de plantas trepadoras que crecen sobre los muros norte de las viviendas a veces con ayuda de mallas, o los patios andaluces donde las fachadas se llenan de macetas para refrigerar esos pequeños espacios.
- Por último, aparece en esta clasificación las fachadas ligeras donde los elementos se construyen expresamente para la instalación de elementos vegetales, como es el caso del hormigón vegetal que se pueden contemplar en el Museo San Telmo en San Sebastián donde las placas que conforman el cerramiento poseen poros de distinto tamaño donde se alojan distintas especies vegetales, o un sistema quizá más novedoso y aún en fase de estudio, cuyo elemento principal son algas marinas que se introducen en el interior de paneles y en función de la luz que reciben incrementan su tamaño y por tanto tamizan la luz de la estancia interior.
Las fachadas vegetales ayudan a la eficiencia energética de nuestras viviendas y a los edificios públicos y privados de nuestras ciudades.