Según los datos del segundo informe del IDAE sobre el Estado de la Certificación Energética de los edificios datos CC.AA, publicado en enero de 2015 y que recoge datos desde julio de 2013 y hasta el 31 de diciembre de 2014, la calificación energética E es la más frecuentemente obtenida, con un 46% de los inmuebles, seguida de la G, con un 25% y la F con un 13% de los inmuebles existentes certificados.
Es decir, el 84% de los inmuebles existentes obtienen la calificación energética E, F o G. Si imaginamos la escala de eficiencia energética como si fuera un tren con sus vagones, tendríamos que imaginar algo así: A / BC / D / EFG. A sería la locomotora de la eficiencia energética B y C un vagón exclusivo al que muy pocos consiguen acceder, D sería esa amplia clase media a la que muchos pueden acceder y por último, en el vagón de cola, las clases E, F y G, que es el vagón en el que se encuentra la mayoría del parque inmobiliario español. Como explicamos en nuestro anterior post, los inmuebles con calificaciones E, F y G tienen niveles de consumo de energía primaria muy similares.
Características de la calificación energética E
La escala de certificación energética presenta en siete niveles: de la letra A, para las viviendas más eficientes, a la letra G, para las menos eficientes. La etiqueta energética de una vivienda certificada contiene dos calificaciones en esta escala: una de consumo y otra de emisiones. A veces estas dos calificaciones coinciden en la letra, pero en otros casos pueden ser diferentes. La calificación de consumo mide la energía que consume la vivienda y la calificación de emisiones el dióxido de carbono que se expulsa a la atmósfera con dicho consumo.
Aunque la letra calificación energética E se encuentre en la parte baja de la tabla de calificaciones energéticas no debemos considerarla una mala calificación. Dado el modelo de construcción que se ha seguido en España hasta el año 2007, un certificado energético E es un buen resultado, ya que la mayoría de viviendas construidas en nuestro país lo han hecho sin exigencias de aislamiento y sin incluir medidas de eficiencia energética.
Análisis comparativo
Realizando un análisis similar al que hicimos para la calificación F mediante simulación, podríamos decir sobre el consumo de la calificación E, lo siguiente:
1) La Calificación E es de consumo parecido a las calificaciones F y G.
2) La vivienda tipo E consume entorno a un 50% más que la D.
3) La vivienda tipo E consume entre 2 y 3 veces más que la C.
4) La vivienda tipo E consume entre 3 y 5 veces más que la B.
5) La vivienda tipo E puede consumir entre 5 y 7 veces más que la A.
El certificado energético E es el más común en España
Los datos de los certificados energéticos de Certicalia realizados en toda España revelan que el 57,30% de las viviendas certificadas han recibido la calificación energética E en consumo y el 52,21% han resultado ser E en emisiones.
El certificado energético E es el más habitual en la mayoría de las comunidades autónomas con la excepción de Canarias, que es un caso especial ya que la gan parte de sus viviendas calientan el agua con el sistema de efecto Joule, el más penalizado por el certificado energético.
Calificación E: aprobado raspado
Aunque sea la más frecuente y se sitúe en el vagón de cola del consumo energético, la calificación E merece la consideración de aprobado raspado. Previsiblemente a partir de enero de 2016, el Gobierno permitirá a los ayuntamientos la reducción del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), en función de la Eficiencia Energética de los mismos. Las cifras que han trascendido, aunque aún no son oficiales son:
Calificación Energética | Reducción del IBI |
A | -20% |
B | -16% |
C | -12% |
D | -8% |
E | -4% |
F | 0% |
G | 0% |
SIN CERTIFICADO | 0% |
Por esto y aunque el nivel de consumo de la calificación E no es mucho mejor que el de las calificaciones F y G, podemos decir que la calificación E marca el límite entre el aprobado y el suspenso en eficiencia energética.
La buena noticia es que el 46 % de las viviendas existentes certificadas en España con calificación E (más de medio millón de inmuebles), podrán optar a algún tipo de descuento en el impuesto.
La noticia regular es que tan solo un 16 % de las viviendas existentes con certificado en vigor, superan la calificación E y podrán optar a descuentos superiores al 4%.
Una vivienda con calificación energética E gasta 1010 euros anuales en energía
En la estimación de gasto anual en calefacción, refrigeración y agua caliente calculada a partir de los datos recogidos en los certificados energéticos de Certicalia una vivienda de 100 m2 con certificado energético E gasta una media de 1010 euros al año. Este gasto supone la mitad que la siguiente calificación más habitual en España, la letra G. Esto que refuerza la idea de que la E no es una mala calificación energética en nuestro país.
Medidas de mejora más habituales en un certificado de este tipo
La medida de mejora más recomendada por los técnicos certificadores de Certicalia en los certificados energéticos E es la renovación de instalaciones térmicas. El cambio de una caldera estándar por una de condensación puede marcar la diferencia.
Intervenir sobre la fachada del edificio y el cambio de ventanas para mejorar el aislamientos de la vivienda son las otras dos medidas muy recomendadas.
En nuestro próximo post, hablaremos del siguiente nivel de eficiencia energética, el nivel D. Para ilustrar las diferencias, daremos datos sobre cuánta energía consume una casa con esta calificación, daremos datos sobre consumo eléctrico real y cifras sobre el consumo eléctrico en kW de los distintos aparatos eléctricos. Y no solo daremos datos y cifras sino que explicaremos las medidas de reforma más eficaces y las medidas de ahorro energético en casa, para que nuestros inmuebles en el vagón de cola, E,F,G, puedan aspirar a esa clase media alta que constituye el primer paso hacia un nivel de eficiencia energética muy alto.
Si quieres más información sobre el certificado de eficiencia energética no dudes en contactar con nosotros en el 91 119 63 35 o en www.certicalia.com