Las categorías A+, A++ y A+++ de las etiquetas de los electrodomésticos tienen los días contados. Los ministros de Energía de la Unión Europea acaban de dar luz verde a un nuevo sistema para el etiquetado de eficiencia energética de los electrodomésticos. La decisión empezará a ser visible en las superficies comerciales a finales de 2019, cuando las categorías se habrán limitado, para ir únicamente de la A a la G.
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Motivos del cambio del etiquetado energético
La modificación del etiquetado, impulsada por el Parlamento Europeo, parte de una realidad: la gran mayoría de los equipos a la venta cumplen las exigencias requeridas para la categoría A, la más eficiente. Por esta razón, se ha producido una eclosión de las subcategorías A plus, mayor en algunos aparatos, como frigoríficos, que las autoridades europeas pretenden corregir.
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Más de 8 de cada 10 ciudadanos europeos (el 85%) se fijan en la calificación energética de un producto antes de adquirirlo. Por ello, este nuevo sistema que simplifica el etiquetado pretende ponérselo más fácil a los consumidores, no confundirles y favorecer la elección de electrodomésticos que les ayuden en el ahorro de energía.
De hecho, las autoridades europeas calculan que la entrada en vigor de estas nuevas etiquetas de eficiencia energética se traducirá en una importante reducción del gasto. En concreto, aseguran que este ahorro puede alcanzar los 200.000 millones de kilovatios hora, cantidad equivalente a la que se consume en los países bálticos en todo un año.
Cuándo se cambiarán las etiquetas de los electrodomésticos
La desaparición de las A+, A++ y A+++ no será visible antes de 2019 y tampoco para todos los productos. Según el texto aprobado en junio de 2017, los electrodomésticos blancos (frigoríficos, lavadoras o lavavajillas) cuentan con un plazo de 15 meses para que el cambio se haga efectivo, a los que se suman otros doce meses para la aparición de las nuevas etiquetas en las tiendas.
La normativa, que afecta a todos los electrodomésticos que tienen un efecto significativo sobre el consumo energético, excluye a productos de segunda mano y a equipos como ascensores o escaleras mecánicas. En casos como calefacciones o calentadores, la simplificación de etiquetas de la A a la G podría no hacerse efectiva hasta el año 2030.
Más novedades de la nueva normativa
El etiquetado energético simplificado que han aprobado las autoridades europeas podrá revisarse y registrar nuevos cambios cuando el 30% de los electrodomésticos cuenten con la clasificación más eficiente (A), o en el momento en el que la mitad de los equipos se sitúen en la escala que va de la A a la B.
Entretanto, los consumidores interesados en adquirir un electrodoméstico dotado ya de la nueva calificación podrán obtener información adicional a través de internet. Esto es así porque en el texto aprobado figura el desarrollo de un portal específico para compradores, que podrá consultarse online a partir de enero de 2019.
Así, cuando estas nuevas etiquetas tomen posiciones en las tiendas, los beneficios se sentirán en el medioambiente, pero también en las facturas de la luz de negocios y viviendas. Según Miguel Arias Cañete, comisario europeo de Energía y Acción Climática, los compradores que escojan los electrodomésticos más eficientes podrán ahorrar en energía hasta 500 euros al año.
