España es uno de los países más turísticos del mundo, y consecuentemente existen muchos tipos de alojamientos turísticos en nuestro país. Aunque coloquial o comercialmente los podemos agrupar como queramos, las diversas normativas autonómicas de nuestro país las suelen agrupar de la siguiente manera:

  • Hoteles, hostales y pensiones
  • Alojamientos turísticos (apartamentos turísticos, viviendas turísticas y viviendas de uso turístico)
  • Casas de turismo rural
  • Albergues turísticos (hostels) y albergues de los Caminos de Santiago
  • En este artículo nos vamos a ocupar de este último apartado: los albergues turísticos.

¿Qué es un albergue turístico?

Un albergue turístico es un tipo de alojamiento turístico que se caracteriza por tener habitaciones de capacidad múltiple abiertos a todo tipo de público. Estas habitaciones no se alquilan por unidad, sino por cama, lo que quiere decir que vas a compartir habitación con gente que no conoces.

En general, no se incluyen en esta categoría los albergues juveniles, los albergues para un grupo determinado, o los albergues caritativos, pues no están abiertos al público en general. Por el contrario, sí que se incluyen en esta categoría los albergues de peregrinos de los Caminos de Santiago, aunque suelen suponer una subcategoría aparte.

Diferencias entre albergue turístico y hostel

A nivel normativo no existe ninguna diferencia entre albergue y hostel, son sinónimos. A nivel coloquial, el concepto albergue está un poco más desprestigiado, pues llamamos albergue a alojamientos más sencillos tales como los albergues de peregrinos, que suelen ser muy sencillos, los albergues para personas sin hogar, los albergues juveniles, etc. Sin embargo, la palabra hostel suena mejor y nos hace pensar que se trata de un hostal. En inglés, hostal significa hostal, pero hostel significa albergue. Para no llevarnos a dudas, podemos decir que un hostel no es sinónimo de albergue en general (por sus distintas connotaciones), pero sí de albergue turístico.

En determinados ámbitos turísticos, a nivel comercial, se le llama hostel a los albergues con encanto, es decir, a aquellos que, sin dejar de ser albergues turísticos, tienen algo más como pueden ser salas de juegos, bares, terrazas, etc.

¿Qué condiciones ha de cumplir un albergue turístico?

Un albergue turístico es un alojamiento turístico como otro cualquiera y, por lo tanto, ha de cumplir las mismas normas generales que el resto de alojamientos. Por lo tanto, ha de cumplir los criterios técnicos comunes del Código Técnico de la Edificación: Accesibilidad, Protección Contra Incendios, Ahorro de Energía, etc.

El criterio más restrictivo para el local en el que se sitúa suele ser el de accesibilidad, pues este ha de tener una entrada accesible (sin peldaños), al menos una habitación accesible (salvo excepciones), un baño accesible y un itinerario accesible (sin peldaños) entre todas ellas. Por tanto, situar este tipo de albergues en edificios sin ascensor no es tan fácil, salvo que se sitúen completamente en planta baja.

El albergue también ha de cumplir la normativa autonómica correspondiente. Por ejemplo, en el caso de Galicia es el “DECRETO 48/2016, de 21 de abril, por el que se establece la ordenación de los albergues turísticos”, mientras que en Madrid es el “DECRETO 65/2013, de 1 de agosto, por el que se regulan las hosterías (hostels) de la Comunidad de Madrid”.

Tomando el ejemplo gallego, algunas de los servicios mínimos que se establecen son las siguientes:

  • Suministro de agua corriente, caliente y fría
  • Calefacción a una temperatura mínima de 19 °
  • Zona de recepción
  • Teléfono
  • Botiquín
  • Armarios o taquillas para cada persona
  • Una lavadora y secadora por cada 30 plazas o fracción
  • Wifi en zonas comunes

Con respecto a las habitaciones, estas han de tener una superficie mínima en función del número de plazas y su categoría (1ª o 2ª). Además, han de cumplir los siguientes requisitos:

  • Podrán ser individuales, dobles o múltiples, pero al menos el 50% de las plazas serán en habitación múltiple.
  • Las habitaciones deberán tener iluminación y ventilación natural a través de ventanas al exterior.
  • Las habitaciones deberán tener un sistema de oscurecimiento.
  • La altura libre interior ha de ser de 2,50 m.
  • El mobiliario mínimo será de cama o litera, armario o taquilla y punto de luz.
  • Las literas serán de dos plazas como máximo. Las dimensiones de la litera serán de 1,90 x 0,80 m.
  • La distancia entre literas será de 0,80 m, y el paso mínimo de 1 m de ancho.

Los servicios higiénicos podrán ser individuales o colectivos, pero deberán contar con lavabos, duchas, inodoros, espejos y estantes, así como biombos en las duchas.

El albergue podrá contar con comedor y cocina o no. Lo que sí ha de contar es con una sala de estar de al menos 15 m² y al menos de 1 m² por plaza.

Los albergues de peregrinos del Camino de Santiago

Esta categoría especial se da en las comunidades por las que pasa el Camino de Santiago. Estos albergues han de cumplir todos los criterios anteriores y además:

  • Estar situados en un área de 3 km en torno al Camino de Santiago.
  • Estar gestionados por entidades sin ánimo de lucro.
  • Centrarse en la función hospitalaria al peregrino.

En otras comunidades, como en la de Castilla y León, se establece que las pernoctaciones no superen una noche, aunque la distancia al camino no se supedita a los 3 km sino a todo el municipio por donde pasa el camino.

Trámites para abrir un albergue

El trámite principal para abrir un albergue turístico se realiza en el organismo de turismo de nuestra Comunidad Autónoma. Como cualquier otra actividad, los requisitos habituales que se piden son los siguientes:

  • Documentación acreditativa de la persona (DNI) o empresa interesada
  • Título de disponibilidad del local (contrato de alquiler o escrituras)
  • Seguro de responsabilidad civil de la actividad
  • Comunicación previa de inicio de actividad presentada en el ayuntamiento correspondiente
  • Otras autorizaciones administrativas que resulten preceptivas (licencias de obras, autorizaciones sectoriales de otros organismos como Patrimonio, etc.)

Pasos para abrir un albergue turístico

Teniendo en cuenta todo lo anterior, los pasos para abrir un albergue turístico son los siguientes:

1. Estudio de mercado

Antes de nada es bueno realizar un estudio de mercado analizando la viabilidad económica del negocio: coste inicial, previsión de gastos e ingresos mensuales, análisis del mercado y de la zona, etc.

2. Búsqueda del local

En todo establecimiento turístico, el local o el edificio son muy importantes. Por un lado el edificio ha de tener cierto encanto, pero además ha de poder albergar todas las instalaciones necesarias. En este sentido, es muy importante que antes de lanzarnos a la aventura, contratemos a un técnico competente para que realice un estudio de viabilidad técnico del local. En estos casos, el uso de albergue viene dado por la imposibilidad de realizar un uso turístico más restringido, como puede ser un hotel o un hostal. Pero esto no tiene por qué ser malo, pues cada establecimiento tiene su público y puede ser igual de rentable económicamente.

3. Proyecto de albergue

Una vez que ya hemos elegido el local (y que lo hemos comprado o alquilado), es hora de realizar el proyecto. El proyecto no es solamente el encaje de cuantas más camas mejor. A veces la calidad es mejor que la cantidad. Si para obtener unas cifras positivas en el balance anual necesitamos colmatar el número de camas, es que algo nos está fallando.

Los espacios del albergue deben ser agradables. Que te permitan poner literas no implica que siempre las tengas que poner. Piensa en el tipo de espacio que quieres crear. Para eso tu arquitecto te puede ayudar sin cobrarte un céntimo de más. La luz y la ventilación son muy importantes. También lo son los espacios comunes, el comedor o pequeños espacios intersticiales que se vayan creando a lo largo del establecimiento.

Los materiales del albergue también son muy importantes. No es lo mismo un albergue rural que un albergue de barrio. Juega con los materiales para crear el ambiente que tú quieras: espacios cálidos con madera para albergues rurales o de montaña, o espacios coloridos para albergues modernos en la ciudad.

4. Obtención de autorizaciones administrativas

Aunque la apertura de un albergue pueda ir por comunicación previa, lo más seguro es que las obras que realices necesiten una licencia y un proyecto, ya sea porque hay un cambio de uso, porque el edificio está protegido o porque actúes sobre la estructura y la envolvente del edificio. Así pues, una vez que tengas el proyecto hecho, deberás entregarlo en el ayuntamiento y esperar a obtener la licencia para empezar las obras. Una vez que hayas terminado las obras y obtenido la licencia de primera ocupación, deberás presentar toda la documentación citada anteriormente en un registro de tu Comunidad Autónoma. Recuerda que para ello has debido contratar un seguro de responsabilidad civil que cubra los riesgos de los usuarios.

5. Puesta en marcha

Si no lo has hecho ya, es hora de contratar al personal necesario, contratar todos los servicios (telefonía, wifi, agua, calefacción, etc.) y preparar el ajuar (mobiliario, sábanas, mantas, etc.). No te olvides de darle un toque personal de decoración.

¿Cúanto cuesta abrir un albergue?

El coste de la realización de un albergue no es más que el de cualquier otra actividad. Así que todo dependerá de las obras que necesites realizar. No es lo mismo que construyas el edificio entero que hacer un traspaso de un albergue existente.

Aunque el edificio o el local se encuentren en buenas condiciones, lo normal es que debamos rehacer las instalaciones y la compartimentación casi desde cero. Lo que nos puede suponer un coste de unos 600 €/m². Es decir, para un albergue pequeño, de unos 100 m², el coste de las obras puede ser de unos 60.000 €.

Evidentemente, lo normal es que nos cueste mucho más, pensemos si tenemos que poner ascensor, rehacer parte de la estructura, las escaleras o la cubierta del edificio. También es habitual que los albergues sean más grandes, aunque no debemos pasarnos, pues la demanda es limitada. Es por eso que no es descabellado que haya albergues cuya obra nos puedan costar 300.000 €.

Con respecto al resto de gastos burocráticos, su repercusión es pequeña respecto al coste de la obra, no superando el 15% entre proyecto, licencias y otros estudios previos.

Otros gastos a considerar son los de mobiliario, que también pueden suponer unos cuantos miles de euros. Además de las camas, deberemos acondicionar la sala de estar, lavadoras y secadoras, microondas, etc. Más aún si tenemos cocina y comedor.

Pero lo más importante que tendremos que tener en cuenta son los gastos mensuales: sueldos, agua, luz, calefacción, internet, teléfono, seguros, mantenimiento, alquiler si lo hay, etc.

Conclusión

La apertura de un albergue turístico es un negocio muy interesante, pero que hay que estudiar muy bien. No todo vale, en el mundo de las redes sociales hay que dar un servicio muy bueno en todo momento, y del fracaso al éxito hay una línea muy delgada. Sin duda, el primer punto en el que te tienes que apoyar es en el de confiar en tu técnico de referencia, que te ayudará en este arduo pero reconfortante camino para llegar al éxito.

Silja Molist López
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