En los últimos tiempos, se ha hecho frecuente ver unas etiquetas con una escala de colores y unas letras que nos indican la clase de eficiencia energética tanto de los electrodomésticos como de los inmuebles. Pero, ¿Qué indica realmente esa escala? ¿Para qué nos puede servir conocer la clase energética de una lavadora o de un piso?
En este post vamos a intentar aclarar esto y dar pautas para, basándonos en la información que nos facilita esta etiqueta, elegir la mejor opción cuando vamos a comprar. La etiqueta energética nos puede decir cuánto dinero gastaremos en energía a largo plazo.
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Las clases de eficiencia energética
Desde su entrada en vigor el 1 de junio de 2013, mucho se ha debatido acerca del certificado de eficiencia energética pero en la mayoría de las ocasiones se mira desde el punto de vista del gasto en el que tiene que incurrir el propietario para obtenerlo.
Se habla de ello como un impuesto más que el gobierno se saca de la manga, un papel sin trascendencia, una manera de generar empleo para arquitectos o ingenieros.
Pero, realmente, si sabemos interpretar la información que este documento contiene, estaremos ante una ventaja real a la hora de elegir la opción más beneficiosa. La eficiencia energética se traduce en ahorro y confort.
Cómo se debe interpretar la calificación:
- Posibles calificaciones: Van de la A a la G, siendo la primera la mejor de ellas y la última la peor. La mayoría de los inmuebles obtiene calificaciones en torno a las detrás D- E, lo que significaría que están en torno a la mitad de escala, en un aprobado.
- A, B y C son sinónimo de bajo consumo de energía…. Por tanto F y G nos indica altos consumos de energía.
- Los colores de la escala también van en función de la calificación, sería como un semáforo… cuanto más se acerque la calificación hacia los colores verdes, más bajo será el consumo y mejor la calificación.
Saber interpretar la calificación de la vivienda permite anticipar el consumo en euros para pagar la electricidad. Un ejemplo muy visual sería para una vivienda con un consumo medio de 60 € mensuales, ese consumo según su calificación variaría de la siguiente forma:
- Con una calificación A tendría un consumo de 35 €.
- Con una calificación B tendría un consumo de 35- 45 €.
- Con una calificación C tendría un consumo de 45- 55 €.
- Con una calificación D tendría un consumo de 55- 60 €.
- Con una calificación E tendría un consumo de 60- 65 €.
- Con una calificación F tendría un consumo de 65- 75 €.
- Con una calificación G tendría un consumo como mínimo de 80 €.
Etiqueta energética de los inmuebles
Solo es obligatorio mostrar la etiqueta energética en los siguientes casos:
- Edificios privados frecuentados por el público que requieran ser certificados y tengan superficie útil total mayor de 500 m².
- Edificios ocupados por la Administración Pública y frecuentados por el público con superficie útil total mayor de 250 m².
Existe un modelo de etiqueta que nos da toda la información acerca de la eficiencia energética:
- La primera parte indica nos indica la localización de la vivienda.
- La primera columna nos informa acerca de la calificación energética en función de la puntuación obtenida con el certificado. Como hemos explicado, la A sería la mejor calificación y la G la peor.
- La segunda columna indica las emisiones de CO₂, también en función de lo que resulte del certificado. La escala sería la misma que para la calificación energética.
- La parte de abajo nos señalaría el número de registro y la fecha de validez del certificado energético (10 años).
Calificación energética de los electrodomésticos
La eficiencia energética de un electrodoméstico es la capacidad ejecutar su función con un consumo de energía menor. La etiqueta energética de los electrodomésticos es una herramienta muy útil, que nos permite conocer de manera rápida y sencilla la eficiencia energética de los electrodomésticos.
Para ello, se basa, como los edificios, en una escala de clasificación por letras y colores, que va desde la A y el color verde, para los equipos más eficientes, a la D y el color rojo, para los equipos menos eficientes.
También incluye una serie de pictogramas con información añadida sobre las características de cada equipo.
El etiquetado energético es obligatorio para toda Europa para los siguientes tipos de electrodomésticos:
- Frigoríficos y Congeladores.
- Lavadoras.
- Lavavajillas.
- Secadoras.
- Lavadoras – secadoras.
- Fuentes de luz domésticas.
- Horno eléctrico.
A pesar de que los aparatos más eficientes son más costosos en el momento de la compra, se amortizan normalmente antes de la finalización de su vida útil por lo que a la larga el ahorro es mucho mayor.
Elementos comunes a todas las etiquetas
Dependiendo del aparato, el número de bandas de clases energéticas y pictogramas puede variar.
Si necesitas un certificado energético, puedes pedir un presupuesto en Certicalia y nuestros técnicos contactarán contigo.