El Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) establece los requisitos que deben cumplir las instalaciones térmicas para garantizar eficiencia energética, bienestar térmico e higiene en calefacción, climatización y agua caliente sanitaria.
Aprobado en 1998, ha sido actualizado para adaptarse a normativas europeas como la Directiva 2002/91/CE y el Código Técnico de la Edificación. En 2007 se realizó una actualización importante, y su versión consolidada se publicó en el BOE el 9 de septiembre de 2013.
El RITE se divide en dos partes. La primera establece las disposiciones generales sobre aplicación, eficiencia, seguridad y bienestar de las instalaciones térmicas. La segunda detalla las instrucciones técnicas, cuantificando las exigencias según el desarrollo actual de la técnica.
En cuanto a la calidad del aire interior, el RITE exige condiciones específicas para garantizar bienestar y salubridad. En viviendas, se aplican los criterios de la sección HS 3 del Código Técnico de la Edificación. En locales comerciales y otros edificios sin uso residencial, se requiere un sistema de ventilación adecuado para evitar concentraciones de contaminantes. Se establecen cuatro niveles de calidad del aire: IDA 1 (óptima), IDA 2 (buena), IDA 3 (media) e IDA 4 (baja), criterios esenciales para legalizar actividades comerciales con un proyecto de climatización.

Respecto a la instalación y mantenimiento de calderas, las de potencia superior a 70 kW requieren un Proyecto Técnico, mientras que aquellas entre 5 y 70 kW pueden presentar una memoria técnica. Tanto las calderas de gas como de gasoil deben ser instaladas por profesionales cualificados que certifiquen el correcto estado de la instalación.
Pese a su importancia, la ventilación es uno de los aspectos más subestimados en el diseño de edificaciones. Renovar el aire no solo es clave para cumplir con el certificado energético, sino que influye directamente en la calidad de vida y salud de las personas que pasan largas horas en espacios cerrados, ya sea en viviendas, oficinas o comercios. Mantener una correcta ventilación contribuye a mejorar el confort y reducir la acumulación de contaminantes en el ambiente.
¿Para qué sirve renovar el aire?
Es fundamental eliminar de una vez por todas las habitaciones interiores sin ventanas, conocidas como «italianas», que aún existen en muchas viviendas no tan antiguas, así como los sótanos sin ventilación que todavía se encuentran en numerosos edificios.
Los espacios cerrados acumulan una gran cantidad de contaminantes perjudiciales para la salud. El principal es el CO₂, generado por nuestra propia respiración, pero también pueden concentrarse otros gases nocivos como el radón, el monóxido de carbono, el metano, los óxidos de nitrógeno y el azufre, todos ellos con efectos negativos sobre la calidad del aire y el bienestar de las personas.
¿Qué normativa regula la ventilación en edificios?
En edificación, existen dos normativas principales que regulan la ventilación de edificios y locales: el RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios) y el HS 3 del Código Técnico de la Edificación. Veamos qué tipo de inmuebles regula cada una de ellas:
- HS 3 (Calidad del Aire Interior):
- En los edificios de viviendas, el interior de las mismas, los almacenes de residuos, los trasteros, los aparcamientos y los garajes.
- En los edificios de cualquier otro uso, los aparcamientos y los garajes.
- RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios):
- El resto de edificios que no se encuentren en el ámbito de aplicación del HS 3, deberán cumplir las exigencias de calidad del aire interior del RITE.
En resumidas cuentas, el HS 3 se aplica en viviendas de todo tipo (unifamiliares, pareadas, edificios comunitarios, etc.) y en aparcamientos y garajes. En edificios de cualquier otro uso y en locales se aplicará el RITE.

Renovación de aire en viviendas
Como hemos visto, en las viviendas de cualquier tipo se aplica la normativa HS 3 en lugar del RITE. Esto no implica solo un cambio normativo, sino también la implementación de sistemas específicos de renovación de aire.
En términos generales, la aplicación del HS 3 resulta más sencilla y sus sistemas de ventilación son menos complejos, lo que los hace también más económicos. Las condiciones de ventilación en viviendas se basan en la admisión de aire a través de los locales secos y su extracción desde los locales húmedos, independientemente del sistema utilizado.
Los sistemas de renovación de aire contemplados en el HS 3 son los siguientes:
- Ventilación exclusivamente natural: Se produce únicamente mediante la apertura de ventanas. Sin embargo, este sistema no está permitido por el HS 3 y, por tanto, no puede utilizarse en viviendas. No obstante, es útil conocer cómo se calcula la ventilación natural para realizar trámites como el certificado energético.
- Ventilación híbrida: Funciona mediante ventilación natural cuando las condiciones de presión y temperatura lo permiten y, en caso contrario, activa la ventilación forzada. Para ello, los conductos de extracción de aire, situados en las zonas húmedas, deben ser verticales y contar con una sección mayor que los utilizados en los sistemas de ventilación exclusivamente mecánica.

Ventilación híbrida renovación aire
- Ventilación mecánica con extracción: Este sistema se basa en la extracción mecánica del aire en los recintos húmedos, mientras que la admisión de aire en las zonas secas puede mantenerse de forma natural a través de rejillas instaladas en ventanas o fachadas. Un aspecto clave de la extracción mecánica es que permite utilizar conductos de menor sección, con la posibilidad de incorporar quiebros y uniones, lo que reduce significativamente el número de chimeneas necesarias en la cubierta.
- Ventilación mecánica con admisión y extracción: Aunque poco común en viviendas en nuestro país debido a su mayor coste y escasa implantación, este sistema es el recomendado para las Passivhaus o casas pasivas. Su principal ventaja es la mínima pérdida de calor por ventilación, ya que suele incorporar un recuperador de calor, que transfiere la energía del aire extraído al aire nuevo que ingresa, optimizando la eficiencia térmica.
Este tipo de ventilación es especialmente recomendable en climas fríos, donde mantener las ventanas abiertas por períodos prolongados no es lo más conveniente.
Las renovaciones de aire en locales
En locales y edificios terciarios, la normativa de ventilación está regulada por el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE), que establece cuatro categorías de calidad del aire interior, denominadas IDA, en función del uso del edificio.
Los niveles de IDA son los siguientes:
- Aire de óptima calidad.
- Aire de buena calidad.
- Aire de calidad media.
- Aire de calidad baja.
Para un local de uso comercial, la categoría aplicable es IDA 3 (aire de calidad media).
Existen varios métodos para calcular las renovaciones de aire en un local. En el caso de los comercios, se puede emplear el método indirecto, basado en el caudal de aire exterior requerido por persona. Según la tabla 1.4.2.1 del RITE, para un local con calidad de aire IDA 3, el caudal de aire exterior necesario es de 8 dm³/s por persona.

Por ejemplo, en un local con una ocupación estimada de 10 personas, el caudal de aire exterior necesario sería de 80 dm³/s, equivalente a 80 litros por segundo.
El aire exterior debe ser filtrado antes de ingresar al recinto, dependiendo de la calidad del aire exterior. Si asumimos una calidad ODA 2 (altas concentraciones de partículas), típica de un local ubicado en el centro de una ciudad, la clase de filtración adecuada sería F7.
En cuanto al aire de extracción, un local comercial se clasifica en categoría AE 1 (bajo nivel de contaminación). Según la normativa, el caudal mínimo de extracción en las zonas de servicio (almacenes, contadores, etc.) debe ser de 2 dm³/s por m² de superficie en planta.
Si estas zonas de servicio tienen una superficie de 10 m², el caudal de extracción requerido será de 20 dm³/s.
El aire viciado del local se expulsará de forma natural por sobrepresión, a través de rejillas y elementos de fachada como puertas y ventanas, sin necesidad de un sistema mecánico adicional.
Renovación de aire en naves industriales
En naves industriales, la normativa de ventilación está regulada por el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE). Debido a sus amplias dimensiones y distribución de espacios, este tipo de edificaciones requieren sistemas de ventilación adicionales. Además, en muchas de estas naves se trabaja con elementos contaminantes que pueden causar problemas respiratorios, dolores de cabeza, ansiedad e irritación de las mucosas, lo que hace que una ventilación adecuada sea fundamental.
Para garantizar una buena calidad del aire, se recomienda una renovación de aire de entre 4 y 10 veces por hora.
Existen tres tipos de ventilación en naves industriales:
- Forzada o dinámica: Se basa en el uso de extractores eléctricos que fuerzan la salida del aire.
- Estática o natural: Funciona mediante la presión atmosférica, permitiendo la salida del aire de forma natural.
- Eólica: Aprovecha la fuerza del viento para accionar los extractores, eliminando la necesidad de energía eléctrica.
Debido a las dimensiones de estos espacios, la ventilación más utilizada es la forzada, aunque en algunos casos se combinan diferentes métodos para optimizar la renovación del aire.

El cálculo de renovación de aire por hora
El cálculo del caudal de aire por renovaciones por hora es un método basado en la cantidad de veces que se reemplaza el volumen total de aire de un local en una hora. Por ejemplo, si un local tiene una superficie de 100 m² y una altura de 2,5 m, su volumen total será de 250 m³.
Para determinar cuántas veces debe renovarse este volumen en una hora, existen tablas que establecen valores aproximados según el uso del espacio. En el caso de un local comercial, se recomienda alrededor de 6 renovaciones por hora, lo que equivale a:
6 x 250 m³ = 1.500 m³/h.
Aunque este sistema de cálculo no está recogido en el RITE, ya que se considera un método simplista y algo obsoleto, sigue siendo útil como una primera aproximación antes de aplicar los cinco sistemas de cálculo del caudal que sí contempla la normativa.
¿Cómo renovar el aire de una infraestructura?
Como se ha visto en el ejemplo anterior, para ventilar un local es necesario introducir un caudal de aire exterior de al menos 200 litros por segundo. Este volumen de aire no se consigue simplemente abriendo una puerta ocasionalmente o instalando una rejilla en la fachada. En la mayoría de los casos, para garantizar un caudal adecuado, es imprescindible instalar un sistema de ventilación mecánica.
El RITE también establece la obligatoriedad de climatizar los edificios que se encuentran dentro de su ámbito de aplicación, como locales comerciales y edificios terciarios. Por este motivo, los sistemas de ventilación suelen cumplir también la función de climatización. El sistema más habitual para ambas funciones es la Unidad de Tratamiento de Aire (UTA).
Unidad de Tratamiento de Aire (UTA)
También conocida como climatizadora o climatizador, este sistema recoge aire del exterior mediante una unidad exterior, lo filtra y lo climatiza antes de introducirlo en el interior del local.
Las UTA suelen contar con un sistema de cuatro tubos, lo que significa que, además de los conductos de admisión y extracción de aire, disponen de dos conductos adicionales para la circulación de agua fría y agua caliente, permitiendo la climatización del aire. También regulan el nivel de humedad del aire tratado.
La extracción del aire interior puede realizarse directamente desde la unidad interior (en locales pequeños) o mediante una red de conductos que lo distribuyen a lo largo de todo el local.
Por otro lado, otros sistemas de aire acondicionado y climatización, como splits, fan coils, cassettes o radiadores, no cumplen el RITE, ya que solo tratan el aire interior sin renovarlo.Por lo tanto, en principio, el único sistema válido para cumplir con el RITE en locales comerciales es la Unidad de Tratamiento de Aire (UTA) en cualquiera de sus variantes. Aunque el RITE no prohíbe expresamente la ventilación natural, como sí lo hace el HS 3, su justificación y cumplimiento resultan prácticamente inviables en la mayoría de los casos.
Sistemas de ventilación para renovar el aire
En resumen, existen dos modelos principales de ventilación en los edificios. En primer lugar, el de las viviendas, regulado por la normativa HS 3, que se basa en la ventilación por depresión, donde el aire ingresa de forma natural y se extrae mecánicamente. En segundo lugar, el de los locales y otros usos, regulado por el RITE, que emplea la ventilación por sobrepresión, es decir, con admisión mecánica de aire y expulsión natural.
Las viviendas suelen utilizar chimeneas híbridas o extractores mecánicos, mientras que los locales y otros espacios emplean, por lo general, Unidades de Tratamiento de Aire (UTAs).