¿Qué es un repartidor de costes?
Un repartidor de costes de calefacción sirve para contabilizar de manera precisa la energía consumida por cada vivienda. El contador almacena y transmite los datos a un sistema central para emitir los recibos y realizar un reparto justo del gasto de la calefacción central.
El repartidor de costes de calefacción, también llamado calorímetro, al ser un pequeño dispositivo se instala fácilmente en la superficie de los radiadores y permite medir, de forma precisa, lo que gasta cada radiador.
Está pensado para ser utilizado en edificios con calefacción central, y medir el consumo individual de cada radiador, permitiendo que cada vecino pague sólo por lo que consume.
Beneficios de los repartidores de costes
Los repartidores de costes son pequeños y no ocupan mucho espacio en el radiador, además son dispositivos que permiten lectura vía radio sin necesidad de acceder a las viviendas, son económicos y con una larga vida útil (más de 10 años). Y no hace falta hacer obra para su instalación.
El repartidor de costes tiene dos sensores que miden la temperatura de la superficie del radiador y la temperatura ambiente de la habitación, para saber con exactitud a qué temperatura está el radiador con respecto de la temperatura ambiente.
Cuanto más elevada sea esta diferencia de temperaturas, mayor será el esfuerzo del radiador por dotar a la habitación del confort deseado, y por tanto el consumo será mayor.
El medidor diferencia entre verano e invierno y se entiende que la calefacción está en funcionamiento siempre que la temperatura del radiador supere los 38ºC y exista diferencia con la temperatura ambiente.
Los componentes de los repartidores de costes son los siguientes: una carcasa, dos sensores de temperatura, un dispositivo de cálculo, una pantalla, una fuente de alimentación, un módulo de comunicación radiofrecuencia, los elementos de instalación y un precinto antisabotaje para evitar manipulaciones no autorizadas.
Normativa Eficiencia Energética
El Ministerio de Industria, Energía y Turismo ha informado de la obligatoriedad de colocar los repartidores de cosas antes del 1 de enero del año 2017.
El Proyecto de Real Decreto por el que se transpone la Directiva de la Unión Europea 2012/27, relativa a la Eficiencia Energética dice: “A partir del 1 de enero de 2017 la contabilidad individualizada de consumos será obligatoria para todas las instalaciones térmicas de edificios existentes que cuenten con una instalación centralizada, y la información, lectura y liquidación tanto para las instalaciones térmicas de los edificios existentes como para las contempladas en el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios.“
En el Artículo 14. Contabilización de consumos: “En los edificios existentes que cuenten con una instalación centralizada de calefacción/refrigeración o estén abastecidos por una red de calefacción urbana o por una instalación centralizada que dé servicio a varios edificios, se instalarán contadores de consumo individuales, que midan el consumo de calor o refrigeración o agua caliente de cada vivienda o cliente final.”
“En el caso de la calefacción, cuando el uso de contadores de consumo individuales no sea técnicamente viable, se utilizarán repartidores de costes de calefacción para medir el consumo de calor de cada radiador.”
Los repartidores de costes deben cumplir la norma UNE-EN-834 “Distribuidores de gasto de calefacción para determinar los valores de consumo de radiadores. Aparatos con alimentación eléctrica.”
“Para permitir al cliente final la regulación de sus consumos, se instalarán los repartidores de costes de calefacción junto con válvulas con cabezal termostático, que se instalarán en cada uno de los radiadores de los locales principales, como sala de estar, comedor o dormitorios.”
Ahorrar con los repartidores de coste
Los repartidores de costes sirven para medir y no ahorran energía por ellos mismos. Pero gracias a su implantación, los usuarios se sensibilizan con el consumo, ya que pagarán en función de su consumo individual.
Existen algunos elementos complementarios para conseguir un mayor ahorro, como los cabezales termostáticos colocados sobre válvulas termostatizables, que permiten regular el fluido de agua en los radiadores de manera proporcional. Es necesario que la válvula termostatizable lleve instalada un cabezal termostático, de no ser así el radiador permanecerá permanentemente abierto/cerrado sin ningún elemento que lo regule.
Un cabezal termostático electrónico permite ahorrar, regulando con precisión la temperatura deseada de la estancia, durante el tiempo programado y de manera automática.
Los cabezales termostáticos son obligatorios en muchos países porque permiten regular la temperatura individualmente, consiguiendo un mayor confort y un notable ahorro de energía.
El Reglamento en España de Instalaciones Térmicas en los Edificios establece que es obligatorio desde 1998 colocar válvulas termostáticas en las estancias principales, por lo que se consigue un ahorro de combustible y por consiguiente ahorro de energía y económico.