Con la inminente subida de las temperaturas nuestra factura de la luz se dispone a sufrir un incremento que podemos evitar siguiendo una serie de buenas practicas.
Lo ideal es disponer de un aislamiento térmico adecuado en nuestro edificio que consiga evitar perdidas de frío innecesarias así como de sistemas de climatización eficientes, es decir, aquellos que obtengan una mejor calificación energética y por ende, necesiten un menor consumo.
Un aparato que se convierte en imprescindible en esta época del año es el aire acondicionado, así que si queremos mantener un consumo moderado de energía durante estos meses será indispensable que le prestemos su debida atención.
Lo principal antes de hacerse con uno de estos sistemas es fijarse, como decíamos, en su etiqueta energética, cuya incorporación es obligatoria, y nos aportará más información sobre su eficiencia. Es recomendable decantarnos por aquellos sistemas más próximos a la letra A (mayor eficiencia energética). Esta decisión es crítica ya que de ella dependerá, en buena medida, nuestro ahorro energético en los próximos años.
Otra decisión clave es la de elegir el tipo de aire acondicionado que queremos instalar. Existen muchas opciones y cada una tiene sus pros y sus contras pero los más conocidos en clave doméstica son: de ventana, splits, portátil y centrales.
Tipos de aire acondicionado:
- De ventana: Están conformados en una sola pieza y precisan de un agujero en la pared de manera que una parte del aparato de al exterior y otra al interior. Pese a ser un sistema bastante económico en su instalación y disponer de un sencillo mantenimiento estos aparatos están un tanto obsoletos. En parte debido a su consumo más elevado de lo normal y el ruido que, por lo general, generan.
- Split: En contraposición a los primeros estos están formados por dos unidades (interior y exterior) conectadas entre sí. La mayor ventaja respecto a los de ventana es su estética y su escaso ruido. En cambio, su coste de instalación es más elevado.
- Portátil: Otra opción son los sistemas de aire acondicionado portátiles que se pueden transportar de una habitación a otra fácilmente y no precisan de instalación. El problema de estos aparatos es su elevado coste unido a la escasa potencia que ofrecen.
- Centrales: Este sistema es, sin duda, el que mayor nivel de confort genera, pero tiene el inconveniente de necesitar una instalación muy costosa.
Una vez nos hayamos decidido por uno de estos sistemas de climatización nuestros esfuerzos por reducir nuestra factura de la luz no acaban aquí.
Cinco consejos para ahorrar en aire acondicionado
- Fijar una temperatura mínima por encima de los 24Cº. Existe una percepción equivocada de que a menor temperatura del termostato más rápido se enfría el habitáculo, lo que hace que la mayoría de usuarios suspendan en este primer punto. En cambio, la reducción de un grado en nuestro aparato puede suponer grandes aumentos en nuestro consumo.
- Mantener limpios los filtros de aire. Es de vital importancia conservar nuestros sistemas de aire acondicionado en las mejores condiciones para evitar un consumo de energía innecesario.
- Evitar escapes de aire. Una vez tengamos activado el aire acondicionado es conveniente cerrar puertas y ventanas para desperdiciar la mínima energía.
- Ventilación y aislamiento térmico. Para aprovechar al máximo las horas más frescas del día se recomienda ventilar la casa por la mañana y por la noche, con diez minutos será más que suficiente. Además durante las horas del día donde el sol es más incipiente la mejor medida para conservar la casa a una temperatura agradable es mantenerla en la penumbra mediante toldos, persianas y cortinas.
- Mantén las luces apagadas durante el día. Esta sencilla medida puede ser muy positiva ya que por una parte eludes el gasto innecesario de luz y por otra evitas que la temperatura ambiente suba debido al calor que desprenden las luces.