Como vendedor puedes encontrarte ante la situación de querer vender tu casa hipotecada. De primeras puede parecer un problema, pero las soluciones son varias. Cabe tener en cuenta que cada caso tiene unas necesidades propias, así que expondremos las diferentes circunstancias a las que puedes tener que hacer frente.

De primeras, tienes dos opciones: vender por encima del importe de la hipoteca o vender por debajo. Analicémoslas.

Vender por encima del importe de la hipoteca

Imaginemos que tienes 200.000 euros de deuda en el momento de vender. Puede que tu vivienda haya aumentado de valor y que la vendas por encima del precio por el que la adquiriste. En ese caso, en el momento de firmar la escritura podrás liquidar tu hipoteca.

¿Cómo? Cuando te encuentres frente al notario junto al comprador, una parte del cheque irá destinado al banco, el correspondiente al importe que te quedaba por pagar de hipoteca.

Muchos pensarán que esto ocurre en pocas ocasiones, pero pensad que el sector está en pleno cambio, así que el valor de tu vivienda puede que haya ido variando. Existen varias herramientas online como el sistema de valoración de Housfy, que en menos de un minuto te pueden dar una estimación del precio de la vivienda.

Pero si quieres saber si el precio ha subido o bajado respecto a lo que pagaste, y poder poner el precio de venta, tendrás que pedir una tasación inmobiliaria a un profesional.

Vender piso por debajo de la hipoteca

Hay otros casos en los que no es posible vender por encima de la hipoteca y te encuentras ante la situación de que si vendes tendrás que asumir una deuda no hipotecaria.

¿Qué significa eso? Sigamos con el ejemplo anterior: Tienes una deuda de 200.000 euros y tu piso ahora cuesta 150.000 euros. La operación matemática es sencilla: faltan por liquidar 50.000 euros. En ese caso, adquirirías una nueva deuda con el banco de ese importe.

No se trata de vender el piso y seguir pagando la hipoteca, sino que tienes que afrontar una nueva deuda. La parte que queda de tu hipoteca se convertirá en un nuevo préstamo bancario, pero previamente tendrás que valorar la situación para saber si serás capaz de asumir tal pérdida.

Subrogación de la hipoteca

Hay otra opción conocida como subrogar la hipoteca. Se trata de cambiar el nombre del titular, es decir, el comprador pasa a hacerse cargo de tu hipoteca. Es como si vendieras el piso sin cancelar la hipoteca, ya que el comprador te substituye como deudor. Aun así, el banco con el que tienes contratada la hipoteca tiene que estar de acuerdo con la operación. Puede que el perfil del nuevo titular no se ajuste a las condiciones del banco y, en consecuencia, éste no acepte la operación.

Este es un método que ofrece una ventaja al comprador, y es que se ahorra los gatos de contratación de una nueva hipoteca. Además, al subrogar una hipoteca no se aplica el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados que supone entre el 0,5% y el 1,5% sobre el importe del préstamo, según la comunidad autónoma.

Como habéis visto tener una hipoteca al querer vender el piso, supone trámites que se tienen que realizar ante un notario. Por esa razón, recomendamos el asesoramiento de profesionales como Housfy que te acompañen en todo el proceso y entiendan tus necesidades.

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