¿Qué son los aislantes térmicos?
Son materiales con una alta resistencia térmica y una baja conductividad que dificultan el flujo del calor. Se consideran aislantes térmicos aquellos que su conductividad térmica, λ es menor a 0,08 W/m·°C.
Existen diversos tipos según el material utilizado como la lana de roca, la fibra de vidrio, el poliestireno extruido, poliestireno expandido, etc.
Actualmente, el Código Técnico de la Edificación obliga a la inclusión de aislantes térmicos en la construcción de edificios ya sea de nueva planta o de rehabilitación. Dependiendo de la zona climática y del elemento constructivo, el código técnico requiere un espesor mínimo de aislamiento térmico con una conductividad térmica específica (aislamiento en techos, paredes, forjados, etc)
Qué es la fibra de vidrio y sus propiedades
La fibra o lana de vidrio es un compuesto sintético de carácter vítreo fabricado a partir de arena silícea. Se forma mediante el calentamiento a una temperatura de 1.500 oC una composición de arena de sílice, carbonato de sodio y caliza. Esta mezcla caliente pasa a una máquina rotatoria (fibrador), que la descompone en filamentos minúsculos de vidrio, base de diversos productos, entre ellos el aislante de fibra de vidrio.
La fibra o lana de vidrio es la conjunción de miles de filamentos entrelazados formando una malla flexible de fibras inorgánicas que contiene y mantiene el aire en estado inmóvil en su interior. Este material aislante se caracteriza por:
- Ser ignífugo
- No ser higroscópico
- Ser químicamente inerte
- Ser respetuoso con el medio en su fabricación y utilización
¿Es toxica la lana o fibra de vidrio?
La respuesta más simple y directa a esta pregunta es NO, pero con matices. La fibra de vidrio está compuesta por pequeñas partículas finas y alargadas. Mediante el contacto y la manipulación del material, algunas de estas fibras se despegan y pueden ser inhaladas y entrar dentro del sistema respiratorio.
Cuanto más pequeñas sean las fibras (menor a 3 μm) más posibilidades tienen de alcanzar partes más profundas del sistema. Normalmente se depositan en la zona buco-nasal produciendo una pequeña irritación. En estos casos el cuerpo es capaz de eliminar este material en unas pocas horas. Por ello es recomendable trabajar este material con las medidas de protección necesarias como guantes, gafas, mascarilla, etc.
Tan sólo las fibras de menor tamaño pueden alcanzar las partes más profundas de los pulmones. Estas fibras localizadas en el interior o sistema respiratorio son eliminadas por el organismo de forma paulatina. Diferentes estudios han demostrado que en 60 días desde la exposición a este material, desaparece más del 50% de estos residuos.
La gran diferencia con el amianto, material que sí ha sido catalogado como cancerígeno, es que este no desaparece, permaneciendo en los pulmones donde ejerce su efecto nocivo por acumulación.
Se puede concluir por tanto, que a día de hoy, y tras exhaustivas investigaciones por organizaciones como la Asociación Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) y la Agencia para Sustancias Tóxicas (ATSDR), la fibra de vidrio es un material seguro. De todas maneras, siempre está bien escoger materiales sostenibles en construcción.