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Objetivo: Ahorrar en la factura de la luz.
Uno de los enigmas más complicados de resolver en una casa es el tema del consumo de electricidad. Cada vez más, las compañías complican más las facturas de la luz, siguiendo el ejemplo de las compañías de teléfonos, para que nos sea más complicado saber cómo ahorrar. Así pues, vamos a intentar desenmarañar este enigma y quitar la hojarasca para quedarnos con los conceptos que realmente importan a la hora de ahorrar algo en nuestra factura de la luz.
Cómo funciona la factura de la luz
En primer lugar, hemos de saber cómo funciona una factura de la luz convencional. Estas suelen ser bimensuales y, a grandes rasgos, constan de los siguientes conceptos:
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- Consumo: Es el gasto directo que hacemos, en kilovatios-hora (kWh). La cantidad a pagar es la multiplicación de nuestro consumo por el precio en euros del kWh en ese momento. El precio del kWh puede variar según el tipo de tarifa y, desde hace poco, también con la hora del día en que lo consumamos. Suele rondar los 0,14 €/kWh.
- Término de potencia: Cuanta más potencia tengamos contratada, más nos cobrarán en cada factura. Hoy en día, la potencia que se instala en viviendas nuevas es de 5,75 kW, equivalente a una vivienda media. En función de nuestras necesidades, podemos contratar más o menos potencia.
- Otros gastos: También se pueden sumar otros gastos como el alquiler del contador e impuestos sobre la electricidad que, en proporción, son pequeños.
- IVA: 21 %
Si todavía no tenemos el alta de luz en nuestra vivienda, hemos de saber que esta tendrá un coste, que dependerá de la potencia contratada. Este coste puede rondar entre los 165 € para la potencia de 3,45 KW hasta los 320 € para la potencia de 6,9 kW.
Hemos de elegir bien nuestro término de potencia, que solo podremos cambiar una vez al año. En todo caso, el gasto fijo por el término de potencia de luz rondará los 300 € al año, y cambiarlo también nos supondrá una pequeña cantidad de dinero. Es bueno ajustar la potencia contratada a nuestras necesidades, pero teniendo en cuenta que si contratamos poca potencia “saltará” el limitador cada vez que la sobrepasemos.
El impuesto sobre la electricidad es un impuesto especial que depende de los términos de potencia y de energía y que puede rondar, a lo largo del año, los 40 €. El alquiler del contador (si no es propiedad), puede ser de unos 12 € al año. Sobre el IVA (21 %) tampoco podemos incidir.
El gasto de energía
Así pues, el gasto más importante en la factura de la luz es el término de energía, que se corresponde con nuestro consumo de energía. Habría que matizar que la energía consumida no tiene por qué ser eléctrica, puede ser gas (natural, propano o butano), biomasa, petróleo, carbón, etc.
Por ejemplo, mientras que el precio de la electricidad ronda los 0,14€/kWh, el precio del gas natural ronda los 0,05 €/kWh. Actualmente, las energías alternativas a la eléctrica que se consumen en una casa se reducen a los sistemas de calefacción. La calefacción es, generalmente, el principal gasto de energía de una casa, y es en el que debemos dirigir nuestros esfuerzos a la hora de ahorrar energía. Por término medio, en España, gastamos unos 5.000 kWh de energía al año en calefacción. Si tuviésemos energía eléctrica (radiadores eléctricos o suelo radiante eléctrico), este gasto supondría unos 700 € al año, mientras que con gas natural (o butano o propano) gastaríamos 250 € más los fijos que correspondan.
Gastos de energía anuales
Además de la calefacción, que por su alto precio es recomendable que no sea eléctrica, entre los gastos de energía anuales mayores de una casa, tenemos los siguientes:
- Agua caliente: Consumimos de media unos 1900 kWh. Lo que, si se calienta con un termo eléctrico, nos daría un consumo de 266 €. Por eso, es frecuente que la calentemos también con una caldera de gas, lo que nos costaría unos 95 €.
- Cocina: Consumimos de media unos 700 kWh. Si es eléctrica, y ahora casi todas lo son, gastaríamos unos 100 €.
- Iluminación: Consumimos de media unos 400 kWh. Gastaríamos unos 56 €. Cabe decir que este consumo varía mucho dependiendo de si tenemos bombillas incandescentes (consumen mucho), de bajo consumo, halógenas, fluorescentes o LEDs (consumen muy poco).
- Aire acondicionado: Consumimos de media unos 170 kWh. Gastaríamos unos 24€. Aquí varía mucho dependiendo del sitio de España en el que estemos, pues muchos hogares directamente no tienen o no necesitan aire acondicionado, mientras que los que lo tienen y lo usan pueden llegar a consumir mucho más que la media.
- Frigorífico: Consumimos de media unos 660 kWh. Gastaríamos unos 92 €.
- Congelador: Consumimos de media unos 560 kWh. Gastaríamos unos 78 €.
- Televisor: Consumimos de media unos 260 kWh. Gastaríamos unos 36 €.
- Lavadora: Consumimos de media unos 260 kWh. Gastaríamos unos 36 €.
- Secadora: Consumimos de media unos 260 kWh. Gastaríamos unos 36 €.
- Lavavajillas: Consumimos de media unos 250 kWh. Gastaríamos unos 35 €.
Otros gastos de energía como el stand-by
Otros electrodomésticos que también pueden consumir bastante al año son el horno y el ordenador. Hay que destacar que hay aparatos eléctricos que, aunque su incidencia en gasto anual es menor, consumen mucho mientras los estamos usando, entre los que cabe destacar los siguientes: secador de pelo (1000 W), freidora (1000 W), microondas (1000 W), plancha (1000W), cafetera (700 W) y tostadora (500W). También merece atención saber que los aparatos eléctricos en stand-by consumen de media por cada casa unos 231 Kwh., es decir, un gasto de unos 32 €.
¿Cuánta energía consumimos en España?
Todos estos gastos conllevan a que en España, por término medio, consumamos unos 3.500 Kwh al año, lo que nos llevaría a pagar unos 560 € en el término de energía de nuestra factura. Si sumamos unos 300 € de término de potencia, 40 de impuesto de energía y 12 del alquiler del contador y le añadimos el IVA, nos salen unos 1.000 € de gasto de energía anual, que es lo que consume de media una vivienda en España.
Por consiguiente, para ahorrar en la factura de la luz, es muy importante que nuestros electrodomésticos y aparatos eléctricos consuman lo menos posible. Para lo cual es muy importante que nuestros aparatos tengan la mejor calificación energética posible (La peor es la G y la mejor es la A, siendo cada vez mejor, la A+, A++, A+++, etc.), lo que supondrá un ahorra muy grande a lo largo del año y sobre todo a lo largo de la vida útil del electrodoméstico.
También es muy importante que uses bombillas de bajo consumo, fluorescentes o LEDs en lugar de las incandescentes y las halógenas (que ya se están dejando de comercializar). También es recomendable que no uses el agua caliente a una temperatura demasiado elevada y no dejes los electrodomésticos en stand-by. En definitiva, usa tu casa y tus aparatos de manera responsable y lógica, el mundo te lo agradecerá y tu bolsillo también.