Certificado de calefacción
en Castilla y León

Para obtener un Certificado de Instalación Térmica en Edificios, comúnmente conocido como Certificado de calefacción, en la comunidad de Castilla y León, es necesario seguir una serie de pasos dirigidos a garantizar que la instalación cumpla con todos los requisitos técnicos y normativos vigentes.



Inicialmente, se debe contratar a un instalador o empresa autorizada para que realice la instalación de la calefacción. Este profesional será el encargado de asegurarse de que la instalación se ajusta a la normativa vigente en materia de seguridad, eficiencia energética y respeto al medio ambiente.



Una vez completada la instalación, el instalador debe elaborar el Certificado de Instalación Térmica, que acredita que la instalación se ha efectuado correctamente y cumple con la normativa aplicable. Este documento debe incluir los datos del titular de la instalación, la descripción de la instalación y sus características, así como la declaración de que la instalación cumple con todas las exigencias técnicas.



Tras esto, se debe proceder al proceso de registro del certificado. Este trámite se realiza ante la Dirección General de Industria e Innovación Tecnológica de la Junta de Castilla y León. Para llevar a cabo el registro, puede ser necesario presentar, además del Certificado de Instalación Térmica, planos de la instalación, fichas técnicas del equipamiento y cualquier otro documento que pueda ser requerido por la Administración para verificar la legalidad y seguridad de la instalación.



El registro puede efectuarse presencialmente, presentando la documentación en la oficina correspondiente, o de manera telemática, a través de los servicios electrónicos que ofrece la Junta de Castilla y León. Es importante mencionar que este proceso puede implicar el pago de las tasas correspondientes, que varían en función del tipo de instalación.



Una vez registrado el certificado, se obtiene una etiqueta de eficiencia energética y el documento se convierte en una garantía de que la instalación está apta para su uso. Además, disponer de este certificado es un requisito imprescindible para dar de alta los suministros de energía y para realizar cualquier trámite pertinente ante la comunidad autónoma.