Contrato de alquiler de plaza de garaje
¿En qué consiste un contrato de alquiler de plaza de garaje? ¿Cuánto cuesta? ¿Cuándo lo necesito? Nosotros te contamos todo lo que necesitas saber.
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Todo lo que necesitas saber sobre contrato de alquiler de plaza de garaje
Normativa y requisitos del contrato alquiler plaza de garaje
Ten en cuenta que este artículo está orientado al alquiler de plazas de garaje independientes a las viviendas. En caso contrario, se considera que es un añadido de la vivienda y se rige por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU).
Pero el alquiler de una plaza de garaje sin vivienda se regula por el Código Civil, y viene recogido en los artículos 1546 y siguientes. Ahí aparecen los derechos y obligaciones, así como otras disposiciones aplicables a este tipo de alquileres.
Según el texto, el plazo de duración del alquiler es libre como habíamos apuntado, pero si no se especifica, se entenderá que es de 1 año.
Además, también se apunta la obligación por parte del propietario de declarar y abonar el 21% de IVA de los ingresos que le genere la plaza de aparcamiento. Por lo general este porcentaje repercute en el inquilino, así que debe estar atento si en el contrato que firma el precio fijado está señalado con IVA o sin él.
En los garajes situados en los sótanos de los edificios, que son responsabilidad de la Comunidad de Propietarios a veces se da la situación de que la comunidad prohíbe el alquiler a personas de fuera de la misma. Esto no es legal, y aunque se llegase a ese tipo de acuerdo sería nulo.
Además de las que ya indicamos, hay otros conceptos que es conveniente que aparezcan en el contrato de alquiler de una plaza de garaje:
- Rescisión del contrato. Que pueda realizarse por cualquiera de las 2 partes, comunicándolo con 1 mes de antelación, y sin que exista ningún tipo de penalización.
- Prohibición de subarrendar la plaza. Es mejor curarse en salud, ya que la bola podría hacerse más grande, y es conveniente evitar eso para no tener problemas con otros propietarios de otras plazas de aparcamiento en el mismo garaje. También cabe la posibilidad, con el mismo objetivo, de señalar qué coche o coches pueden aparcar en la plaza.
- El propietario es quién debe responsabilizarse de las reparaciones necesarias, mientras que el inquilino tiene que conservar la plaza en el mejor estado posible.
- Cláusula de rescisión de contrato, en caso de que el inquilino incumpla con los pagos o con otras normas que se estipulen en el contrato.
Si el inquilino quiere realizar algún tipo de obra dentro de la plaza de garaje, debe informar previamente al propietario, quién dará (o no) su consentimiento).
Sí, siempre y cuando no cumpla con lo pactado en el contrato. En caso de que no quiera abandonar la plaza, el propietario podrá desahuciarle por la vía judicial por varias causas:
- Que haya finalizado el plazo que se firmó en el contrato.
- Que el inquilino deje de abonar las cuotas señaladas.
- Que se hayan infringido alguna de las cláusulas del contrato.
- Que el inquilino haya decido darle un uso a la plaza distinto al pactado.
¿Cuándo solicitar un contrato alquiler plaza de garaje?
En los siguientes párrafos te contaremos cómo redactar ese contrato, que elementos son necesarios, un modelo a seguir, y si debes pagar o exigir una fianza por delante. Porque el alquiler de un garaje no se debe dejar en un apretón de manos: es mejor curarse en salud. Firmar un contrato de este tipo es conveniente tanto para el arrendatario como para el propietario de la plaza.
Tal y como hemos visto, la firma del contrato de alquiler de una plaza de garaje puede realizarse en cualquier momento, aunque es preferible hacerlo antes de que comience el intercambio de plaza por dinero, y así ahorrarnos disgustos a posteriori.
El pacto verbal se realiza en el mismo momento en el que se alquila la plaza de garaje. Esto tiene unas ventajas, pero también tiene sus contras:
Ventajas
- Simplicidad. Arrendatario y arrendador solo tienen que ponerse de acuerdo. Es válida la forma de decir te alquilo esta plaza al mes por 90 euros, que deberás pagarme de tal manera y en tal fecha. Además, tendrás que abonarme 30 euros por el mando que te devolveré cuando finalicemos el acuerdo.
- No hay obligaciones más allá de cumplir con lo pactado, ni cláusulas ni penalizaciones.
- Se pueden modificar en cualquier momento, sin tener que volver a redactar lo que ya está escrito, como ocurre con los contratos firmados. Solo tiene que proponerlo o el arrendatario o el arrendador y el otro, aceptarlo. Por ejemplo, a partir del mes que viene tienes que pagarme por transferencia.
Inconvenientes
- Ambas partes son más vulnerables, por lo que la confianza ha de ser máxima.
- Se complica el comprobar los acuerdos del contrato, depende cada parte de la buena voluntad de la otra.
- Caben distintas interpretaciones, y no se puede demostrar el este año subiremos 5 euros al mes tal y como habíamos hablado.
Como prueba de que la plaza está alquilada, es preciso hacer siempre un recibo de pago en caso de que sea abonado en mano, o si no valdría con el certificado bancario.
¿Cómo conseguir un contrato alquiler plaza de garaje?
Cómo hemos visto, una plaza de aparcamiento puede ser alquilada con o sin contrato. Pero si nos decidimos por la primera opción (la que nosotros recomendamos), hay que tener en cuenta que la redacción del contrato debe realizarse por parte de un profesional en la materia. Eso sí, en Internet abundan modelos de contrato para el alquiler de una plaza de garaje que pueden resultar tentadores pero pueden generarnos problemas legales porque no podemos estar seguros de que recogen todas las posibilidades de nuestro caso o pueden no estar redactados bajo la legislación española.
En todo caso debes saber que este tipo de contratos no es necesario que pasen por las manos de un notario, así como tampoco se precisa que sea inscrito en el Registro de la Propiedad.
Eso sí, el pago de las rentas está sujeto al IVA. El arrendatario debe abonar el 21% del bruto en ese concepto, así como a realizar las declaraciones y liquidaciones trimestrales, el resumen anual y otras obligaciones establecidas por la Agencia Tributaria, como si de un autónomo se tratara.
En el contrato de alquiler que se firme debe aparecer la identidad completa (nombre, apellidos, DNI y domicilio) tanto del arrendatario (el propietario de la plaza) como del arrendador (quién va a disfrutar del uso de la misma), además de la descripción de la plaza, la situación de la misma en el garaje, la renta mensual o anual, la duración que tiene el contrato que se está firmando y, en caso de llegar a un acuerdo en ello, la cantidad que se abonará de fianza. También pueden incluirse otras cláusulas que se consideren oportunas.
Este tipo de contratos son libres, es decir, la duración del mismo será la que acuerden las partes, y si no aparece en el contrato, se entenderá que la duración será de 1 año.
La renta a abonar por el garaje y la forma de hacerlo también es libre. En el contrato puede aparecer tanto por años como por meses. Si se decide que el coste será de 100 euros al mes, puede aparecer así redactado, o bien 1200 euros anuales que serán abonados mes a mes. Incluso hay contratos de alquiler de una plaza de garaje por días.
También es una buena opción señalar en el contrato de alquiler de una plaza de garaje cómo se realizarán los pagos (por giro bancario, transferencia, en metálico…), y en qué fechas (si de manera anual, trimestral, bimensual, mensual…). Es conveniente agregar una cláusula para que la renta pueda variar año a año según el IPC.
La finalización del contrato será cuando se termine el tiempo pactado, sin necesidad de que arrendador o arrendatario tengan que dar aviso previo.
Respecto a la fianza, debe entenderse como un depósito (por lo general, equivalente a 1 ó 2 meses de renta) por el cual el propietario se asegura que el inquilino se hará cargo de los pagos de la renta, y también del arreglo de los posibles desperfectos. En la práctica, cubre el costo del mando y las llaves para acceder al garaje, y es devuelta cuando finaliza el contrato.
¿Qué es el contrato alquiler plaza de garaje?
¿Tienes coche? Si la respuesta es afirmativa, es muy probable que nunca encuentres sitio para aparcar en la calle, y estés planteándote el alquiler de una plaza de garage para poder guardarlo. Puede ser que estés buscando la cochera cerca de tu domicilio, o bien cerca de tu trabajo, puesto que es complicado aparcar en la zona… Si ya has encontrado alguna que te gusta, no te olvides de firmar el contrato de alquiler de la plaza de garaje: aunque suene a un mero trámite, te ayudará a hacer valer tus derechos.
Si, por el contrario, estás pensando en alquilar tu plaza a otras personas, también debes exigir la firma de un contrato, ya que te protegerá de posibles daños de la plaza que se produzcan durante el arrendamiento de la misma.
Cuando hablamos de un contrato de alquiler de una plaza de garaje, también conocido como contrato de arrendamiento de parking, nos estamos refiriendo al acuerdo al que llegan dos personas, cada una con un papel señalado en el mismo:
- Arrendador. Es el propietario de la plaza de garaje, que se compromete a ceder el uso y disfrute de su plaza durante un tiempo limitado, a cambio de una compensación (lo más habitual es que sea económica).
- Arrendatario. La otra parte es la persona que disfrutará del uso de la plaza de garaje. Por medio del contrato de alquiler del parking se compromete a realizar los pagos que se acuerden, por lo general en modo de renta mensual.
Es decir, el contrato de alquiler de la plaza de garaje es el acuerdo, por escrito, al que han llegado esas dos personas, por el cual el propietario cede la plaza del garaje al arrendador durante un tiempo determinado, a cambio de una renta mensual (aunque podría ser una compensación en especie o con otro tipo de pago).
Debes saber que sin contrato de alquiler de la plaza de garaje, no se te garantizan los derechos ni los deberes. Imagínate que alquilas una plaza de garaje en un inmueble que se inunda ¿se hará cargo el seguro del garaje de los desperfectos que tenga tu coche? O en caso de ser propietario, si el arrendador no paga el alquiler ¿cómo podrás recuperar el uso de la plaza?
Aun así, puede ser que prefieras arriesgarte, pero aún debes pensar ¿es legal alquilar una plaza de garaje sin tener un contrato escrito?
Según el Código Civil (la normativa que regula los alquileres de garajes) un contrato de arrendamiento existe siempre que dos personas se pongan de acuerdo para la cesión y uso de la plaza de garaje a cambio de pagar una renta por ello. En el mismo, se puede leer: «Los contratos serán obligatorios, cualquiera que sea la forma en que se hayan celebrado, siempre que en ellos concurran las condiciones esenciales para su validez».
Por tanto, sí, es legal formalizarlo de forma verbal, aunque esto no exime de que una de las partes quiera redactarlo por escrito, y entonces las dos están obligadas a firmarlo.
Pero volvamos a la duda anterior: ¿cómo demuestro que estoy pagando por el alquiler de una plaza, o que estoy cediendo mi plaza a cambio de un dinero? Ahí es donde se complica la cosa, puesto que para demostrarlo, tendrá que haber documentos de pago donde aparezcan las identidades de las dos personas, además de tener como concepto el pago por la plaza (perfectamente identificada).
Así las cosas, recomendamos que siempre que se vaya a arrendar o poner en alquiler una plaza de garaje, se realicen los trámites de la firma del contrato de alquiler por escrito.
Cuanto cuesta contrato de alquiler de plaza de garaje
El precio de un contrato de alquiler de plaza de garaje varía principalmente según la profesionalidad y experiencia del asesor que realice el contrato, la complejidad del mismo y la ubicación de la propiedad. En términos generales, podemos decir que el costo de este tipo de contrato oscila entre 50€ y 200€.
Es esencial tener en cuenta que, además de estos factores, la personalización y cláusulas específicas pueden incrementar el costo del contrato. Un contrato básico y estandarizado tenderá a situarse en la parte baja del rango de precios, mientras que aquellos que requieren una mayor adaptación y consideraciones legales adicionales estarán en el extremo superior.
Al negociar un contrato de alquiler de plaza de garaje, es importante definir claramente la duración del mismo, las responsabilidades de cada parte, así como las condiciones de uso, pago y cancelación. Establecer todo esto de manera precisa y legalmente válida es crucial para evitar malos entendidos y posibles disputas.
El uso de un contrato debidamente elaborado ofrece seguridad tanto al propietario como al arrendatario. Por eso, si bien podría ser tentador optar por formatos genéricos o intentar elaborar uno sin ayuda profesional, invertir en un contrato bien confeccionado puede resultar beneficioso a largo plazo, salvaguardando los intereses de ambas partes.
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Posibles daños y perjuicios por la mala redacción del contrato o el posible abuso de las clausulas por una de las partes
Sí
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