¿Cómo denunciar ruidos?
Ante un problema de ruido de vecinos o ruidos producidos por locales en las cercanías de nuestra vivienda como bares, terrazas, discotecas, el primer paso, aunque infructuoso la mayoría de las veces es buscar una solución amistosa con el que está causando el perjuicio.
Si después de que hayas comunicado al vecino o propietario del local las molestias que causa estas persisten, es recomendable que le dirijas un escrito con acuse de recibo pidiendo que cesen los ruidos y exponiendo que son perjuicio al estar afectando a tu bienestar y salud.
Buscar el apoyo de la comunidad de vecinos es muy recomendable porque cuando la denuncia afecta a un grupo de personas y se actúa conjuntamente, la denuncia por ruido de vecinos será más eficaz.
Los ruidos vecinales como los de perros, instrumentos musicales, niños, fiestas están regulados por las ordenanzas municipales o la legislación autonómica. Si los ruidos que te molestan se deben a actividades comerciales o es ruido de zonas de ocio como terrazas o botellones se puede acudir al Real Decreto 1367/2007.
En primer lugar, deberás presentar un impreso de denuncia al ayuntamiento correspondiente. Es importante hacer constar quién o qué causa los ruidos y las horas en que se producen.
En un plazo razonable, el ayuntamiento debe realizar una inspección. Los técnicos municipales visitan la vivienda y elaboran un informe. Como denunciante puedes presentar alegaciones, por ejemplo, si el vecino que causa los ruidos es un inquilino, puede pedirse al propietario que rescinda el contrato de alquiler. Si es un local, se puede pedir el cese de la actividad económica.
El alcalde deberá emitir un decreto en el que establecerá las actuaciones para solucionar el problema y los plazos de ejecución de las mismas. El ayuntamiento tiene que resolver la denuncia presentada en un plazo de tres meses desde la apertura del expediente.
Si en ese plazo no has obtenido respuesta de tu ayuntamiento, tendrá que lidiar con un problema más: denunciar al propio ayuntamiento por la vía contencioso-administrativa por inactividad o permisividad del consistorio ante el incumplimiento de las ordenanzas municipales. Si llegas a este punto, puedes reclamar indemnizaciones al ayuntamiento por daños y perjuicios, pero deberás contar con la ayuda de un abogado.
Cuando los ruidos sean insoportables, es decir, ante una urgencia causada por vecinos ruidosos llamar a la policia municipal y presentar ante la policía una denuncia por ruidos es la mejor manera de actuar. En este caso, la policía debe acudir inmediatamente y realizar una visita de inspección.
Si el ayuntamiento no responde o es laxo en las soluciones que te propone, lo mejor es ponerse en manos de un buen despacho de abogados que esté especializado en este tipo de litigios.
Un despacho de abogados con experiencia en este tipo de denuncias por ruido de vecinos, gestionará sabrá enfocar el problema de la mejor manera para encontrar una solución. Intentará la mediación para evitar tener que ir a juicio, pero si la gravedad del problema lo requiere iniciará, incluso, la vía penal. Se encargará de solicitar a los profesionales cualificados, como ingenieros acústicos, las mediciones de ruido necesarias y sabrá cómo contactar con los departamentos e instancias municipales involucrados en los trámites por denuncias de contaminación acústica.
Normativa y requisitos de denunciar ruidos
Las ordenanzas municipales o la legislación autonómica regulan los límites de ruido máximo permitido cuando la fuente emisora del ruido sea vecinal, por ejemplo, gritos de niños, conversaciones con tono de voz elevado, electrodomésticos, instrumentos musicales, recogida de basuras, fiestas patronales…
En el caso de los ruidos por mascotas, se puede acudir a las ordenanzas municipales específicas sobre animales domésticos. En ellas se estipulan las horas en que los animales pueden estar en patios, el número de animales domésticos por vivienda.
Si la fuente emisora del ruido es una actividad económica como bares, terrazas, industrias o el ruido se produce en una zona de ocio como carpas o zonas de botellón, entonces es aplicable, además de la normativa local y autonómica, la legislación de ámbito nacional en concreto, la Ley 37/2003 del Ruido y el Real Decreto 1367/2007.
Por eso, cuando se trata de problemas de ruido en la vivienda hay que tener presente la ordenanza municipal del ayuntamiento que corresponda.
En general, la legislación europea marca como límite durante el día los 65 decibelios y por la noche 55 decibelios. Sin embargo, según los municipios estos umbrales pueden variar. En Madrid, por ejemplo, el límite diurno es de 35 decibelios y por la noche de 30 decibelios.
Otra normativa relacionada con el ruido es el documento básico DB-HR Protección frente al ruido que forma parte del Código Técnico de la Edificación. Este documento se publicó en el Real Decreto 1371/2007 y reconoce que la contaminación acústica es uno de los principales obstáculos para poder disfrutar de una vivienda digna e igualmente un obstáculo al derecho a un ambiente adecuado.
Aunque el ámbito de aplicación de este documento básico se refiere a las exigencias constructivas de los edificios para conseguir los objetivos de calidad acústica, el principio legal rector se basa en el derecho al disfrute de una vivienda digna y el derecho al bienestar.
Cuando los ruidos se deban al comportamiento incívico de algún vecino, además de las ordenanzas municipales se puede acudir a la Ley de Propiedad Horizontal y a la Ley de Arrendamientos Urbanos. Ambas contienen medidas de protección contra el ruido causado por vecinos.
La Ley de Propiedad Horizontal especifica que «el propietario u ocupante del piso o local no podrá realizar actividades molestas, insalubres, nocivas, peligrosas o ilícitas».
Esta ley también establece que cuando algún elemento comunitario es origen de ruidos como puertas de garaje, ascensores u otro tipo de instalaciones, es la comunidad quien debe subsanarlo para garantizar las condiciones de habitabilidad. Sin embargo, si los ruidos se deben a defectos constructivos, será la empresa constructora la que deba asumir los costes de las reparaciones, siempre y cuando no haya vencido el plazo de presentación de reclamaciones.
Por último, si la fuente de ruido se debe a actividades militares la reglamentación es específica y no se rige no por la Ley 37/2003 del Ruido ni por normativa municipal ni autonómica.
¿Cuándo denunciar ruidos?
Es recomendable que antes de que inicies los trámites de una denuncia por ruidos hayas localizado al causante de los ruidos y le hayas comunicado la molestia que ocasiona para intentar que los ruidos desaparezcan o disminuyan de intensidad.
Si no consigues nada, es momento de actuar. Tienes derecho a disfrutar en tu propio domicilio del bienestar y de una calidad de vida adecuada. Los ruidos generados por otros vecinos, por locales comerciales o terrazas cercanas vulneran claramente este derecho y existe jurisprudencia del Tribunal Constitucional que reconoce que los ruidos vulneran la intimidad personal y familiar e incluso la inviolabilidad del domicilio.
Además, otra cuestión nada despreciable es que tu salud puede verse perjudicada por el ruido como demuestran numerosos estudios. Las alteraciones que afectan al aparato respiratorio, la irritabilidad, el aumento de la acidez gástrica son solo alguno de los efectos de estar expuestos al ruido de forma prolongada.
Las ordenanzas municipales regulan el nivel de ruido y vibraciones permitido. Acude al ayuntamiento y solicita la información relativa a ellas. Si el problema por el ruido de vecinos afecta al resto o la fuente del ruido es por las terrazas cercanas, sería conveniente contar con el apoyo de la comunidad de vecinos.
Los niveles máximos permitidos para los ruidos de vecinos son de 35 decibelios en dormitorios y 40 en zonas de estancias durante el día. Esto es, tomando la medición dentro de la vivienda con las ventanas cerradas y de 30 decibelios con las ventanas cerradas por la noche. Si se superan estos niveles, deberías denunciar por ruidos molestos.
Para denunciar los ruidos de los vecinos al ayuntamiento puedes estar seguro de que, si con las ventanas cerradas oyes y entiendes la conversación de tus vecinos, su televisión, o la música que pone es que los niveles máximos se han superado.
Algunos ayuntamientos ofrecen un servicio de solicitud de medición de ruidos en viviendas. Dependiendo del tipo de ruido y su origen los impresos de solicitud se hacen bien en las Oficinas de Atención Ciudadana, en el Departamento de Medio Ambiente o si el ruido se debe a terrazas, talleres, local comercial… el impreso se dirigirá al departamento de Licencia de Actividades.
Los ayuntamientos de Alcorcón o el de Vitoria-Gasteiz tienen este servicio y es gratuito. De todas maneras, la administración tarda entre tres y seis meses en dar una respuesta y cuando los ruidos son causados por alguno de los vecinos, puede ser que se desentiendan.
Ten en cuenta que hay ruidos por los que también puedes iniciar una denuncia por ruidos, aunque no se superen estos umbrales. Por ejemplo, perros, niños, zapatos de tacón, música, arrastre de mobiliario. Cuando el ruido es continuado se considera una molestia y puede exigirse su cese porque es evitable.
Si padeces el comportamiento incívico de algún vecino o en el entorno de tu vivienda se desarrollan actividades ruidosas, deberías actuar porque tú y los tuyos tenéis derecho a la salud y al descaso.
¿Qué es denunciar ruidos?
Los ruidos continuados, los que tienen un nivel insoportable de intensidad, que te molestan a horas intempestivas pueden causarte serios problemas en la salud. Existen estudios técnicos que demuestran el efecto negativo que el ruido provoca en la conducta, en el sueño, en el aumento del estrés... Se ha demostrado que hay una elevada probabilidad de que los bebés de las embarazadas expuestas a un ambiente ruidoso tengan menor peso y sean más irritables.
Si estás sufriendo este problema causado por el ruido de vecinos incívicos, de sus perros, sus niños, sus gritos o si el ruido procede de un local con insonorización insuficiente o bien son las instalaciones de la propia comunidad de vecinos como ascensores, puertas de garaje, grupos de presión, es importante que conozcas tus derechos y que la ley ampara la salvaguarda de tu salud, bienestar, intimidad personal y calidad de vida.
La mejor solución ante un problema de ruidos molestos es poner en conocimiento del causante del ruido el perjuicio que está ocasionando e intentar llegar a un acuerdo amistosamente. Podría ser que el causante del ruido no sea consciente de la molestia, pero desgraciadamente, en la práctica, esto es bastante improbable. Por lo que, descartada la solución amistosa, tendrás que iniciar los trámites de una denuncia por ruidos.
Si, por desgracia, te ves obligado a denunciar por ruidos molestos, el primer paso es acudir al ayuntamiento para comunicar que la convivencia tranquila entre vecinos está siendo alterada y esperar que el ayuntamiento actúe. Esta manera de tramitar una denuncia por ruidos sería la llamada vía administrativa.
No obstante, la administración a veces no responde o tarda mucho en hacerlo, entonces, el problema se multiplica porque además de sufrir el ruido causado por un vecino, las terrazas colindantes o los equipos de aire acondicionado, tendrás que enfrentarte al ayuntamiento por la vía contencioso-administrativa para que actúe y reclamarle una indemnización por daños y perjuicios al haber eludido su responsabilidad de velar por el cumplimiento de las ordenanzas municipales en relación con la contaminación acústica.
Si el estado de cosas es el descrito más arriba, tendrás que acudir a un despacho de abogados para interponer una demanda. Dependiendo de la gravedad y el grado de contaminación acústica se podrá optar por la vía civil, penal o incluso presentar un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional.
Otra manera de tramitar una denuncia por ruido es dirigir un escrito al Defensor del Pueblo del ámbito autonómico, en Cataluña el Síndic de Greuges, en Castilla y León, el Procurador del Común, en el País Vasco, el Ararteko. Pero, es importante saber que las recomendaciones o advertencias que haga el Defensor del Pueblo no son de obligado cumplimiento. Sí que puede ser útil para obtener una respuesta por escrito de las autoridades o funcionarios a los que habías dirigido en primera instancia y de los que habías conseguido respuesta alguna en el plazo de un mes.
Cuanto cuesta denunciar ruidos
El proceso de denuncia por ruidos se puede llevar a cabo por vías como la policía local o a través de administraciones públicas. Además de ello, es posible acudir a un perito acústico para que realice una medición oficial del nivel de ruido, aspecto que puede ser crucial para que la denuncia tenga éxito.
En cuanto a los costes asociados, si decides realizar un estudio de medición acústica, debes saber que estos pueden variar. Un informe sonométrico puede costar entre 150 € y 350 €. Este precio puede incrementarse dependiendo de factores como la complejidad del caso, la ubicación o el día de la semana en que se efectúe la medición.
Cabe destacar que la normativa de ruido es autonómica y, por tanto, el proceso puede tener algunas variaciones según la región en la que te encuentres.
Para poder llevar a cabo una denuncia con mayores garantías de éxito, una correcta medición de los niveles de ruido y un informe bien detallado son fundamentales. Esto no solo te ayudará a fundamentar la denuncia sino que también servirá para buscar una solución dialogada con el causante del ruido, si es posible.
