Denunciar ruidos
en Castilla y León

En la Comunidad de Castilla y León, la convivencia vecinal es un elemento esencial para mantener la calidad de vida de sus habitantes. No obstante, uno de los problemas más comunes que pueden perturbar esta armonía es la presencia de ruidos excesivos. Para presentar una denuncia por molestias de ruido, es importante seguir un protocolo que permita gestionar la situación de manera efectiva.



En primer lugar, se recomienda intentar una solución amistosa hablando directamente con la persona o entidad que esté causando el ruido. A menudo, el diálogo puede ser suficiente para resolver la incidencia. Si esto no da resultado, es aconsejable reunir pruebas de la perturbación, como grabaciones que evidencien el nivel de ruido, especificando fechas y horas de los hechos.



A continuación, la siguiente medida es presentar una denuncia formal ante el Ayuntamiento correspondiente. Esto se puede realizar acudiendo personalmente a las oficinas de atención ciudadana, a través de la plataforma electrónica del Ayuntamiento si dispone de esta herramienta, o mediante el envío de un escrito por correo certificado. En la denuncia, es fundamental incluir los datos personales completos del denunciante, una descripción detallada de los hechos, y si se dispone, aportar las pruebas recabadas.



El Ayuntamiento tiene la obligación de tramitar la denuncia y, en caso de ser necesaria, realizar las mediciones acústicas pertinentes por parte de técnicos especializados para determinar si se está infringiendo la normativa vigente en materia de ruido.



Recuerde que también es posible solicitar la intervención de la Policía Local para que realice una valoración in situ de la situación. En caso de ser una problemática recurrente, se puede contactar con la comunidad de propietarios o el administrador de fincas para que tome cartas en el asunto.



Es importante tener en cuenta que, en todo momento, la denuncia debe llevarse a cabo de manera respetuosa y siguiendo los canales legales establecidos. La protección del derecho al descanso y a la tranquilidad es una prioridad en Castilla y León, y existen procedimientos diseñados para mantener el respeto mutuo y la convivencia pacífica dentro de la comunidad.