División horizontal en Cáceres

La división horizontal es un proceso jurídico mediante el cual se divide una propiedad inmueble, normalmente un edificio, en distintas entidades independientes susceptibles de aprovechamiento independiente, como pisos o locales, cada una de las cuales se asocia a una cuota de participación respecto de los elementos comunes del inmueble. Este proceso es especialmente relevante en la constitución de propiedades en régimen de propiedad horizontal, común en la creación de comunidades de propietarios en España.

Para llevar a cabo una división horizontal y su proceso de registro en Cáceres, o en cualquier otra localidad de España, se deben seguir los siguientes pasos:

**1. Documentación necesaria:** Para iniciar el proceso, se necesita la escritura de declaración de obra nueva y división horizontal otorgada ante notario. Esta escritura debe contener la descripción detallada del inmueble, la distribución de los distintos pisos o locales, las cuotas de participación y la descripción de los elementos comunes.

**2. Licencias y permisos:** Es imprescindible contar con las licencias municipales de obras y primera ocupación proporcionadas por el ayuntamiento de Cáceres, garantizando que la edificación cumple con la normativa urbanística aplicable.

**3. Inscripción registral:** Una vez obtenidas las escrituras y licencias, debe procederse a su inscripción en el Registro de la Propiedad correspondiente a Cáceres. Se presenta la documentación y se deben pagar las tasas asociadas para que el registrador inscriba las nuevas propiedades y emita las notas simples o certificaciones que acrediten las inscripciones realizadas.

**4. Notificación a la Administración:** Tras la inscripción, es necesario notificar a la Administración local y a otros organismos competentes, como el catastro, la división realizada para la actualización de los padrones y demás registros administrativos.

**5. Establecimiento de la Comunidad de Propietarios:** Finalmente, se constituye la Comunidad de Propietarios, adoptando los estatutos que regirán el funcionamiento comunitario, y se procede a su inscripción en el Registro de la Propiedad para dotarles de formalidad legal.

Este proceso debe realizarse siguiendo meticulosamente la normativa vigente y con asesoramiento de profesionales en materia de derecho inmobiliario, para asegurar la legalidad y validez de todos los pasos y evitar complicaciones futuras.