Ingenieros o instaladores especialistas en legalización instalación de aire comprimido en Madrid

La legalización de una instalación de aire comprimido es un proceso crítico para garantizar su seguridad, eficiencia y el cumplimiento de las normativas vigentes, especialmente en la Comunidad de Madrid. Este proceso es necesario tanto para nuevas instalaciones como para aquellas existentes que hayan sido modificadas o que requieran legalización por cambio de reglamentación o por haberse detectado su carencia previa de legalización.

Para comenzar el trámite de legalización, es esencial que la instalación se haya realizado siguiendo los criterios y normas técnicas vigentes – como el Reglamento de Equipos a Presión (REP) y sus Instrucciones Técnicas Complementarias (ITC) correspondientes – que garanticen la seguridad de los equipos y las personas que los utilizan. La legalización implica un conjunto de pasos administrativos y técnicos, que comienzan con el diseño y ejecución de la instalación por parte de una empresa autorizada y competente.

Una vez la instalación está terminada, se debe elaborar un proyecto técnico o memoria técnica que describe la instalación, sus características, cálculos de diseño y demás documentos pertinentes. Este proyecto deberá ser firmado por un técnico competente, que habitualmente es un ingeniero con habilitación profesional para este tipo de trabajos.

Seguidamente, se realiza una inspección inicial por parte de una entidad de control autorizada (ECA), que verifica la correcta instalación de acuerdo con las normativas aplicables. Después de esta inspección, si todo está correcto, la ECA emite un certificado de instalación.

Con este certificado y el proyecto técnico, se procede a registrar la instalación en el órgano competente de la Comunidad de Madrid. En la Comunidad de Madrid, este registro se realiza en la Dirección General de Industria, Energía y Minas. Se debe presentar toda la documentación necesaria, que incluye el proyecto técnico, el certificado de la ECA, y los formularios administrativos requeridos.

Una vez el expediente es revisado y aprobado por la Administración, se otorga un número de registro de la instalación, y se legaliza su uso. En algunos casos, según la categoría de la instalación, puede ser necesario realizar inspecciones periódicas para mantener la legalización.

Es fundamental subrayar la importancia del cumplimiento de este proceso administrativo ya que, además de cumplir con la normativa vigente, garantiza la seguridad de las operaciones y protege a los usuarios y trabajadores de riesgos potenciales asociados con el equipo a presión.