Legalización de instalación de aire comprimido en Girona

La legalización de una instalación de aire comprimido en cualquier localidad, incluida Girona, es un proceso necesario para garantizar la seguridad y cumplir con las normativas aplicables. Este proceso engloba una serie de pasos y requerimientos técnicos y administrativos que deben ser satisfechos para obtener la correspondiente autorización.

Inicialmente, el propietario o responsable de la instalación debe contratar los servicios de un profesional o empresa especializada. Esta deberá estudiar la normativa vigente, que incluye el Código Técnico de la Edificación y los reglamentos específicos de instalaciones industriales, para diseñar un sistema que cumpla con todas las exigencias de seguridad, eficiencia y medio ambiente.

Una vez diseñada, la instalación debe ser ejecutada siguiendo fielmente el proyecto aprobado. Posteriormente, se requerirá que un técnico competente revise que la instalación se ha realizado conforme al proyecto y a la normativa vigente. Esta revisión culmina en la emisión de un certificado de instalación o boletín, que es el documento que acredita la correcta ejecución.

El siguiente paso es presentar toda la documentación en el registro correspondiente de la Generalitat de Catalunya o en el organismo local de Girona autorizado para tal fin. El expediente debe incluir el proyecto técnico, el certificado de instalación, y en algunos casos, es posible que se requieran informes adicionales o la realización de inspecciones por parte de entidades acreditadas.

Una vez presentada la documentación y realizado el pago de las tasas pertinentes, la administración revisará el expediente. De ser necesario, puede solicitar información adicional o correcciones. Tras cumplir satisfactoriamente con todos los requerimientos, se obtendrá la autorización para la puesta en marcha de la instalación de aire comprimido.

Es importante remarcar que todas las instalaciones de aire comprimido deben someterse a mantenimientos periódicos y revisiones para asegurar su correcto funcionamiento y prolongar su vida útil, así como garantizar la seguridad de los usuarios y de las instalaciones.