Legalizar instalación eléctrica en Girona

Legalizar una instalación eléctrica es un proceso fundamental para garantizar la seguridad de las personas y la propiedad, así como para cumplir con la normativa vigente. En Girona, al igual que en el resto de España, para legalizar una instalación después de su ejecución o bien en casos donde se ha modificado o ampliado la existente, se debe seguir un procedimiento estipulado por la legislación que involucra varios pasos y la intervención de profesionales cualificados.

El proceso se inicia con el diseño de la instalación eléctrica, el cual debe ser realizado por un instalador autorizado, o en casos de cierta complejidad, por parte de un ingeniero técnico o industrial. Una vez que la instalación ha sido ejecutada, debe ser verificada y certificada por el profesional que ha intervenido, elaborando el llamado certificado de instalación eléctrica o boletín eléctrico (certificado de instalación de baja tensión).

Este documento acredita que la instalación cumple con todas las normativas técnicas y de seguridad, y es necesario para proceder a la legalización. Con el boletín en mano, el titular de la instalación deberá dirigirse al departamento competente de la Generalitat de Catalunya para registrar la instalación. Esta gestión puede realizarse de manera telemática o presencial.

El registro es un requisito indispensable para que la compañía suministradora pueda realizar el contrato de suministro eléctrico. En caso de que la instalación requiera una inspección previa por parte de un organismo de control autorizado (OCA), el informe emitido por dicha entidad deberá acompañar al boletín eléctrico en el momento del registro.

Es importante destacar que tanto para viviendas de uso particular como para locales comerciales o industriales, el proceso de legalización es necesario y asegura el cumplimiento de las normas de seguridad, evitando posibles sanciones y garantizando la cobertura de los seguros en caso de incidente. Además, en Girona, como en el resto de Cataluña y España, las instalaciones eléctricas han de ser mantenidas y revisadas periódicamente por un instalador autorizado, y en determinadas circunstancias, sometidas a inspecciones de organismos de control.