¿Qué es la ordenación de montes?
Los bosques, los montes, los espacios forestales son ecosistemas que regulan las condiciones medioambientales. Las masas forestales hacen que la calidad del aire mejore, son fundamentales para evitar condiciones climatológicas extremas y evitan el avance de la erosión del suelo y su empobrecimiento. Un plan de gestión forestal tiene en cuenta los aspectos medioambientales de los bosques, pero también los económicos, culturales y sociales.
Teniendo en cuenta que los bosques son un bien común, las administraciones han puesto en marcha herramientas como el plan de ordenación forestal. Su objetivo es garantizar la conservación de estos espacios naturales, al tiempo de garantizar una explotación sostenible de los montes.
Se cuentan con varios instrumentos de gestión forestal:
-El Proyecto de Ordenación de Montes: Este documento es obligatorio para todos los montes catalogados como montes de utilidad pública y montes protectores. El Proyecto de Ordenación de Montes plasma cómo se organizan en un espacio determinado y en el trascurso del tiempo los recursos forestales en un monte o un grupo de montes.
El plan de ordenación forestal debe incluir una descripción detallada del terreno forestal en sus aspectos ecológicos, económicos, sociales y legales y un inventario forestal exhaustivo que permita trazar planes de aprovechamiento y explotación de cada unidad del monte con la estimación de rentas.
-El Plan Técnico de Gestión Forestal: Se trata de un documento que refleja las medidas de planificación forestal en montes de propiedad particular bien sea individual o de una comunidad de propietarios que forman una unidad de gestión, por ejemplo, los montes vecinales. El plan gestión forestal es obligatorio para superficies forestales arboladas o rasas con una determinada superficie. Son las comunidades autónomas quienes determinan esta extensión.
Por ejemplo, limpiar los bosques de maleza, vegetación muerta y destinarla a la producción de biomasa contribuye a reducir el riesgo de incendio en los montes. A la vez se genera una actividad económica sostenible que produce una fuente de energía limpia como es la biomasa, un combustible que genera pocos residuos y, además, biodegradables.
Para asegurar que una plan de ordenación forestal sea efectivo es vital conocer la titularidad de la propiedad forestal, es decir, saber qué montes son privados, cuáles son públicos y cuáles son montes vecinales. En España, según el Anuario de Estadística, se cifra la superficie forestal de titularidad privada en un 70 %.
Si eres propietario de un monte, tienes la responsabilidad de la gestión técnica y material del mismo. Este el principio que establece la Ley de Montes. Como propietario de un área forestal debes encargarte de su gestión sostenible. Puedes hacerlo tú mismo o contratar a terceros para que lo hagan, bien sean personas físicas, empresas especializadas del sector privado o a los órganos forestales de la comunidad autónoma donde esté ubicado el monte.
La situación de la gestión forestal en nuestro país es claramente mejorable. La superficie forestal que cuenta con algún instrumento de gestión forestal es muy reducida. Por eso, es necesario que tanto propietarios particulares o como comunidades vecinales de espacios forestales nos concienciemos para contribuir a mejorar, cuidar y proteger los bosques.
¿Cuándo se solicita una ordenación de montes?
Los instrumentos de gestión forestal en montes privados están regulados por las comunidades autónomas, de manera que, si eres propietario de un monte o perteneces a un colectivo que tiene un monte en propiedad comunitaria, la obligación legal de la presentación de un plan de gestión forestal dependerá del órgano forestal de tu comunidad autónoma.
En general, el plan de gestión forestal o plan dasocrático se exige en extensiones pequeñas, en montes que no son objeto de explotación para la producción maderera o para la producción de corcho.
La Ley 43/2003, de noviembre, la Ley de Montes marca el plazo máximo para llevar a cabo la ordenación de montes del territorio nacional. En función de los criterios que determinen los órganos forestales de las comunidades autónomas, se determinará qué tipo de espacios forestales, ya sean de propiedad privada, pública o comunitaria, tienen la obligación de contar con algún tipo de instrumento de gestión forestal.
En cualquier caso, la legislación de ámbito estatal establece que en un periodo de quince años desde la entrada en vigor de la Ley 43/2003, las superficies forestales que reúnan las características fijadas por las comunidades autónomas deberán contar con un Proyecto de Ordenación de Montes o con un Plan Técnico de Gestión Forestal según sea el caso. La fecha límite para la presentación del instrumento de gestión forestal que corresponda es, en consecuencia, el 22 de febrero de 2019.
Contar con un plan de gestión forestal puede serte de gran ayuda, ya que te servirá de guía para determinar cuáles son los objetivos y las posibilidades del rendimiento económico del monte. Una actividad económica planificada y sostenible puede mejorar la calidad de los bosques, reportarte ingresos y, además, contribuirás a impulsar la economía de las zonas rurales próximas.
Un buen plan de ordenación forestal reduce los errores en la gestión, explotación y aprovechamiento de los montes, como, por ejemplo, la desforestación o la introducción de especies de árboles no adecuadas para el ecosistema. También, son una herramienta muy eficaz en la prevención de incendios o en el control de plagas de insectos.
Puedes pensar que la naturaleza tiene sus mecanismos de autorregulación y que, sí, eres propietario de un monte, pero no lo estás explotando económicamente, de manera que no estás interfiriendo en su ciclo natural. Este planteamiento, bastante común, no es del todo cierto. Los montes siempre se han cuidado, se han limpiado, para evitar los incendios, para conservar los senderos, las veredas, los cordeles.
Los planes de gestión forestal facilitan la comunicación con la administración y ayudan a establecer mecanismos para obtener apoyo técnico de los órganos forestales de las comunidades autónomas en caso de detectar riesgos para la masa forestal como plagas, enfermedades de los árboles o existencia de agentes nocivos.
Es mucho mejor adelantarse y actuar para mejorar la calidad del monte y los bosques que verse obligado a aplicar medidas más drásticas como planes de repoblación y recuperación de espacios forestales dañados.
¿Cómo conseguir una ordenación de montes?
La mejor manera de obtener un plan de gestión forestal es ponerse en contacto con un profesional. Los expertos en la elaboración de este tipo de informes técnicos son los ingenieros de montes, ingenieros agrícolas o las consultoras de servicios forestales.
Un experto puede asesorarte y abordar el estudio de tu propiedad forestal de la manera más adecuada. Te informará qué tipo de documento técnico deberás presentar a la administración en función de las características del monte del que eres titular: un Plan Técnico de Gestión Forestal, un Plan de Ordenación Forestal o bien si bastaría con un Plan Técnico Simplificado o formulario de adhesión a modelo selvícola (cada comunidad autónoma utiliza una denominación diferente).
Lo importante es saber que un plan de ordenación forestal o un plan técnico de gestión forestal son obligatorios, mientras que un plan técnico simplificado es voluntario.
Como propietario de un terreno forestal, deberás ser el firmante del informe con la conformidad del técnico competente que debe ser un titulado universitario en disciplina forestal.
La estructura de un plan técnico forestal debe contener los siguientes apartados:
- Estado legal: En este apartado se hace constar el nombre del monte (como es conocido o como esté registrado), los datos que te identifiquen como propietario (DNI, dirección postal) así como los del gestor, si cuentas con los servicios de un tercero. También se incluye la información catastral, la situación del dominio del monte.
El terreno debe ubicarse dentro del concejo, partido judicial o comarca forestal y se tiene que indicar si está incluido en la Red Natura 2000.
-Estado natural: En esta parte del informe se debe ubicar el terreno mediante coordenadas geográficas, describir físicamente el terreno del monte, su clima, suelo, vegetación, fauna...
-Inventario de los recursos forestales: Este inventario debe distinguir la superficie según se trate de zonas arboladas, indicando en este caso las especies de árboles, la superficie rasa, la superficie de roquedos, canchales, cortafuegos o pistas y la superficie agrícola si la hubiera.
Además, tiene que incluir una propuesta de gestión, presentar un balance económico y cartografía. Por eso, es importante que indiques al técnico forestal que realice el plan de gestión cuál es la finalidad que te propones en el uso del monte.
Ten en cuenta que puedes solicitar subvenciones según sea el tipo de gestión que tengas previsto desarrollar y que tendrás prioridad a la hora de recibirlas si tu monte cuenta con un plan de gestión forestal.
Es difícil establecer el tiempo que un profesional necesita para elaborar un plan de gestión forestal. Teniendo presente que este instrumento de gestión está ideado para extensiones forestales con superficies no demasiado grandes, podemos decir que en unos seis meses el plan puede estar listo.
En cuanto al coste, dependerá de la dificultad del terreno y su extensión, pero los precios pueden estar en el rango que va de los 1500 € a los 3000 €.
Normativa y requisitos de la ordenación de montes
Los planes de gestión forestal se enmarcan en la Política Forestal Española que tiene tres frentes de actuación. Por un lado, cuenta con elementos legislativos, por otro con instrumentos de planificación y, por último, con instrumentos para aplicar las medidas de gestión forestal.
Los instrumentos legislativos se dan en dos ámbitos de actuación. En el ámbito estatal a través de la Ley 21/2015, de 20 de julio (la Ley de Montes) y en el ámbito autonómico las leyes de montes aprobadas por los órganos de gobierno de las comunidades autonómicas.
Fue una modificación de la Ley 43/2003, de 21 de noviembre que a su vez actualizaba la Ley de Montes de 1957. El principio general que rige esta norma es que los propietarios de los montes son los responsables de su gestión forestal y designa a las Administraciones autonómicas como responsables y competentes en materia forestal.
Esta ley destaca la función social de los montes con independencia de la titularidad de los mismos. Por eso desarrolla instrumentos para garantizar su conservación y mantenimiento. Un plan de ordenación forestal o un plan de gestión forestal son ejemplo de la voluntad del legislador para lograr su objetivo: el desarrollo sostenible de los bosques para proteger el medio ambiento y garantizar un desarrollo económico y social sostenible.
Las comunidades autónomas son las que han desarrollado el contenido y la forma de los instrumentos de gestión forestal. Ofrecen modelos y requisitos concretos para la elaboración del plan de gestión forestal.
Las comunidades autónomas fomentan que los propietarios lleven a cabo medidas para conservar el monte. Por ejemplo, conceden subvenciones para obras y trabajos de mejora de repoblación forestal. Si cuentas con un plan de gestión forestal tendrás prioridad a la hora de solicitar este tipo de ayudas.
Otra de las ventajas que ofrecen las comunidades autónomas a los propietarios de montes que hayan presentado un plan de ordenación de montes es que podrán realizar actuaciones en ellos como podas o desbroces sin necesidad de obtener autorización. Bastará con una notificación, lo que agiliza la ejecución de este tipo de trabajos.
Según la comunidad, se ofrecen rebajas en el Impuesto de Bienes Inmuebles. En Andalucía, por ejemplo, no tendrías que pagar este impuesto durante 15 años.
Las comunidades autonómicas son responsables de la elaboración y aprobación de los Planes de Ordenación de los Recursos Forestales (PORF). Esta figura se creó en la ley estatal mencionada más arriba, la Ley 43/2003, de 21 de noviembre. El contenido de estos planes es obligatorio y ejecutivo. Estos planes son instrumentos de gestión forestal enmarcados entre los planes forestales regionales y los proyectos de ordenación.
Estos planes se proponen dos objetivos: una ordenación del territorio en el ámbito de la superficie forestal y tomar las medidas necesarias para llevar a cabo una planificación forestal sostenible, especialmente, en los espacios naturales que necesiten una atención especial para asegurar la conservación del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad.
Cuanto cuesta ordenación de montes
La ordenación de montes es una herramienta de gestión forestal que permite una utilización sostenible de los montes, asegurando su conservación y aprovechamiento. El proceso implica la elaboración de un documento técnico que recoge directrices sobre la gestión del terreno, el uso de recursos naturales y la explotación sostenible.
El precio de la ordenación de montes puede variar dependiendo de la superficie del terreno y la complejidad del trabajo. Para superficies pequeñas y trabajos sencillos, el coste de ordenación podría estar alrededor de los 1000 a 2000 euros. Para montes de extensión mediana, el rango de precios normalmente se encuentra entre 2000 a 4000 euros. Sin embargo, para superficies mayores o proyectos de mayor envergadura, el precio puede superar los 4000 euros y aumentar dependiendo de las características específicas y necesidades del terreno.
Es importante tener en cuenta que estos precios son solamente orientativos y pueden variar basados en factores como la ubicación del monte, la diversidad de la vegetación, la finalidad de la ordenación y los requerimientos técnicos específicos de cada proyecto. La contratación de profesionales adecuados, tales como ingenieros de montes o ingenieros técnicos forestales, es esencial para garantizar un plan de manejo acorde con la normativa vigente y que procure el respeto al medio ambiente.
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