Proyecto agrícola
¿En qué consiste un proyecto agrícola? ¿Cuánto cuesta? ¿Cuándo lo necesito? Nosotros te contamos todo lo que necesitas saber.
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Todo lo que necesitas saber sobre proyecto agrícola
¿Qué son los proyectos agrícolas?
Las actividades del campo y las explotaciones agrícolas o agropecuarias no son simplemente echar unas semillas al suelo y esperar que crezcan plantas. La actividad agrícola es compleja en sí misma, pero es que además requiere de ciertas instalaciones. Incluso el mero terreno del cultivo debe ser preparado convenientemente.
Las instalaciones pueden ser de todo tipo y condición. Nos podemos encontrar con una nave, con una caseta de aperos, plantas de producción agroalimentaria, invernaderos, bodegas, conserveras, granjas, establos, corrales, garajes para la maquinaria, e incluso zonas de recreo e instalaciones agrícolas con intención de atraer turismo o visitas, como las casas rurales o las granjas escuela.
No podemos olvidar las instalaciones como los sistemas de canalización, acequias, pozos, sondeos de agua, dispositivos de riego, fosas (sépticas o de almacenamiento de agua), balsas de agua, balsas para purines, redes de suministro eléctrico y un larguísimo etcétera. Además, todo esto puede formar parte de un conjunto o sistema mayor, como una explotación agrícola completa que deba construirse donde antes no había nada, lo que aumenta la complejidad.
Todas esas instalaciones y edificaciones deben ser construidas, pero eso no se puede hacer libremente. No se trata de llevar los materiales al terreno y levantar la edificación que nos interese. La construcción debe seguir la normativa vigente, los requisitos y las exigencias de costumbre, y para eso están los proyectos agrícolas.
El proyecto de agricultura diseña, define y establece cómo será la construcción o construcciones de la explotación agrícola en cuestión. Es un documento de elaboración compleja que requiere de profesionales expertos en la materia a tratar, de diferentes especialidades según lo requiera el contenido del proyecto (uno o más ingenieros o arquitectos). Así, no será lo mismo un proyecto para la construcción de una balsa de riego, que el de una explotación de cultivos, una rehabilitación de suelos o una fábrica de conservas de hortalizas.
Los proyectos agrícolas incluyen la documentación necesaria para definir la construcción de las instalaciones, pero también recogen y establecen las medidas de seguridad y protección de riesgos laborales para los trabajadores, que son algo más que una lista de deseos. Es un estudio de seguridad y salud específico que debe respetarse y cumplirse. Además, los proyectos también atienden a cuestiones de impacto ambiental y sostenibilidad, lo que puede llevar a la conclusión de que sea viable o inviable.
Porque ese es el asunto en definitiva: conseguir la viabilidad. El proyecto de construcción se usa como trámite administrativo ante el ayuntamiento para conseguir los permisos de obra, sin los cuales no podrás iniciar la construcción.
Normativa y requisitos de proyectos agrícolas
Los proyectos agrícolas pueden ser tan diferentes como se nos ocurra. Por eso, no es posible hacer aquí una relación exhaustiva de la normativa que afecta a cada uno, y además no sería especialmente útil. Sí podemos señalar algunas leyes que, de un modo u otro, pueden afectar a todos o casi todos los proyectos agrícolas.
– Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo, por el que se aprueba el Código Técnico de la Edificación. Un texto fundamental para comprender las exigencias de la edificación y el urbanismo en España. En el Anexo I encontrarás la lista de contenidos indispensables que debe contener tu proyecto de construcción. El Código Técnico de la Edificación también presta especial importancia a los aspectos energéticos y la sostenibilidad en la edificación. No dejes de prestar atención a esta ley.
– Ley 6/2010, de 24 de marzo, de Evaluación de Impacto Ambiental de Proyectos. La prevención ha demostrado ser la mejor herramienta en la protección del medio ambiente y la consecución de la sostenibilidad. En los proyectos, la prevención empieza con la evaluación de impacto ambiental, que valora y mide el potencial daño que puede producir un proyecto, llegando incluso a ser motivo de rechazo. Ten muy en cuenta este asunto, porque hoy prima la sostenibilidad y el respeto medioambiental. Una construcción poco eficiente, contaminante y gran consumidora de recursos será penalizada tarde o temprano de una manera u otra, tanto por la propia Administración como por el rechazo social. ¡Cuida este aspecto!
– Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales. El estudio básico o el estudio de seguridad y salud, entre otras posibles disposiciones relacionadas, deben formar parte de cualquier proyecto, y siguen los principios y valores de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Todo el personal implicado en la construcción debe trabajar con seguridad y protección, con los riesgos controlados y minimizados.
– Normativa autonómica y municipal. Los usos del suelo interesan a las comunidades autónomas y los ayuntamientos. También pueden interesarles el tipo de proyecto que vayas a realizar y su actividad. Por eso, debes informarte bien de la normativa local que pueda afectarte, para bien y para mal.
Los proyectos agrícolas afectan, modifican, se nutren y también alimentan al medio rural. El sector del campo debe protegerse y el desarrollo de sus gentes e infraestructuras es una apuesta de la Unión Europea, y también de la propia España. La ley 45/2007 para el Desarrollo Sostenible del Medio Rural busca potenciar esa protección y favorecer programas, políticas y proyectos que puedan mejorar la sostenibilidad social, cultural, económica y ambiental del entorno rural.
Es posible que tu proyecto agrícola pueda beneficiarse de esta protección e incluso conseguir subvenciones. Conviene que te informes al respecto pues, según sea el sector de actividad de tu proyecto, podrías acceder a las ayudas de la PAC (Política Agraria Común) de la Unión Europea u otras estatales o de las comunidades autónomas.
¿Cómo conseguir proyectos agrícolas?
Además del promotor que pone en marcha la idea, debemos considerar a otros participantes. Podrías necesitar a un técnico especialista que valore, estudie y redacte un estudio de viabilidad de la explotación agrícola. Luego encontramos al técnico que estudiará y redactará el propio documento del proyecto agrícola. Este deberá ser un ingeniero, ingeniero técnico, arquitecto o arquitecto técnico, especializado en el sector concreto que afecta al proyecto. Generalmente serán ingenieros agrónomos o ingenieros técnicos agrícolas, aunque algunas actividades concretas pueden necesitar a otros especialistas, como los ingenieros de minas o los ingenieros industriales.
El colegio profesional al que pertenezca el proyectista aparecerá una vez terminado el proyecto. Y luego será el ayuntamiento el encargado de revisarlo para conceder o no la licencia de obra. La Administración también aparecerá más tarde, una vez acabada la construcción, ya que debe ser la que te otorgue los permisos y las licencias de explotación.
El estudio de viabilidad agrícola debería ser el primer paso antes de pasar al proyecto en sí. Este estudio es una evaluación de factibilidad de la explotación que deseas tener. Pondrá las cartas sobre la mesa e indicará si tu idea es buena o no, tanto por sus posibilidades como por la inversión económica y su retorno.
Una vez aclarada la viabilidad, tendrás que ponerte en contacto con el proyectista, que acudirá a la finca en cuestión, tomará medidas, hará trabajo de campo (si es necesario) y te solicitará cierta documentación. Estudiará, calculará y redactará el complejo proyecto agrícola. El proyecto tendrá una dificultad variable y unas características que dependerán del objetivo, por lo que no podemos darte aquí detalles específicos de su contenido. Pero sí podemos darte unas referencias mínimas de lo que va a incluir:
– Memoria descriptiva. Aquí estarán los datos identificativos del promotor, del propietario y del proyectista, así como la información previa y antecedentes del proyecto.
– Memoria constructiva. Se indicarán con detalle la justificación de las soluciones constructivas que se tomarán, así como las características del suelo, las cimentaciones, la envolvente, los acabados, el acondicionamiento y las instalaciones y equipamiento, mientras sea procedente para el tipo de proyecto.
– Justificación del cumplimiento de la normativa vigente. Se explicará y demostrará cómo se está cumpliendo con la legislación.
– Anejos de la memoria. Tantos como sean necesarios. Pueden ser información geotécnica, estudios de seguridad de las instalaciones, cálculos de la estructura, el estudio de impacto ambiental, el certificado de eficiencia energética y un estudio básico o un estudio de seguridad y salud, entre otros posibles.
– Planos. Tantos y tan detallados como sea necesario, tanto del terreno como de las instalaciones y sus partes, mientras proceda.
– Pliego de condiciones. Serán los contratos entre todas las partes, y donde se estipulen los plazos, honorarios, labores, etc.
– Mediciones.
– Presupuesto detallado.
El proyecto acabado pasará al colegio profesional al que pertenezca el proyectista, donde será visado, y luego formará parte de la solicitud de licencia de obra que presentarás en el ayuntamiento. Una vez obtenidos los permisos, podrás empezar a construir o edificar según los parámetros y métodos señalados en el proyecto.
El precio dependerá de la magnitud del proyecto. Los costes finales corresponderán a los honorarios del proyectista, las tasas de visado, las tasas administrativas y los impuestos.
¿Cuándo solicitar proyectos agrícolas?
Existen muchísimos proyectos posibles y no es posible mencionarlos todos, pero sí podemos hablarte de consideraciones generales. La construcción, instalación o explotación que tengas en mente deberá plasmarse en un documento profesional, y con esas ideas el proyectista elaborará un anteproyecto en el que se expondrán los aspectos fundamentales de la obra. Eso nos dará una imagen global y permitirá hacer una estimación del presupuesto necesario.
Para elaborar el proyecto harán falta ciertos documentos, algunos obligatorios y otros recomendables. Por ejemplo, para conocer las condiciones y características del suelo necesitarás un estudio geotécnico. El proyecto requerirá una evaluacion de impacto ambiental. Es posible que precises de un estudio topográfico. Si vas a poner un pozo hará falta un estudio de necesidades hídricas. En definitiva, la documentación necesaria es tan diversa como los propios proyectos que se pueden realizar.
Además, una vez conseguida la licencia de obra comienzan los trámites administrativos que te permiten iniciar la actividad una vez construido todo. Por ejemplo, la concesión de agua de riego, sin la que no podrás sacar agua de tu pozo o sondeo hídrico. O los permisos específicos para núcleos zoológicos, sin los cuales no puedes tener grandes cantidades de animales en la granja o explotación ganadera. Estos trámites tienen sus propios plazos.
No existe un momento especialmente bueno ni malo para iniciar los proyectos productivos agrícolas, pero debes tener en cuenta que, según la complejidad del caso, se puede tardar más o menos en redactarlos. El trámite para obtener la licencia de obra también requerirá su propio plazo. Y finalmente, habrá que hacer realidad lo que aparece en los papeles. La construcción de la obra del proyecto agrícola puede llevar su tiempo.
Puede pasar mucho tiempo y muchos trámites desde que surge la idea y la pones a prueba con un estudio de viabilidad de explotación agrícola, hasta que consigues hacerla realidad. Podrían ser años, especialmente debido a los plazos de la Administración para aprobar las licencias de explotación.
Hablemos exclusivamente de los proyectos productivos agrícolas. El primer papeleo administrativo en el ayuntamiento requerirá citas y pasar por algunas ventanillas y actividades menores que podrás resolver en una o dos semanas. Ahorrarás tiempo si haces varios trámites a la vez, como la obtención de algunos informes y documentos que se pueden hacer de forma paralela sin que el retraso de unos afecte a los otros.
El proyectista elaborará el anteproyecto con el material, los datos y las ideas que le has proporcionado, algo que puede hacerse simultáneamente al papeleo administrativo. Debido a la diversidad de proyectos y a que la dificultad de cada uno es variable, no es posible darte un plazo exacto para la redacción del anteproyecto. Estimamos que el proyectista podrá hacer un anteproyecto de tamaño medio y sin especial dificultad en más o menos una semana. Esto es válido para el proyecto básico, que puede llevar una o dos semanas en casos de complejidad mediana.
El proyecto de ejecución puede tardar un poco más, según la magnitud del caso. A esto, deberás sumar el tiempo necesario para que el colegio profesional vise el proyecto, y lo que tarde el ayuntamiento en darlo por válido y otorgar la licencia de obra.
Cuanto cuesta proyecto agrícola
La inversión en un proyecto agrícola puede variar significativamente, siendo un factor relevante el tipo de cultivo y la escala de la operación. Para trabajos de redacción y dirección de proyectos agrícolas, la tarifa puede oscilar entre 800 y 2.000 euros, mientras que, en caso de requerir un proyecto de ejecución de obra, los costes pueden elevarse entre 5.000 y 20.000 euros, dependiendo de su complejidad y dimensión. Estos proyectos usualmente necesitan un estudio previo para entender mejor las condiciones del terreno y el entorno, lo que puede resultar en un precio adicional de 500 a 5.000 euros. Además, la redacción de informes técnicos puede costar 300 a 600 euros.
Es fundamental considerar que el presupuesto final dependerá de múltiples factores, como el tamaño de la explotación, las características del cultivo, la localización y accesibilidad del terreno, así como los recursos hídricos disponibles, entre otros. Ciertas adaptaciones legales y ambientales también son necesarias y pueden incidir en el presupuesto. Por tanto, es crucial realizar un análisis detallado de cada situación particular para obtener una cotización precisa que refleje las necesidades y especificaciones del proyecto agrícola en cuestión.
1200€ - 6000€
3 meses
Ingenieros agrónomos o ingenieros técnicos agrícolas. También pueden participar arquitectos e ingenieros de otras especialidades
No
¿Te surgen más dudas sobre proyecto agrícola? Nosotros te las resolvemos
- Memoria descriptiva: datos identificativos del proyectista, promotor y propietario, información previa, descripción del proyecto.
- Memoria constructiva: justificación de las características del suelo, cimentaciones, envolvente, acabados, acondicionamiento e instalaciones y equipamiento.
- Justificación del cumplimiento de las normativa vigente.
- Anejos a la memoria.
- Planos.
- Pliego de condiciones: contrato entre todas las partes que define plazos, honorarios, etc.
- Mediciones.
- Presupuesto detallado.
- Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
- Homologación de vehículos agrícolas.
- Caracterización y registro de maquinaria agrícola.
- Reglamento de Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y Peligrosas.
- Código Técnico de la Edificación.
- Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión.
- Ley de desarrollo sostenible del medio rural.
- Ley de Evaluación de Impacto Ambiental de proyectos.
- Normativa autonómica y local en materia de obras, medio ambiente y seguridad.
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