Valoración de árboles frutales
¿En qué consiste una valoración de árboles frutales? ¿Cuánto cuesta? ¿Cuándo la necesito? Nosotros te contamos todo lo que necesitas saber.
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Todo lo que necesitas saber sobre valoración de árboles frutales
¿Qué es la valoración árboles frutales?
Una valoración es un informe técnico elaborado por un experto que se coloca en posición imparcial para tasar un bien. Si planeas vender una explotación agraria, contratar o usar un seguro por pérdida o daños a la cosecha y en el caso de algunas gestiones contables o bancarias, puedes necesitar una valoración de tus árboles frutales.
La obtienes contratando una empresa de tasación o a un perito especializado en la materia y capacitado para el tema agrícola. Su cálculo tomará en cuenta tanto la cantidad de árboles como la producción estimada y las características de esa producción (cantidad y peso de la fruta).
En realidad, considera dos grupos de referencias para este tipo de valoraciones. Las del mercado (el precio del fruto de años recientes, por ejemplo), que pueden obtenerse en la comunidad autónoma o en el ayuntamiento y las relacionadas con los tipos de cultivos; y las segundas, relativas al tipo de fruta, su rendimiento y la vida útil del cultivo.
Ten en cuenta que existen otras valoraciones fuera del ámbito de los cultivos perennes. La valoración de árboles frutales, como mencionamos, se centra en esta parte específica de la propiedad que puede tener también construcciones y árboles ornamentales.
La suele realizar un ingeniero agrónomo, ingeniero técnico agrícola u otro profesional del área.
Sigamos con los ejemplos planteados. Nuestra contraparte es un vendedor o comprador, la aseguradora o el banco; y se trata de valorar los cultivos agrícolas. Como pensamos hasta ahora en un caso personal, tramitado por iniciativa personal, no existe un requisito de procedimiento para la valoración.
El perito va a solicitarte datos de identificación –solicitante y propiedad–, superficie del terreno y la propiedad, el tipo de árboles existentes y cualquier referencia que poseas a cosechas anteriores (tamaña, precio, etc.). En caso de un siniestro, también tendrá en cuenta la cantidad perdida o su estimación si aún no han salido los frutos; así como la pérdida de calidad en la cosecha.
La normativa de peritación de daños a producción agrícola puede darte algunas ideas de los parámetros para la valoración. Por ejemplo, permite tasaciones contrapuestas de las partes e indica que la valoración se puede realizar por muestreo u otros métodos representativos adecuados al caso particular y se permite incluir análisis de laboratorio.
Pero también ten en cuenta que este caso se refiere a trámites frente a aseguradoras que se rigen y deben cumplir cláusulas contratadas.
La normativa por daños también puede servirte para anticipar el informe que obtendrás. En primer lugar, reseñará la identificación del propietario y el terreno, el cultivo y sus características, su estado sanitario, identificación de las parcelas de cultivo, características técnicas de la explotación y otros datos.
En el caso de los seguros, se comparan los parámetros contractuales con la realidad en el terreno. Se consideran aspectos como la aplicación de métodos tradicionales o la incorporación de elementos técnicos novedosos, se incluyen los datos del siniestro y se valora el daño que causó. El proceso se prevé en dos etapas: inspección inmediata y tasación definitiva.
¿Cómo conseguir una valoración árboles frutales?
Si quieres valorar cultivos agrícolas para trámites bancarios, seguros o una compraventa, debes contactar a una empresa o profesional cualificado del área. Recuerda que no se trata de un pequeño huerto para disfrute personal, sino de un sembradío productivo.
Contactas con un ingeniero técnico agrícola o ingeniero agrónomo para solicitarle el informe. Ten en cuenta que no hablamos de un trámite ante las autoridades, por eso no existen requisitos de profesionalidad. Pero sí quieres obtener un documento válido para iniciar tu solicitud o contraponer a una valoración previa.
El profesional comenzará por solicitarte los escritos de prueba de tu identidad y del terreno, la información relativa a los árboles y los datos de interés de cosechas anteriores. Estos últimos sirven para proyectar los resultados.
Existen otros métodos de valoración pertinentes para otro tipo de bienes, como el de reposición de existencia. Pero corresponde utiliza el método de capitalización de rentas de los cultivos, que considera precisamente el lucro que debe producir, deducidos los costes. Se estudia la explotación y no la tierra.
La evaluación requerirá una visita al terreno para valorar el estado de los cultivos. En cualquier caso que impulse tu necesidad –un trámite bancario, asegurador o compraventa, por ejemplo– quieres verificar la relación entre las condiciones teóricas y la realidad.
Digamos que han considerado la superficie y productividad del terreno así como la calidad de la producción y los precios tradicionales que han sido obtenidos en el pasado. Entonces, procede también verificar el estado actual ¿Hay daños en los árboles, en el suelo o todo funciona correctamente?
El informe técnico incluye la situación precedente de los cultivos agrícolas, los detalles de parcelamiento (cuando sea el caso), su rendimiento y calidad, resultados previos y referencias al mercado previsto.
La finalidad del informe marcará sus aspectos prácticos, pues no obtendrás igual resultado si lo quieres para tramitar una compraventa o un siniestro. En este último caso se regirá por la legislación respectiva y las condiciones de la póliza que tengas con la aseguradora.
No siempre tu necesidad de valoración coincidirá con el ciclo de vida del árbol frutal. Quizás decides vender después de la siembra, ocurre un siniestro en mitad del ciclo o requieres un préstamo antes de la cosecha. Recuerda que se considera planta perenne a aquella con vida útil a partir de dos años.
Cuentas con un potencial de producción que aún no se materializa. La legislación permite que el experto estime el potencial de producción. Precisamente para eso sirven las referencias previas.
También, ten en cuenta que puede tratarse de un terreno de amplias dimensiones. En ese caso, resulta igualmente pertinente la utilización de métodos estadísticos. Piensa por ejemplo en un reclamo por invasión de animales que dañen los árboles y coman una parte de los frutos ¿Podrás calcular exactamente la afectación o directamente la estimarás por muestreo?
Igual sucede en el caso de una inundación o incluso para documentar una compraventa, pues no podrás revisar cada uno de los árboles, sino que verificarás el estado general y proyectarás los resultados.
¿Cuándo solicitar una valoración árboles frutales?
Buscas conocer el valor de los cultivos de árboles frutales cuando quieres vender tu finca o cuando quieres realizar algunos trámites bancarios o de seguros. Por ejemplo, solicitar un crédito o reclamar un pago por siniestro.
¿Quién lo hace? Para este tipo de valoración debes contactar a una empresa especializada en el ramo o a un profesional de la agronomía (ingeniero o ingeniero técnico). Su trabajo combina la investigación de los documentos del cultivo (dimensión, rendimiento, calidad de la producción), con la observación en el terreno (muestreo, análisis, pruebas de laboratorio cuando son pertinentes) y el estudio del mercado (precios, condiciones).
Su producto es un informe técnico que comienza con la identificación de los cultivos agrícolas, detalla las condiciones y el contexto y realiza la valoración. Su tiempo de realización y su coste varían con el tamaño de la finca, sus condiciones y el caso que estudia. Ten en cuenta que el documento debe servir de sustento a un trámite económico y que tu contraparte puede oponerse a él con su propio experto. Por eso te recomendamos trabajar con los profesionales más capacitados del área.
Ya sabes que tu árbol es frutal porque produce una pulpa comestible. Pero, algo ocurre en un momento y debes valorar el cultivo ¿Qué toma en cuenta el experto? ¿Cómo se encuentra tu cultivo? Recuerda que en este caso no hablamos propiamente de suelo e infraestructuras, sino de árboles que pueden encontrarse en distintas fases de crecimiento o de producción de la fruta.
Sin embargo, no nos referimos al manzano del patio de casa, sino de cultivos perennes o tradicionales. En cualquier contexto, el árbol es productivo y al mismo tiempo un ser vivo capaz de enfermar, ser víctima de incidencias de la naturaleza (inundaciones, incendios, heladas y otros) o ataques de animales, y que también puede morir.
Además, pueden sufrir daños parciales como afectaciones en sus troncos o que los animales coman sus frutos y le resten productividad.
Entonces, toma en cuenta que tu necesidad puede surgir antes de la cosecha y el experto debe considerar los rendimientos y las calidades previas como referencia. Por eso, puede referir la producción final en estado real o potencial.
El experto también sabrá aplicar los factores de corrección pertinentes por localización o tipo de cultivo y precisar si se trata de árboles productivos o de uso particular.
También importa la finalidad de la valoración de los árboles frutales porque es diferente para los casos de compraventa y trámites bancarios (como puede ser solicitar un préstamo), que para reclamar un siniestro a una aseguradora.
Es cierto que siempre se valora el tamaño del árbol y la calidad de su fruto.
Pero, en caso de siniestro, la propia aseguradora se encarga en primera instancia del peritaje. El asegurado conserva la capacidad de oponer su valoración. E proceso puede realizarse en dos etapas: la inspección inmediata en cuanto ocurre el siniestro y la tasación definitiva que se efectúa comparando el cultivo con las condiciones establecidas en la póliza.
En este caso, la póliza actúa como referencia para las actuaciones y las conclusiones. Además, debe seguir la norma de peritación de daños sobre producción agrícola PRE/632/2003.
Normativa y requisitos de la valoración árboles frutales
La valoración de árboles frutales que comentamos se refiere a un trámite de un particular que persigue un objetivo determinado como una compraventa, una gestión ante un banco o una aseguradora. No hablamos de una solicitud legal por parte de las autoridades.
Cuando requieres un informe técnico de reconocida validez, el primer requisito es trabajar con profesionales expertos, cualificados y reconocidos. Por eso, recomendamos buscar la mejor asesoría.
En general, existen dos guías para la valoración: el Reglamento de valoraciones de la Ley de Suelo (1492/2011) y la Norma general de peritación de los daños ocasionados sobre las producciones agrícolas, amparados por el seguro agrario combinado (PRE/632/2003).
Puedes trabajar con el primero en todos los casos, pues expone la metodología para terrenos rurales en su Capítulo III, incluso para el caso de expropiaciones forzosas.
El segundo es pertinente para tramitaciones de siniestros. Establece que la valoración es responsabilidad de la aseguradora y se ciñe a las cláusulas establecidas en la póliza. Pero el asegurado también puede oponerse y presentar su propio informe de valoración.
El profesional que elabora el informe es un ingeniero (técnico o superior) del área agrícola o agrónoma. En su labor de perito, debe producir un informe imparcial basado en la realidad.
Sus fuentes de información son la documentación relativa al comportamiento de cosechas anteriores, la observación en el terreno y el estudio del mercado específico de la fruta en cuestión.
Existen varios métodos de valoración pero, concretamente, cuando refiere a suelo rústico se utiliza el método de capitalización de renta, bien sea real o potencial. Además, existen los factores de corrección capaces de aumentar la valoración por localización o tipo de producción.
Entonces, el informe de valoración de cultivos agrícolas debe sustentarse en información técnica, contable y económica verificada o potencial con referencia a renta (ingresos menos costes). A su vez, la renta potencial toma en cuenta la información de contexto. Recuerda que no hablamos de una producción para el consumo particular ni de cultivos ornamentales.
Existen dos momentos para valorar árboles frutales perennes ante una aseguradora. El primero es cuando vas a contratar la póliza. El segundo, ocurre en el caso de tramitar un siniestro. Es importante que concuerdes en la valoración inicial y en las cláusulas de la póliza, pues serán base para las reclamaciones.
Además, la valoración del siniestro puede suceder en dos momentos: la inspección inicial y la tasación definitiva. Recuerda que los cultivos se encuentran expuestos a todo tipo de incidencias. Desde las tradicionales inundaciones hasta ataques de animales que disminuyen el rendimiento del cultivo.
La ley busca contribuir con la exactitud de la peritación de daños y su tasación. Recuerda que el seguro agrario combinado incluye no solo a las administradoras sino a entidades del Estado, autonómicas y productores.
Por eso, establece normas que determinan incluso el contenido de los dos tipos de informes posibles. El primero, como su nombre lo indica, es una respuesta rápida ante el suceso, y el segundo se realiza con un poco más de tiempo y toma en cuenta los parámetros establecidos en la póliza.
Cuanto cuesta valoración de árboles frutales
La valoración de árboles frutales es un proceso técnico que tiene como objetivo determinar el valor económico de los árboles en función de diversas variables como su edad, salud, producción esperada y potencial comercial. Estos cálculos son útiles para situaciones como expropiaciones, herencias, compraventa de terrenos, o indemnizaciones por daños.
Los factores que se consideran para realizar la valoración de árboles frutales incluyen las especies del árbol, las expectativas de rendimiento, costes de producción, y precios de mercado de la fruta. También se tiene en cuenta el estado fitosanitario y la estructura del árbol, lo cual puede afectar su valoración general.
En términos de costes, la valoración de árboles frutales puede variar dependiendo de la complejidad del trabajo y la cantidad de árboles a valorar. Los precios promedio para este servicio oscilan aproximadamente entre 150 y 300 euros por valoración para un árbol aislado. Cuando se trata de grandes explotaciones o un número elevado de árboles, el coste puede ser mayor, ajustándose al alcance del proyecto o el número de jornadas necesarias para realizar la valoración completa. Cada situación tiene sus particularidades y puede requerir un presupuesto personalizado que tome en cuenta todas las variables involucradas.
300€ - 1500€
7 - 15 días
Ingenieros agrónomos o ingenieros técnicos agrícolas
No
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- Reglamento de valoraciones de la Ley de Suelo.
- Norma general de peritación de los daños ocasionados sobre las producciones agrícolas, amparados por el seguro agrario combinado.
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