La puesta a tierra de una instalación se establece principalmente con objeto de limitar la tensión que, con respecto a tierra, puedan presentar en un momento dado las masas metálicas. Así se asegura la actuación de las protecciones instaladas. También disminuye, o incluso elimina, el riesgo que supone un fallo o una avería en los materiales eléctricos instalados. Es esencial saber cómo medir la resistencia de puesta a tierra de una instalación paso a paso.
Cualquier instalación de toma de tierra deberá ser comprobada por el Director de la obra o instalador autorizado en el momento de dar de alta la instalación. Tanto si es para su puesta en marcha o modificación o actualización por tener más de 20 años.
Se puede definir la puesta a tierra de una instalación eléctrica como la conexión eléctrica directa a tierra, sin fusibles ni protección alguna. De todas las masas metálicas accesibles de la instalación esto es de las carcasas metálicas de los electrodomésticos, grifería, lámparas y todo aparato eléctrico que se pueda enchufar en una instalación eléctrica.
En la puesta a tierra, se unen eléctricamente las partes metálicas o masas a un electrodo, o grupos de electrodos, que se entierran en el suelo. Una buena puesta a tierra debe permitir el paso directo a tierra de las corrientes de defecto ya sea por fallos de aislamiento de los elementos de la instalación o bien por las descargas de origen atmosférico.
Las condiciones de medida y su periodicidad se indican en la ITC-BT-18 y conforme a las prescripciones de las ITC del REBT RD 842/2002.
Índice de contenidos
Uniones y conexiones de puesta a Tierra
En nuestra instalación eléctrica debe de existir por lo menos un punto de puesta a tierra según la figura 2, que es el lugar más adecuado donde se puede cortar la tierra, para proceder a medir la resistencia de la puesta de tierra correspondiente.
- Tierra.
- Protección.
- Unión equipo potencial principal.
- Puesta a tierra funcional, si son necesarios.
Medidas de resistencia de puesta a tierra
Estas medidas se efectúan mediante un telurómetro como el de la figura 3, que inyecta una intensidad de corriente alterna conocida, a una frecuencia superior a los 50Hz, y mide la caída de tensión, de forma que el cociente entre la tensión medida y la corriente inyectada nos da el valor de la resistencia de puesta a tierra.
Ejecución del ensayo de medida de la puesta a tierra
La posición de los dos electrodos auxiliares es muy importante para efectuar una medida de resistencia de toma de tierra precisa.
Se aconseja realizar por lo menos 3 medidas, para asegurarse que la pica auxiliar S de medida de tensión está fuera de las zonas de influencia de los otros dos electrodos (Ver figura 4), aproximando y alejando el electrodo auxiliar central de su posición intermedia, y verificando en cada desplazamiento que el valor de resistencia medido no varía significativamente.
En el caso de obtener una variación notable del resultado, se debe aumentar la distancia entre las picas auxiliares y repetir la medida. Normalmente con una distancia de 20 metros entre picas o electrodos es más que suficiente.
Valores recomendados de resistencia a tierra
Según se define en el Reglamento electrotécnico de baja tensión REBT 2002 y en su ITC-BT-18, el valor de resistencia de tierra será tal que cualquier masa no pueda dar lugar a tensiones de contacto superiores a 24 V y 50 V.
Si las condiciones de la instalación son tales que pueden dar lugar a tensiones de contacto superiores a los valores señalados anteriormente, se asegurará la rápida eliminación de tensión de contacto mediante dispositivos de corte adecuados a la corriente de servicio.
Teniendo en cuenta que en la instalación eléctrica se emplea normalmente como dispositivo de corte un interruptor diferencial con una sensibilidad nominal In= 30 mA, el valor máximo según reglamento de la resistencia de tierra será de 1.666 Ω para tensiones de contacto de 50V y de 800 Ω para tensiones de contacto de 24V.
Re = V/In = 50V/30mA = 1.666 Ω
Re = V/In = 24V/30mA = 800 Ω
Sin embargo, para facilitar la rápida desconexión del interruptor diferencial y asegurar una baja tensión de defecto en las masas antes de que esta desconexión se produzca, es conveniente “dejar” el valor de la resistencia de tierra muy por debajo de este valor.
En consecuencia este valor, que es un valor variable en función del tiempo, la corrosión de las picas, la temperatura, humedad y otros factores. Las diferentes delegaciones provinciales del Ministerio de Industria que tienen potestad para fijar unos límites de resistencia a tierra suelen limitarlo a valores mucho más bajos; llegando a ser de 15 Ω a 37 Ω dependiendo de si la instalación dispone de pararrayos. Por lo que se aconseja obtener valores similares a los fijados por el Ministerio de Industria.
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