El técnico experto en certificado energético en Madrid Hermés Domínguez, nos habla del ahorro de energía para el hogar gracias al coche eléctrico.
Hasta ahora era impensable que nuestro coche o moto pudiera tener algo que ver con la eficiencia energética de nuestros inmuebles. Pero debido a que el parque móvil con motorizaciones eléctricas va en aumento, habría que analizar las consecuencias que puede tener éste en la interacción con nuestro inmueble.
Y es que, aunque podamos pensar que la compra de un vehículo eléctrico nos va a reportar en un mayor consumo de electricidad y por tanto en una mayor factura de la luz, esto no tiene por qué ser así. Ya hay inmuebles que cuentan con una tecnología con la que son capaces de utilizar la energía que haya almacenada en las baterías de nuestro vehículo y por tanto supone un ahorro de energía.
De éste modo, conseguiremos que por ejemplo, al llegar a casa tras haber estado todo el día trabajando, la energía requerida para cocinar, calentar/enfriar el inmueble, la iluminación etc provenga directamente de las baterías de nuestro vehículo. Y algunos pensaréis.
¿Y qué ventaja se obtiene de utilizar la energía de las baterías de mi vehículo si luego toda esa energía la voy a tener que gastar en recargarlas? Pues la respuesta en bien sencilla. Mientras que cuando uno llega a casa tras estar todo el día trabajando a una hora comprendida entre las 19:00 y las 21:00 por ejemplo, es desde la hora en la que llegamos a casa hasta la hora que nos acostamos cuando la energía nos sale más cara. Sin embargo, mientras dormimos, nuestro vehículo se estaría recargando, y toda la energía que utilizamos para recargar las baterías de nuestro vehículo se demanda mientras dormimos, durante la noche, es decir durante las llamadas horas valle. Es en dichas horas valle cuando la tarificación de la energía es más económica. Con ello se conseguiría compensar el incremento de gasto de energía debido a la carga necesaria de las baterías de nuestro vehículo, con el ahorro debido a la discriminación horaria en las tarifas energéticas. De éste modo no solo conseguiremos ahorro de energía y por tanto en la factura de la luz, sino que además se conseguiría que la demanda de energía a lo largo del día fuera de algún modo más estable, más eficiente; consiguiendo así también a la larga que se abaraten los costes de la electricidad, teniendo menor dependencia energética de países ajenos a la Unión Europea.