Las ventanas juegan un papel fundamental a la hora de reducir la demanda calefacción y refrigeración en el hogar. Un buen aislamiento térmico nos ayudará a ser más eficientes a la hora de consumir energía. Es por ello que deberemos darle importancia a mejorar el aislamiento térmico en las ventanas.
Y es que, las ventanas son los elementos más débiles de la fachada a nivel térmico. Es decir, la ventana es el sitio por el que se va el calor (o entra en verano). Por tanto, es uno de los elementos en los que más nos tenemos que fijar a la hora de aislar una fachada.
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En general, la envolvente del edificio ha de aislarse homogéneamente. Ni tiene sentido colocar un SATE y dejar ventanas con vidrio simple, ni poner unas ventanas buenísimas y tener una fachada sin aislar, puesto que no estaremos aprovechando las características superiores de uno de los elementos e incluso se pueden producir condensaciones motivadas por la gran diferencia de aislamiento entre ambos elementos de cerramiento.
Si estás pensando en mejorar el aislamiento térmico cambiando las ventanas, te contamos todos los detalles que tienes que tener en cuenta.
Índice de contenidos
¿Qué tipo de ventanas existen?
Las ventanas tienen dos elementos característicos bien diferenciados: el marco y el vidrio. Ambos elementos son importantes y ambos han de contar con un buen aislamiento. Aunque, por sus mayores dimensiones, en el cómputo global del aislamiento de la ventana cuenta más el aislamiento del vidrio que el del marco.
A nivel de aislamiento, el parámetro más importante a tener en cuenta en cualquier elemento constructivo es la transmitancia (U), que mide el calor que atraviesa un elemento constructivo por unidad de tiempo y superficie y se expresa en W/m²K. Es decir, cuanto menor sea la transmitancia, mejor aislamiento tendrá el elemento constructivo.
¿Qué tengo que tener en cuenta a la hora de cambiar las ventanas?
El marco, el vidrio de las ventanas, así como la caja de persianas son tres claves para mejorar el aislamiento térmico de las ventanas. A continuación te explicamos cada uno de ellos.
Tipos de marco de ventana existen
Aquí veremos los diferentes tipos de marcos existentes y su transmitancia media:
1) Madera. Son los marcos que se han venido utilizando a lo largo de toda la historia, hasta la aparición de otros materiales en el siglo XX. La madera es el mejor material aislante para un marco y el más tradicional, además de ser el más ecológico. Las maderas duras, aunque más duraderas, suelen tener transmitancias un poco peores. Por el contrario, las maderas blandas tienen transmitancias mejores, aunque deben ser tratadas para mejorar su durabilidad. Un marco de una madera blanda (como el pino) puede tener una transmitancia de unos 1,5 W/m²K, mientras que un marco de una madera dura (como el roble), tendrá una transmitancia de unos 1,9 W/m²K.
2) Aluminio. Es el marco más habitual que existe. El aluminio de por sí es un muy mal aislante térmico. Sin embargo, desde hace ya bastante años se han venido fabricando marcos de aluminio con rotura de puente térmico, es decir, marcos de aluminio con un material aislante en su interior, normalmente poliamida, que dotan al conjunto de un cierto grado de aislamiento. Un buen marco de aluminio, con rotura de puente térmico, puede tener una transmitancia de unos 2,0 W/m²K.
3) PVC. Es el tipo de marco más moderno. El PVC, como la mayoría de los plásticos, es un buen aislante térmico, aunque es el menos ecológico en su producción. Un buen marco de PVC puede tener una transmitancia de unos 1,3 W/m²K.
4) Acero o hierro. No se utilizan demasiado en la actualidad. El hierro tiene unas cualidades térmicas malas, y más teniendo en cuenta que el espíritu de las carpinterías de hierro tradicionales era hacerlas lo más finas posibles, por lo que su aislamiento térmico también era mínimo. Sin embargo, en la actualidad, existen ventanas de acero con rotura de puente térmico con mejores prestaciones, que se pueden utilizar para dar un toque industrial a las fachadas.
En general, cuanto más ancho sea el marco, mejor aislamiento térmico tendrá. También depende mucho del sistema de apertura de la ventana. Las ventanas correderas (y las de guillotina) tienen un aislamiento térmico mucho peor que las ventanas, abatibles, oscilobatientes o proyectantes, puesto que estas últimas tienen un cierre es más hermético y poseen mayor estanqueidad.
Tipos de vidrios para ventanas
Aquí veremos los diferentes tipos de vidrios existentes y su transmitancia media:
1) Vidrio simple. El vidrio no se empezó a utilizar de forma generalizada para las ventanas de las viviendas hasta el siglo XVII, aunque ya se utilizaba de manera magistral en las catedrales góticas e incluso de manera tosca por los romanos. El vidrio de por sí es un material aislante malo. Un vidrio simple puede tener una transmitancia de unos 5,7 W/m²K.
2) Vidrio laminar. También llamado vidrio laminado o de seguridad. Consiste en la unión de dos vidrios mediante una lámina plástica transparente. Su cometido es que cuando se rompa el vidrio no se desprendan los fragmentos. Fue inventado en 1903. A nivel térmico no mejora prácticamente el vidrio simple convencional.
3) Vidrio doble. También llamado vidrio con cámara o vidrio climalit, por ser el modelo más conocido. Consiste en la colocación de dos vidrios separados por una cámara de aire estanca. Su invención data de los años 1970 del siglo XX, por parte de la empresa Saint-Gobain, pero no se comenzó a utilizar de manera generalizada hasta casi entrado el siglo XXI. Lo que dota de aislamiento al vidrio es la cámara de aire estanca, que puede tener un máximo de 20 mm. Un vidrio doble convencional puede tener una transmitancia de unos 2,6 W/m²K.
4) Vidrio triple. Debido a que lo que mejora la transmitancia térmica de un vidrio es la cámara de aire, pero por motivos hidrodinámicos a partir de los 20 mm la cámara de aire aísla peor, la solución más sencilla para aumentar drásticamente el aislamiento del vidrio es colocar dos cámaras de aire estancas, es decir, tres vidrios. El único problema de esto es que los espesores necesarios de marco son considerables, lo que encarece todo el sistema. Un vidrio triple convencional puede tener una transmitancia de unos 0,8 W/m²K.
5) Vidrio de baja emisividad. Se trata de un vidrio con una capa aislante de óxidos metálicos extremadamente fina. Estos vidrios suelen ir ensamblados en un vidrio doble, para mejorar sus prestaciones térmicas sin aumentar el espesor total. Un vidrio doble con una capa bajo emisiva puede tener una transmitancia de unos 1,5 W/m²K.
6) Vidrio doble con gas argón. El gas argón tiene mejores prestaciones aislantes que el aire convencional. El problema es que el gas argón se puede perder con el tiempo, perdiendo sus prestaciones. Un vidrio doble con gas argón en su interior puede tener una transmitancia de unos 2,4 W/m²K. Si a esto incluimos un vidrio de baja emisividad, la transmitancia puede bajar hasta los 1,1 W/m²K.
7) Vidrio con control solar. Este vidrio posee una capa de protección, que puede ser de colores o transparente, que evita el soleamiento excesivo en el interior del recinto. Los vidrios con control solar se utilizan para orientaciones sur, muros cortina o grandes ventanales. El control solar no modifica la transmitancia del vidrio, pero hace que en verano o en momentos de incidencia solar directa el calor en el interior del recinto disminuya.
El parámetro que sí que disminuye, por tanto, es el factor solar (g). El factor solar es el parámetro que indica la relación entre la cantidad de radiación solar que atraviesa el vidrio de una ventana por la radiación solar total que incide sobre dicho vidrio. El factor solar es siempre inferior a 1. En vidrios convencionales ronda 0,9. En vidrios con control solar, este es el parámetro que queremos disminuir, y en función de la cantidad de radiación que queramos que pase podrá fluctuar entre 0,1 y 0,5.
8) Vidrio con aislamiento acústico. En general, para que un vidrio tenga un buen comportamiento acústico ha de ser doble y laminar. También es bueno que no sea simétrico, es decir, que el vidrio de fuera no sea exactamente igual al de dentro. Existen en el mercado vidrios laminares que aumentan sensiblemente el aislamiento acústico del conjunto, gracias a sus láminas separadoras intermedias. Para el aislamiento acústico, el espesor de la cámara de aire no influye, pero sí el espesor de los vidrios. Por tanto, podemos decir que los vidrios con aislamiento acústico no mejoran el aislamiento térmico.
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Tipos de cajas de persiana para mejorar el aislamiento térmico en ventanas
La caja de persiana también es un elemento que influye en la transmitancia global de una ventana. Básicamente, hemos de evitar que la caja de persiana sea un puente térmico.
Las cajas de persiana tradicionales consistían en un hueco en la hoja interior del muro, donde se introducía la persiana enrollada, cerradas con una tapa de madera u otros materiales. Este hueco en el muro ya de por sí forma un puente térmico. Si además la persiana va por el exterior de la ventana (lo más habitual), el aire se puede filtrar con total facilidad sin ofrecer resistencia alguna.
Hoy en día son más habituales las cajas de persiana compactas (o monoblock), que pueden estar integradas en el hueco de fachada o colocarse en la hoja interior del muro. En cualquiera de los casos, si estas persianas no tienen ningún tipo de aislamiento, ya sea en el interior de la propia caja o en el exterior, producirán un puente térmico.
Las cajas de persiana compactas pueden ser de PVC o de aluminio. Las de PVC aíslan más, y pueden ser una mejor opción si no se dispone de aislamiento adicional de la caja. Existen cajas de persiana que disponen de aislamiento en su interior (por ejemplo, poliestireno expandido).
Los puentes térmicos alrededor de la ventana
Aunque no son propiamente parte de la ventana, hay que evitar en la medida de lo posible los puentes térmicos alrededor de la ventana, dando continuidad al aislamiento entre la fachada y la ventana. Por ejemplo, si colocamos un SATE (aislamiento térmico por el exterior), es importante envolver todo el hueco con el propio SATE, aunque sea de menor espesor, o alinear las ventanas con el SATE mediante premarcos especiales. También hay que tener cuidado con los premarcos de aluminio, que pueden formar un puente térmico, no así los de madera.
En definitiva, el aislamiento global de una ventana es una media ponderada entre el aislamiento parcial de cada uno de sus elementos (marco, vidrio y caja de persiana, si la tiene). El elemento que más se pondera, por ser el que normalmente ocupa una mayor superficie del hueco, es el vidrio, por eso es en el que más hay que incidir. Por último, tampoco hay que descuidar los puentes térmicos alrededor de la propia ventana, mediante la colocación de premarcos aislantes u otro tipo de medidas.