En estos tiempos en los que la factura eléctrica puede pesar más de lo deseado, reducir gastos se convierte en una prioridad. Bajar la potencia contratada es una estrategia inteligente que puede ayudarte a controlar tus costos de electricidad sin sacrificar tu comodidad. Así que, no esperes más y da el paso hacia un consumo energético más eficiente y amigable con tu bolsillo. ¡Bajar la potencia contratada es la clave para un hogar más sostenible y económico!
Aprovechando la visita del técnico para realizar el certificado de eficiencia energética, puedes averiguar si en tu casa existe margen para bajar la potencia contratada y ahorrar en la factura de la luz.
Actualmente, el importe de tu factura de la luz se divide en dos partes: una cuota fija, independientemente de lo que consumas y proporcional a la potencia contratada y una parte variable en función de lo consumido. Recientemente, la parte fija de la factura ha aumentado, haciendo menos eficaces las medidas de ahorro energético y las buenas prácticas de consumo en el hogar al haberse reducido la parte de la factura que estaba en función del consumo.
Por tanto, teniendo en cuenta que gran parte de lo que pagamos proviene de la potencia que tengamos contratada, conviene saber qué es exactamente este concepto, cuál es la diferencia entre potencia contratada y potencia instalada, si tenemos margen para reducirla en nuestro hogar, como debemos proceder para bajar la potencia contratada y que riesgos existen al hacerlo.
Potencia Instalada
Si atendemos a una definición de carácter más bien técnico, el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión (REBT) nos dice:
Potencia máxima capaz de suministrar una instalación a los equipos y aparatos conectados a ella, ya sea en el diseño de la instalación o en su ejecución, respectivamente
De esta definición, cualquiera puede intuir que la potencia instalada depende de la cantidad y el tipo de electrodomésticos que tengamos instalados. Aun así, para calcular la potencia instalada, no bastaría con sumar las potencias de todos los electrodomésticos y bombillas que tengamos en casa, sino que tendríamos que tener en cuenta cuántos de ellos utilizamos a la vez (factor de simultaneidad) y si los usamos al tope de su potencia máxima o si los usamos por debajo de su capacidad (factor de utilización).
Un ejemplo de esto es el uso que hacemos de la lavadora, que en frío utiliza apenas un 10% de su potencia máxima. El uso y la simultaneidad, a su vez estarán relacionados con factores como la cantidad de gente que vive en la casa o la época del año, entre otros.
¿Cómo puedo calcular mi potencia instalada?
Si deseamos bajar la potencia contratada, un primer paso será calcular la potencia instalada, de forma que te recomendamos que te asegures a la hora de calcular esta potencia y compararla con la potencia contratada para saber si existe margen para bajarla. Una buena idea es consultar a un técnico.
Para hacer una estimación, puedes sumar la potencia (kW) de todos los electrodomésticos de mayor potencia. Luego añade a la suma anterior un margen de 1kW para iluminación y pequeños electrodomésticos. Ahora divide el resultado entre 3 para tener en cuenta el factor de simultaneidad. Si no sabes cuanta potencia consume cada electrodoméstico, no te preocupes. En Internet existen multitud de paginas donde poder consultarlo.
Potencia Contratada
Es la potencia que la compañía eléctrica reserva para nuestra vivienda. Para dimensionar sus redes de distribución y sus centros de transformación, las compañías deben conocer la suma de todas las potencias máximas contratadas con los clientes a los que dan servicio. Debido a esto, existe el tramo fijo en el precio de la factura eléctrica en concepto de la capacidad reservada, independientemente de lo que se consuma. Dependiendo de la potencia que se contrate, se debe instalar en el cuadro eléctrico de la vivienda un ICP, (interruptor de control de potencia), que no permite que se consuma más potencia de la contratada. Cuando esto ocurre, actúa el ICP, que es lo que habitualmente llamamos saltar los plomos.
¿Puedo bajar la potencia contratada?
La respuesta es sí. Estás en tu derecho como consumidor. Si tu potencia instalada está significativamente por debajo de la potencia contratada. Para asegurarte, te recomendamos que consultes a un técnico especialista, que establezca la diferencia real entre ambas potencias en tu caso y que te pueda recomendar el cambio en base a esta diferencia y a la antigüedad de tu instalación. No tienes ninguna obligación de cambiar de compañía ni de contrato, aunque puede tener cierto coste y, en el caso de instalaciones antiguas, puede resultar poco conveniente.
Las compañías eléctricas cobran en torno a 11 por la gestión y tardan entre una semana y dos meses en completar el proceso, pudiendo pedirte el boletín certificado de la instalación (emitido por el electricista) si la instalación tiene más de 20 años.
¿Cómo lo hago?
Es muy sencillo: si eres el titular del contrato de suministro, llama por teléfono a tu compañía con tu DNI o accede por internet con tu cuenta de usuario. Endesa 800 760 909 Iberdrola 900 142 763 Gas Natural 900 100 259 Eon 900 118 866
Riesgos: instalaciones muy antiguas sin ICP
Si tu instalación es muy antigua, la compañía te pedirá el boletín de la instalación, lo que supone contratar a un profesional para que lo emita (300 a 600) pero también puede suponer la actualización de la instalación, lo cual puede costar varios cientos o incluso miles de euros, dependiendo en cada caso. Además, tu compañía puede empezar a cobrarte una penalización de en torno a 10 en cada factura por no disponer de ICP hasta que lo instales, con lo que se debe tener mucho cuidado antes de ponerse en contacto con la compañía para realizar la gestión. Si tienes dudas, no nos cansamos de recomendarte que contactes con un técnico especializado para que te aconseje y te guíe en el proceso.
Certicalia puede ayudarte a realizar este trámite. Pide tu presupuesto de boletín eléctrico y encontraremos a un profesional cerca de ti que lo realice.