Hasta hace relativamente poco tiempo en la mayoría de los hogares no había contadores de energía inteligentes, solo unos contadores analógicos de los que había que realizar unas lecturas periódicas. De hecho, se podía dar el caso de que la persona encargada de ejecutar esa lectura del contador no tuviese acceso, con lo que se nos asignaba una lectura “estimada“ en base a unos consumos históricos.
En nuestras facturas se observaban meses con consumos estimados muy bajos y meses con consumos demasiado elevados. El consumo en estos contadores analógicos se cuantifica en kilovatios – hora (Kwh). Dentro del mercado regulado, los usuarios que tienen este sistema tendrán facturas mediante el PMP o Precio Medio Ponderado.
Los contadores inteligentes o digitales, que se abren paso en un mundo cada vez más tecnológico, nos van a proporcionar medidas reales y continuas de los consumos. De esta forma podremos controlar y gestionar de forma óptima nuestro gasto .
Ventajas de los contadores inteligentes
Nos permiten diferenciar el consumo eléctrico por tramos horarios. ¿Por qué es importante esto? porque nos permite acogernos a tarifas con discriminación horaria o con tarificación según horas. Así podremos ajustar los consumos de nuestras viviendas a los momentos del día en los que la electricidad tiene un precio menor.
Cada día se publica el precio de la electricidad para el día siguiente. Gracias a esto determinaremos (en la medida de lo posible) el momento en el que vamos a realizar los consumos eléctricos y tendremos un control real diario. Así sabrás si algún electrodoméstico tiene consumos demasiado elevados y la carga en vacío de la vivienda, y podrás ajustar mejor la tarifa que te interesa.
No hay que perder de vista que el coste de la electricidad varía a lo largo del día, y si la gestionamos mejor nuestros consumos se verán optimizados. También podemos cambios en la potencia contratada sin que el técnico se traslade a la vivienda. Podemos aumentar la potencia de 3.5 a 4.4 o 5.3 kw, y disminuirla sin más que llamar a la compañía comercializadora. Una parte sustanciosa de nuestra factura eléctrica es el término de potencia fijo, ya que la comercializadora nos facturará en función de la potencia contratada.
Como los contadores analógicos tenían que tener lecturas periódicas por parte del técnico, debían posicionarse en algún lugar de fácil acceso. Sin embargo, los contadores inteligentes pueden estar dentro del domicilio, con el punto débil de que pueden ser hackeados. Por otra parte, en la era tecnológica en la que nos encontramos siempre va a existir este riesgo.