Ya hemos hablado en otros post sobre temas relacionados con la luz, como cuánto cuesta dar de alta la luz en nuestras casas, o cómo bajar la potencia contratada, pero es habitual tener dudas frecuentes sobre este tema.
Con frecuencia hablamos de “compañía de la luz” pero este término es bastante impreciso, ya que son dos las compañías responsables de hacernos llegar la luz a casa: por un lado la distribuidora, que siempre será la misma, la que nos toque por zona y por otro lado la comercializadora, la compañía que sí podemos elegir y de la que somos clientes. A continuación veremos las diferencias entre ambas.
¿Qué hace la distribuidora?
Se trata de la compañía que posee la infraestructura necesaria para hacer llegar la luz en Baja Tensión a una zona determinada. Es dueña y responsable de la red eléctrica y del contador si lo tenemos en alquiler (lo más frecuente).
Teniendo esto en cuenta, estas son sus funciones:
- Mantener las redes de Media y Baja Tensión.
- Garantizar la calidad del suministro eléctrico.
- Solucionar averías (por lo general solo las que tengan origen fuera de la vivienda o local).
- Pasar a leer el contador y facilitarla a la comercializadora de cada usuario eléctrico (actualmente, cada dos meses).
- Mantener los equipos de medida (contadores y maxímetros) en alquiler.
- Dar de alta y baja los suministros, hacer efectivos cambios de titular y cambios de potencia o tarifa que el cliente solicite mediante su comercializadora.
Esta compañía no se puede elegir, como decíamos, siempre será la que corresponda por zona. La gran mayoría de la red estatal está la cubren las distribuidoras de las 5 grandes corporaciones eléctricas del país (Endesa Distribución, Iberdrola Distribución, Gas Natural Distribución, EON Distribución y EDP Distribución), aunque existen distribuidoras independientes.
¿Qué es una comercializadora?
Esta es la compañía que sí podemos elegir, la que da el servicio y lo factura. Es responsable de hacer llegar la electricidad a los suministros mediante la red propiedad de la distribuidora de cada zona y facturando dicho servicio (tanto la parte de la factura que le corresponde como la que recauda en nombre de distribuidora, además de la parte que se paga al Gobierno).
Aunque cambiemos de comercializadora, la distribuidora seguirá siendo la misma, con lo cual nunca nos quedaremos sin luz y la calidad del servicio no se resentirá en ningún momento.
Existen dos tipos de comercializadoras, las de Referencia y las de Mercado Libre. Las más conocidas son las de Referencia (antes llamadas de Último Recurso por ser las únicas que ofrecían la desaparecida Tarifa de Último Recurso –TUR-), que pertenecen al llamado Mercado Regulado.
Sus precios los regula por completo el Gobierno y actualmente ofrecen el PVPC un precio de energía (kwh) variable en función del precio de la electricidad en el mercado mayorista. Estas son las comercializadoras de las “5 grandes”.
Estas corporaciones también tienen Comercializadoras del Mercado Libre, el segundo tipo, que fijan sus propios precios aunque lo hacen teniendo en cuenta el precio del mercado y aplicando ciertos costes regulados que determina el Gobierno y deben aplicar todas las compañías. En el Mercado Libre encontramos precios fijos, tarifas planas y similares.
Por otro lado, existen Comercializadoras del Mercado Libre totalmente independientes, como HolaLuz.com.
Cambio entre comercializadoras
Los motivos para cambiar de comercializadora pueden ser diversos: desde buscar un precio mejor a querer una atención más personalizada o bien interesarnos por una compañía eléctrica comprometida con la energía verde.
Dicho esto, las funciones principales de una comercializadora, son:
- Comprar la electricidad en el mercado mayorista.
- Proporcionar suministro eléctrico a clientes finales mediante la red de la distribuidora de cada zona.
- Facturar el servicio mediante las lecturas que le envíe la distribuidora de cada cliente
- En el caso de comercializadoras que pertenezcan al Mercado Libre, fijar las tarifas eléctricas, pactando precios libremente con sus clientes.
- Dar atención e información telefónica o desde otras vías a clientes e interesados.
Recuerda que obligatoriamente para dar de alta la luz, necesitarás un boletín eléctrico, y dependiendo de la Comunidad Autónoma incluso una Cédula de habitabilidad. Si eliges a los mejores profesionales te ayudarán con todos los procesos para poder realizar los trámites de manera rápida y sencilla.