Hoy en día, es muy habitual encontrarse inmuebles a la venta o alquiler que se anuncian con ascensor. Vamos a visitarlos como posibles compradores interesados y descubrimos que desde la rasante de acceso al portal de entrada hasta la misma entrada del ascensor, tenemos unos peldaños que convierten desgraciadamente la “finca con ascensor” en una finca no accesible. Por tanto, a la pregunta de si es obligatorio bajar el ascensor a cota cero para cumplir con los parámetros actuales de accesibilidad, la respuesta es rotunda: sí.
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Buscar todas las posibilidades para llegar a la cota cero
No valen medias tintas ante esto, ni siquiera en vivienda antigua sin ascensor que estemos intentando adaptar a los parámetros de accesibilidad. En mis visitas profesionales me he tropezado veces con comunidades de propietarios que estaban inmersas en un periodo de obras de inclusión de un elevador, y el enorme dispendio económico no les había podido asegurar el principal requisito de la intervención, que no es otro que bajar el ascensor a cota cero.
Cierto que en muchos edificios hay condicionantes poco salvables, sobre todo cuando crece la antigüedad de los mismos, pero eso no quita que ante una operación que podría cambiar radicalmente la calidad de vida de muchos vecinos, se opte por la media tinta antes de apurar hasta el máximo todas las posibilidades.
Planes urbanísticos de accesibilidad como alternativa
Por ello, cuando pedimos presupuesto para bajar un ascensor a cota cero o instalarlo a partir de la cota cero, debemos tener claro que la empresa consultada nos va a intentar bajo todos los puntos de vista ofrecer una solución acorde a nuestras expectativas.
Es cierto que en ocasiones va a ser imposible acometer la adaptación a la cota cero desde la propia comunidad si la obra a realizar es de demasiada envergadura, por ello hemos de recurrir a estrategias como las llevadas en numerosos barrios con viviendas no accesibles, que fueron incluidos en una especie de Plan Renove y se beneficiaron de una intervención urbanística global que incluía la accesibilidad en uno de sus puntos. La cota cero del ascensor, por supuesto, también debe surtir a los locales comerciales asociados al edificio y a cualquier otro departamento.
Mejor un 100% que un 50% de accesibilidad
Recordemos: un ascensor, aparte de servir para hacer accesibles las viviendas, locales, oficinas y todas las zonas comunes de los edificios, también debe ser una unidad accesible por sí misma. La accesibilidad de los ascensores debe ser el primer punto a tratar en este tipo de proyectos, si no, quedarán cojos irremediablemente.
Y yendo más allá, soy partidario de no realizar ninguna intervención si la que se va a llevar a cabo es incompleta. Con sólo que exista un peldaño de diferencia de cota entre la rasante y el acceso al ascensor, la accesibilidad será nula en parámetros modernos.