¿Qué es la ITE?
Cada vez que algún cliente o conocido me pregunta “¿Qué es una ITE?”, le contesto con otro interrogante: “¿Sabe lo que es la ITV?”. Evidentemente, todavía no me he encontrado con nadie que desconozca que los automóviles, camiones, autobuses y motocicletas deben pasar la Inspección Técnica de Vehículos cada cierto tiempo, dependiendo de la edad de los mismos. En cierto modo, la ITE es la “ITV de los edificios”, un mecanismo de control de las edificaciones para evitar que las eventuales deficiencias que presenten causen un serio problema de salud o seguridad a los habitantes de las mismas, o a los transeúntes que se hallen en las inmediaciones.
Papel del técnico
En nuestra profesión de “técnicos de la construcción” (me invento el término para no personalizar en un colectivo determinado), siempre hemos lastrado con el hándicap de que nuestra labor, y por ende, nuestros honorarios. Son mucho más rebatidos que los de los mecánicos, lampistas, fontaneros, etc. El porqué se escapa a mi comprensión. Tal vez en los años de bonanza constructora, buenos tiempos de los que se benefició solamente un reducido porcentaje de todos los profesionales de la construcción. La imagen que daban algunos autónomos fue demasiado altiva y por ella en la actualidad estamos pagando el resto de profesionales honrados que luchamos por cada uno de los euros que nos cuesta ganar. Pero lo que está claro es que debemos acercar nuestros servicios a la comprensión de la gente de la calle, ser más transparentes, y una manera de conseguirlo es utilizar técnicas de comparación con colectivos consolidados.
Cuando nos encarguen una ITE, nos encontraremos no solamente con un trabajo ingente que realizar. Como ya expliqué en otro artículo, nos convertiremos en mediadores, intermediarios, pacificadores, árbitros, jueces e incluso Jedis de la comunidad. Muchos pueden ser los intereses contrapuestos de vecinos que pertenecen al mismo inmueble. En otras ocasiones, pueden estar todos de acuerdo en que nuestro trabajo es un impuesto más de la administración. Otros, simplemente, nos ven como una molestia que viene a profanar casas y a meterse en donde no nos llaman.
¿Cómo debe actuar el técnico con sus clientes?
Por ello, es necesario insistir ante administradores y presidente de la comunidad que una ITE les servirá para ganar en calidad de vida y solucionar los problemas que el edificio pueda tener. Tenemos que hablar en positivo, intentando siempre ponernos en el lugar de los vecinos y entender todos los puntos de vista posibles. Ver, oír y callar. Solamente deberemos hablar cuando expongamos los resultados de nuestra investigación, que tendrá que ser lo más objetiva y exhaustiva posible.
Si conseguimos que la comunidad confíe en nosotros, tras las típicas reticencias iniciales, nos será mucho más fácil convencer a los vecinos. Por ejemplo de que no deben minimizar la presencia de alguna grieta. También de que “esa humedad que aparece durante las lluvias y luego se va” demuestra que la fachada no está bien impermeabilizada. Muchos técnicos tienen la mala fama de exagerar las patologías que encuentran para sugerir hacerse cargo de los proyectos de reparación y engrosar la factura. Evidentemente, eso para mí no es tolerable. Tenemos que presentar los defectos de los edificios como son, y proponer medidas cautelares o de mejora con objetividad. Y, sobre todo, dejar a la comunidad que tome dichas medidas de la manera que crea conveniente. Jamás ir con la tarjeta de nuestro amigo el fontanero, el yesero o el electricista en la boca, mientras presentamos el informe de la ITE.
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