Miguel Ángel Batalla, arquitecto técnico y especialista en certificado energético en Madrid, reflexiona para que sirve el certificado energético como poder conocer consumo de nuestra futura vivienda.
Insiste en la importancia de conocer la relación entre la eficiencia energética y ahorro y la calidad de vida, para que el certificado energético no se entienda como un gasto más.
En numerosas ocasiones al realizar un certificado energético nos encontramos con que los clientes nos preguntan: ¿ para que sirve el certificado energético ?, y ellos mismos se responden a continuación: – un nuevo gasto más que nos han colocado.
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Pues bien, hay que intentar concienciar al público en general, sobre el objetivo final que se persigue: cuando todas las viviendas tengan su letra respecto a su calificación energética, nos permitirá comparar las viviendas por los gastos de los consumos de energía: electricidad, gas, butano, etc.
Hoy en día, ocurre que muchas personas compran o alquilan una vivienda y no se preocupan por el gasto energético, quizás por desconocimiento, falta de interés o de mentalización al respecto. En este sentido, cabe el ejemplo siguiente: a nadie se le ocurre comprar un coche sin saber cuánto consume, ya que una vez superado la inversión de la compra, es muy importante que el coche consuma poco para reducir todo lo posible las visitas al surtidor para repostar. En la realización de un certificado energético se tienen en cuenta valores como superficies de fachadas y su orientación, dimensiones y tipos de ventanas, vidrios, etc.
En cuanto a las instalaciones, el tipo de caldera, el combustible, la climatización, etc. y cualquier mejora que se realice en cualquiera de estos apartados, redundará en un ahorro posterior. Si en una vivienda cambiamos las antiguas ventanas por otras de PVC con vidrios dobles, estamos realizando una inversión y no un gasto. Este cambio de ventanas se amortizará en el tiempo con el ahorro de calefacción o climatización por la mejora de estanqueidad que hemos realizado.
Por ello, la realización del certificado energético es sólo un primer paso para conocer el estado de nuestra vivienda, los puntos donde podemos incidir para mejorar y para ahorrar. Además, y también muy importante, con la reducción del consumo energético estamos reduciendo también las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Cuando seamos capaces de reconocer que el ahorro energético es un beneficio económico directo para nuestros bolsillos, una perentoria necesidad ambiental, y que podemos conseguir mejoras en el confort de nuestros edificios con una pequeña inversión que sin duda se amortizará, entonces entenderemos que el certificado energético no es un nuevo gasto más, sino un primer paso para poder empezar a actuar sobre la eficiencia energética de nuestros edificios.
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