Se definen como patologías de la construcción los problemas constructivos que aparecen en el edificio una vez terminada su ejecución material.
El concepto patología incluye todos los daños, estén a la vista o no, de la obra ejecutada, desde el momento de su inicio hasta su finalización.
La fragilidad de las edificaciones suele traducirse en patologías que aparecen en las estructuras, ocasionando multitud de efectos, desde insignificantes daños y molestias para sus habitantes, hasta grandes daños que pueden causar el colapso del edificio o de parte de él.
Causas de las patologías
Según el agente causante las patologías se consideran:
- Lesiones físicas: son las originadas por la humedad, la suciedad, la erosión.
- Lesiones mecánicas: sus causas son debidas a factores mecánicos tales como grietas, fisuras, deformaciones, desprendimientos y erosión causada por esfuerzos mecánicos.
- Lesiones químicas: previamente a su existencia interviene un proceso químico (oxidación, corrosión, eflorescencias, organismos vivos, etc.)
En la mayoría de las ocasiones, difícilmente se consigue determinar con exactitud los motivos de muchas de las patologías que se presentan en las estructuras; en muchos casos ni aún contando con la experiencia de los expertos es bastante para dar una respuesta totalmente clara al problema.
Patologías más frecuentes en edificación
Las humedades constituyen uno de los problemas más habituales detectados en edificios, especialmente en los de uso residencial. Además de ser un inconveniente estético también supone una gran molestia en las condiciones de salubridad y habitabilidad. Sus orígenes no suelen ser evidentes y precisan de un análisis detallado para dar con su origen y finalmente con su solución. Entre los motivos más comunes se pueden señalar:
- Humedades por filtraciones de agua por fachadas y tejados.
- Humedades de origen freático por filtración desde el sótano.
- Humedades situadas en paredes y techos debido a la presencia de puentes térmicos.
- Humedades ocasionadas por escapes o roturas de tuberías, desagües, equipos de calefacción…
Las grietas que en ocasiones surgen en fachadas, tabiques, vigas y columnas encarnan, lejos de ser un simple fallo estético o un aviso de que algo puede no estar tan bien como debería, la entrada de agentes externos que supondrán un acelerante del deterioro del hormigón.
Además cuando este tipo de desperfectos aparecen en zonas inseguras como las fachadas suponen un grave problema de seguridad de cara al riesgo de desprendimientos de cornisas, revestimientos, aleros, cantos de terrazas o balcones.
En que se refiere a las estructuras metálicas de los edificios que están expuestas al ambiente, como por ejemplo las que constituyen el armazón de una nave industrial al uso, suelen aparecer indicios de patologías causadas esencialmente por agentes externos como son:
- Oxidación y corrosión.
- Abrasiones por roces.
- Deformaciones por golpes o sobrecargas.
Reparación de las patologías en las edificaciones
Como para todo, en el caso de las patologías de construcción, primero habrá que localizar el problema para después encontrar su solución.
Conocer las patologías favorece el tratamiento de las causas y ayuda a encontrar las potenciales soluciones de las anomalías que perjudican a los acabados (lesiones menores); las de aquellas que por una mala actuación del suelo pueden causar lesiones en el edificio (patologías de los suelos); las causadas por los esfuerzos no controlados (lesiones de los elementos estructurales del hormigón); y finalmente, las debidas a las patologías de los forjados.
Los encargados de estudiar cada caso concreto y su posible solución serán los expertos en la materia , como son arquitectos y aparejadores, así como los profesionales de la construcción tales como albañiles, fontaneros, electricistas…etc.
Si crees que tienes un problema en tu vivienda o edificio puedes consultar nuestro listado de expertos y contactar gratis con el que quieras.