Encontrar la vivienda que buscabas y que se ajuste a tu presupuesto no es sencillo. Cuando después de mucho esfuerzo lo consigues, lo habitual es que quieras reservarla para respirar tranquilo hasta que se formalice el contrato y puedas abrir las puertas de tu nuevo hogar. Si eres el vendedor, también te interesará saber cómo se realiza este trámite y por qué es positivo un contrato reserva vivienda.
Reservar piso compra
El contrato de reserva de venta de un piso forma parte de los trámites previos a la compraventa y puede ser también válido para el alquiler de una casa. Aunque no es obligatorio ni se suscribe en todos los casos, muchos compradores y vendedores (o propietarios e inquilinos) optan por esta figura antes de la firma del contrato, en especial si va a ser necesario un tiempo para que se materialice.
Este acuerdo garantiza al vendedor que el comprador no se va a echar para atrás mientras que, a este, le asegura que el propietario va a dejar de ofrecer la casa y va a mantener la oferta en las condiciones pactadas.
Para ello, las partes tendrán que firmar un contrato de reserva, que es un documento privado que debe incluir su identificación, información sobre la vivienda, precio pactado y forma de pago, fecha para la entrega o para la firma de la escritura y penalizaciones previstas si el contrato no se formaliza.
Contrato de señal de compraventa
Por lo general, para suscribir este precontrato el comprador deberá aportar un adelanto sobre el precio total previsto, aspecto que deberá detallarse también en el documento de reserva de vivienda.
La cantidad aportada equivale a la entrega de una señal. Es importante que comprador y vendedor tengan en cuenta que si no delimitan con claridad las penalizaciones que se derivarían de no formalizar el contrato de compraventa, la señal entregada como reserva tendrá a efectos jurídicos la consideración de arras confirmatorias.
Esta figura implica que, con el contrato de reserva, las partes declaran su compromiso de llevar a cabo la compraventa, con lo que se atan contractualmente. Así, de producirse alguna circunstancia que les impida consumar la compraventa, la parte que desista podría ser forzada a ejecutar el contrato por vía judicial, además de tener que resarcir a la otra en daños y perjuicios.
Si, en cambio, el precontrato otorga libertad a las partes para echarse atrás, las consecuencias de este hecho se limitarían, por lo general, a la pérdida del adelanto si es el comprador quien no consuma la compra.
Reserva piso inmobiliaria
Para quien adquiera la casa a través de una inmobiliaria, será también habitual que esta le pida reservar el piso en venta, para lo que tendrá que adelantar una cantidad que variará en función del precio final.
La inmobiliaria se encargará de custodiar ese dinero, que se descontará del precio total una vez se formalice el contrato. Si este no se lleva a efecto, de nuevo habrá que atenerse a las condiciones en las que se realizó la reserva y a las penalizaciones que se incorporaron en el preacuerdo.
En el caso de que ante la inmobiliaria se especificara otra cosa, como que la reserva era provisional mientras se sondeaba una mejora de las condiciones ofertadas, si el contrato no llegase a firmarse no habría consecuencias para las partes.
Como en todos los casos en los que media un contrato, ya sea privado o elevado a escritura pública, es recomendable que las partes cuenten con el apoyo de un abogado que les asesore.