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Contrato de llave en mano
Un contrato llave en mano para una construcción es aquel que se acuerda con un contratista y en el que éste se compromete a encargarse de todos o la mayoría de los trámites precisos para realizar una obra, a cambio de un precio cerrado global y en un plazo determinado de tiempo.
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La empresa contratada se encarga de definir y llevar a cabo el proyecto de obra y los documentos técnicos necesarios para la ejecución de las obras, solicitar las licencias municipales, subcontratar las distintas unidades de obra, elegir las soluciones constructivas que se planteen y los distintos materiales a emplear y, por supuesto, de ejecutar las obras hasta su completa finalización.
Este tipo de contratación es más cara que la habitual ya que libera al propietario de todas aquellas tareas tediosas e incómodas que suelen hacerse bastante complicadas especialmente para aquellos que no son profesionales y no están acostumbrados a realizarlas; esto, sin embargo, no le da carta blanca al contratista para actuar libremente sino que en la práctica el propietario suele implicarse bastante en la toma de decisiones.
Características de un contrato llave en mano
Las tres características básicas de un contrato llave en mano son:
- Precio cerrado o alzado del bien global
- Diseño y construcción son llevadas a cabo por un mismo profesional o empresa
- La obra se contrata completa y terminada en su totalidad
Aspectos a tener en cuenta en el contrato
Aunque existen muchas modalidades híbridas de este tipo de contratos en los que no se abarca la totalidad de la obra o la responsabilidad del contratista atañe solo a tareas de coordinación, en el más simple de los casos este contrato es único, o sea, al encargarse el contratista de todo el proceso no es necesario ningún otro compromiso más que incluya al propietario.
Precisamente por eso, en el contrato han de contemplarse expresamente las responsabilidades que contrae el contratista que asume que serían, entre otras:
- Obtención de la información y documentación previa al inicio de los trabajos.
- Redacción del proyecto o documento similar que exija la obra según su naturaleza.
- Ejecución de las obras y, en su caso, supervisión o dirección técnica de las mismas.
- Legalización final de las obras.
- Precio de las obras y forma de pago.
También deben contemplarse los riesgos que asume el contratista que serían todos los inherentes a las responsabilidades contraídas, que deben ser avaladas por un seguro de responsabilidad civil específico, y las derivadas de posibles fluctuaciones del precio de los materiales y la mano de obra que no pueden afectar al precio pactado, así como el compromiso de los plazos fijados y una posible penalización por incumplimiento.
Ejemplos de contratos de obra llave en mano
Un ejemplo típico de este tipo de contratos son los que se ofrecen para viviendas unifamiliares aisladas en las que el cliente elige entre varios modelos que la empresa contratista suele tener preparados, generalmente con imágenes publicitarias en tres dimensiones y que fácilmente pueden encajar en el solar concreto de posea el contratante.
Otro ejemplo muy frecuente es el que se asocia con tecnologías constructivas concretas. Suelen dirigirse a edificios más industriales aunque también a veces también a viviendas. Suelen incluir elementos prefabricados, generalmente de hormigón armado, para reducir plazos y costes.
Existen muchos ejemplos de empresas que ofrecen sus proyectos llave en mano. Abarcan desde el diseño preliminar hasta los más mínimos detalles. Para ello participan distintos técnicos que se encargan de la gestión, construcción y puesta en marcha de todas las instalaciones.